(19-4-2021). El presidente del RACC, Josep Mateu, propuso la semana pasada la creación de un carnet ciclista para todas aquellas personas que utilicen la bicicleta y no estén habilitados para conducir otro vehículo de motor. La propuesta, sin embargo, cuenta con la oposición de las asociaciones de usuarios de ciclistas.
Según un estudio elaborado por el RACC, el 38% de los ciclistas reconoce no tener conocimiento de la normativa de circulación, lo que sumado al incremento en el uso de la bicicleta ha llevado a la entidad a proponer una formación específica para los ciclistas que no tienen experiencia como conductores de otros vehículos.
El presidente del RACC, Josep Mateu, lo ha asemejado a un carnet similar al de la náutica, que es obligatorio para ponerse al frente de una pequeña embarcación de recreo. Se reciben nociones básicas de navegación. La formación estaría especialmente dirigida a jóvenes sin carnet de conducir que han pasado del uso del transporte público a la bicicleta o patinetes.
“Al convivir con otros medios de transporte, sería necesario que el ciclista y el usuario de patinete tuviesen unos mínimos conocimientos de las señales y las normas que les ayudasen a circular por la ciudad”, declaró Mateu. La propuesta se trasladó a la Dirección General de Tráfico (DGT) y el Ayuntamiento de Barcelona.
Según el RACC, uno de cada cuatro ciclistas confiesa utilizar el teléfono móvil mientras se desplaza, con un porcentaje especialmente alto entre los menores de 30 años, incumpliendo la normativa. La cuestión que más inseguridad genera son las motos que cruzan el carril bici desde las aceras donde han estacionado, mientras que los ciclistas celebran la semaforización específica y la continuidad entre carriles bici.
El BACC se opone
Por su parte, la entidad más representativa de los ciclistas barceloneses, el Bicicleta Club de Catalunya (BACC) se opone completamente a la imposición de una barrera de uso de la bicicleta como considera que sería el carnet ciclista propuesto por el RACC. El presidente del BACC, Carles Benito, apuesta por el modelo de los países nórdicos, en el que se imparte educación vial en las escuelas.
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