El mercado ciclista español paga los platos rotos de Alemania y Francia

cierta presión hacia los distribuidores, ya que, en general, se está trabajando con pocos márgenes, puesto que se hicieron ciertas inversiones tras la pandemia que no han derivado en el crecimiento esperado”, explica el fundador de la distribuidora Top Fun, Andreu Codina, a CMDsport. 

Según expone, las marcas de todo el mundo pensaron que podían compensar el frenazo de los mercados de Alemania y Francia en España, lo que no ha sido posible y, por lo tanto, ha acabado derivando en una presión para los distribuidores. De este hecho, se derivaría que algunas empresas también podrían estar apretando al retail para absorber los altos volúmenes de stock que imperan en el sector. 

“Hay marcas que esperaban que el mercado español supliera el estancamiento, pero este crecimiento no ha existido en España”, puntualiza. Cabe recordar que, en 2023, se vendieron 84 millones de bicicletas, entre eléctricas y no eléctricas, tan solo un 1,4% más que en 2022 (82,8 millones de euros), según German Bicycle Industry (ZIV). 

UN 9% MÁS DE VENTAS

Pese a esta situación, Top Fun ha logrado resistir. “Estamos un 9% por encima de las ventas de hace un año y no tenemos impagados, lo que demuestra que el mercado está tirando, aunque hay quienes hacen descuentos de hasta un 40%, afectando a sus márgenes”, apunta. 

La receta de Top Fun ante este contexto ha pasado por el picoteo y por el saber plantar cara. “Tenemos muchos que clientes que nos hacen peticiones de 200, 300 o 500 euros, lo que hace que nos vaya bien y, además, van pagando”, destaca Codina. “No nos tenemos que dejar apretar por parte de ciertos fabricantes que, a causa de las inversiones realizadas años atrás, están obligados a cumplir unas ventas que no son reales en el mercado actual”, recuerda. 

En este contexto, asegura que, “el mercado de los recambios y de los accesorios empieza a ver la final del túnel”, a diferencia del de las bicicletas, que va un poco más lento. 

CUMPLE 35 AÑOS

En junio, Top Fun cumplió 35 años. “Con toda esta experiencia, hay un momento en el que uno aprende a decir que no y esta es una lección que debería aprender todo propietario que regenta un negocio, ya que si uno piensa en quedar bien con todo el mundo, al final, le arrastra la corriente”, sostiene. 

Durante toda su historia, Top Fun ha pasado por varias crisis y la actual no ha sido, ni mucho menos, la más complicada. “Pese a que los stocks son monstruosos y se han hecho auténticas bestialidades tras la pandemia, no es lo mismo que pasó en 2008”, asegura. “Lo de ahora es más localizado y sigue habiendo movimiento, pero, en todos los casos, siempre hay que reaccionar rápido y no quedarse atrás”, argumenta. 

“Hemos tenido que ser como un camaleón, ya que desde 2008 se han tenido que hacer cambios y adaptaciones muy importantes cada año”, indica. Esto ha implicado, por ejemplo, tener que adaptar el sistema de ventas, digitalizarse o cambiar el B2B, la manera de hablar con las tiendas y el tener que dejar de trabajar con representantes, así como el tema logístico.