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CICLISMO

La Coordinadora Catalana de Usuarios de Bicicleta manifiesta su rechazo al incremento de la tarifa

CCUB: “La subida del Bicing es una maniobra más para limitar el uso de la bici”

(18-10-2012). Albert García, portavoz de la CCUB, sostiene que la subida de la tarifa del servicio municipal de préstamo de bicicletas de Barcelona, el Bicing, es “una maniobra más” del Ayuntamiento para disuadir del uso de la bici en la ciudad. Además, no cree que esta medida incentive la compra de bicicletas, ya que “tampoco se ha hecho nada para fomentar el uso de la bici privada y siguen vigentes los robos”.

Para Albert García, el Bicing es un servicio que “mejor o peor está funcionando y tiene demanda por parte de los usuarios”. La subida que prepara el Ayuntamiento de Barcelona a lo largo de 2013, que podría alcanzar un 116% en algunos casos, provocará una merma de su utilización a favor de otros medios de transporte como el metro, el autobús o el propio coche.

“Con esta subida de precios la Administración no está pensando a largo plazo. No emplear la bicicleta implica un modo de vida más sedentario que, a la larga, supone un coste sanitario mayor. El beneficio por el alza de la tarifa es puntual, pero a medio-largo plazo la Administración está renunciando a un ahorro importante”, sostiene García.

Limitaciones a la bicicleta privada
Aunque sería optimista pensar que ante esta subida de los precios del Bicing los usuarios podrían decantarse por comprar su propia bicicleta, el portavoz del CCUB piensa que no será así. En primer lugar, según argumenta, el equivalente del precio de algunos abonos del Bicing sería una bici de bajo precio “y está claro que las personas que se compran una bicicleta económica compran también un candado económico, por lo que están más expuestos al robo y la bici no les suele durar mucho, lo que implica ya un coste mayor”. Por otra parte, incide en que los usuarios del Bicing no suelen tener dónde dejar la bici en casa, pero tampoco existen aparcamientos donde dejarlas de una forma segura.

Si bien habrá, no obstante, usuarios del Bicing que vuelvan a coger su propia bicicleta, García cree que “el grueso del pelotón, las personas que lo usaban de forma puntual y combinándolo con otros medios de transporte en su día a día, verá que no les sale a cuenta y lo abandonarán”. A su juicio, el Ayuntamiento no fomenta en absoluto el uso de la bicicleta privada.

Y es que Barcelona se está convirtiendo en una de las ciudades más restrictivas en el uso de la bicicleta “a pesar de la gran tarea de marketing para hacer creer a la mayoría de la población que todo se hace por el bien de la bicicleta. El Ayuntamiento trata la bicicleta como un problema y no como parte de la solución de la movilidad en la ciudad”.


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