(18-7-2024). El propietario de Adrenalina Bikes, Diego Tamé, valora muy positivamente la decisión tomada a finales del pasado año de, tras diez años de actividad, cerrar su tienda de Zaragoza, para concentrarse en su establecimiento en Utebo, donde nació la empresa en el año 2002 como un pequeño taller. De nuevo, el taller es el motor de la empresa.
En un cierto retorno a los orígenes, Adrenalina Bikes ha reducido al máximo sus programaciones de bicicletas y se vuelca en el taller consiguiendo con ello incrementar sus beneficios, según destaca el propietario del establecimiento, Diego Tamé. El minorista observa que “hace unos años el sector opinaba que no era posible vivir solo del taller y se consideraba indispensable la venta de bicis; hoy en día, eso ha cambiado”.
Tamé considera que para un pequeño negocio no es sostenible mantener la carga financiera necesaria actualmente para abordar unas programaciones de bicicletas, máxime cuando las ofertas del mercado devalúan el stock adquirido. Según explica, este año, Adrenalina Bikes ha reducido al máximo sus programaciones con lo que “ahora se precisa mover menos dinero para ser rentable”.
Taller, antes que venta
En lo que llevamos de año, el trabajo de taller ha aportado en torno al 60% de la facturación de Adrenalina Bikes, frente a un 40% de las ventas. Tamé subraya que, evidentemente, el porcentaje que supone la venta de bicicletas sube rápidamente porque el precio de una sola bici iguala al de muchas horas de taller.
Para el detallista, lo más importante es que los servicios de taller conllevan un beneficio mucho mayor. “Si tuviera que prescindir de algo, quitaría la venta antes que el taller”, exclama Tamé.
Más profesionalización en el taller
El minorista señala: “desde la aparición de las bicis eléctricas los talleres se están profesionalizando cada vez más, aumentado también el coste de la hora de trabajo, no estamos todavía al nivel de la automoción, pero vamos camino de ello poco a poco”.
Tamé recuerda que tradicionalmente ha habido aficionados manitas que se encargaban del mantenimiento de sus bicis. Sin embargo, las progresivas innovaciones tecnológicas en muchos aspectos de las bicicletas, no solo en lo relativo a la electrificicación, hacen que cada vez se requiera disponer de más conocimientos, más destreza y también herramientas más sofisticadas que requieren una alta inversión.
Más vacaciones en bici… eléctrica
“El taller está a tope, sin parar”, exclama Tamé. El detallista destaca que este año se ha incrementado en gran manera el número de gente haciendo vacaciones en bici, por ejemplo, en rutas como el camino de Santiago. En su opinión, las ebikes hacen que más gente se anime a viajar en bicicleta porque se sienten más seguros de que podrán superar dificultades en las rutas.
Según explica, este verano están llegando hasta el taller de Adrenalina Bikes numerosos clientes habituales para poner a punto sus bicis y lanzarse a realizar rutas largas en sus vacaciones. Asimismo, indica haber recibido a cicloturistas que llegan de paso, desde puntos lejanos.
Todo ello no solo supone un aluvión de trabajo extra para el taller, sino que también se traduce en la venta de alforjas, mochilas o accesorios de bikepacking.
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