Instan a la industria de la bicicleta a mejorar su sostenibilidad

En el encuentro participaron el exdirector de la DGT, Gregorio Serrano (MOVIAM); la responsable de sostenibilidad de Forto, Theresa von Rennenberg; el responsable de logística de Tuvalum, Mario Martínez; el director comercial y de relaciones institucionales de Recyclia, Gonzalo Torralbo; y el CEO de Tookane, Fran Magdalena. Como conductor del debate actuó el secretario general de AMBE, Jesús Freire.

Los ponentes coincidieron en que la industria de la bicicleta debe poner el foco en la sostenibilidad desde los sistemas de fabricación a la logística, distribución y, también, reciclaje del producto.

El periplo de montaje, ensamblaje, transporte y distribución no ofrece la eficiencia sostenible más indicada

Reducir la huella de carbono

Mario Martínez apuntó que “se estima que la huella de carbono generada por las bicicletas nuevas proviene en un 95% de la fabricación y de la distribución. El directivo de Tuvalum expuso que “si se fabrica un cuadro en Taiwan, luego se montan y se personalizan ciertas piezas en Estados Unidos y, finalmente, se distribuye para su comercialización en Europa, pues no se obtiene la eficiencia sostenible más indicada”.

Por su parte, Gonzalo Torralbo manifestó que los fabricantes de bicicletas no solo tienen que responsabilizarse de cumplir con las normativas de producción sino también de que se gestione bien, al final de la vida útil, el proceso de recuperación de residuos, procurando que todos los componentes sean reciclables al máximo posible.

Las baterías de las bicicletas eléctricas deben ser recicladas de la manera correcta porque pueden constituir un peligro

El director comercial de Recyclia aseguró que “cualquier elemento de un producto, aunque no sea perjudicial para el medio ambiente, es un recurso que se debe intentar reciclar y volver a introducir en la cadena de producción”. Además, apuntó que otras partes, como las baterías de las bicicletas eléctricas, deben ser recicladas de la manera correcta porque si no podrían constituir un peligro.

Procesos sostenibles

Theresa von Rennenberg manifestó que muchas empresas de bicicletas se están comprometiendo a ser más respetuosas con el medio ambiente con el uso de materiales reciclados o enviando sus productos en contenedores marítimos o en ferrocarril para minimizar el impacto ambiental, frente a otros medios de transporte más contaminantes como por ejemplo el aéreo. Ello, añadió, además de procurar una reducción de costes logísticos permite “utilizar de manera eficiente la energía y resulta en procesos más sostenibles.

Movilidad segura

Por su parte, el exdirector de la DGT, señaló que el sector de la bicicleta, como el resto de industrias, tiene que hacer una apuesta nos solo por la movilidad sostenible sino también por la movilidad segura.

Se prevé que a las empresas españolas con más de 500 trabajadores estén obligadas a desarrollar planes de movilidad sostenible y segura para sus empleados

Gregorio Serrano expuso que numerosas compañías tienen ya implementados planes de movilidad sostenible en las empresas. Además, añadió, se va a empezar a debatir en el Congreso de los Diputados una normativa por la cual las empresas con más de 500 trabajadores deberán desarrollar obligatoriamente planes de movilidad sostenible y segura.

Al papel que puede jugar la tecnología se refirió el CEO de Tookane. Sobre la logística urbana, en concreto, Fran Magdalena apuntó que el diseño de rutas más eficientes puede contribuir a una mayor implantación de las cargo bike.

La contribución del mercado de segunda mano

El responsable de logística de Tuvalum destacó que el mercado de segunda mano en España sigue una línea alcista en los últimos años “contribuyendo a la economía circular y a la reducción de la huella de carbono”. Según explicó, la mitad de los aficionados que venden sus bicicletas lo hacen con el propósito de invertir el dinero que obtengan en la compra de una de gama superior, lo cual potencia la economía circular.

En el mercado de segunda mano estamos dando a las bicicletas una segunda, tercera o cuarta vida en algunas ocasiones

Asimismo, Martínez expuso que “en el mercado de segunda mano estamos dando a las bicicletas una segunda, tercera o cuarta vida en algunas ocasiones”. Según explicó, la huella de carbono de producir una bicicleta nueva se estima que es de entre 150 y 320 kilos de CO2.

Teniendo esos datos en cuenta, Martínez calculó que quien compra una bicicleta de segunda mano está ahorrando al planeta unos 250 kilos de CO2. Tras ocho años vendiendo productos de segunda mano, Martínez apuntó que desde Tuvalum “se han ahorrado al planeta 13.000 toneladas de CO2 a través del modelo de economía circular”.