Pronostican un “invierno difícil” para proveedores y tiendas de bicicletas eléctricas

Para el experto en ciclismo y movilidad, Vincent Higuet, el principal problema del sector ciclista ya no es el sobrestock de producto sino el retraso en la entrega de suministros. Ello sería una de las principales causas para la quiebra de empresas fabricantes de ebikes en todo el mundo. “No hay un mes en que no se registre un cierre”, proclama Higuet.

Escabechina mundial

Las caídas más recientes: el pasado 9 de noviembre se declaró en quiebra la marca holandesa Stella Fietsen, que contaba con 440 empleados en 48 sedes de los Países Bajos y Bélgica; el pasado octubre, cerró Juiced Bikes, la marca de ebikes más antigua de Estados unidos; anteriormente, en septiembre, el fabricante australiano Simplon, fundado en 1961, proclamó su insolvencia con un pasivo de 44,5 millones de euros. Otras bancarrotas de fabricantes de ebikes han sido protagonizadas por las empresas holandesas WATT, Timyo o QWIC.

Higuet pone también los ejemplos de Kify, que “tuvo que cerrar después de esperar 8 meses para recibir motores”, y VanMoof, que fue a la quiebra debido a “atrasos en el suministro de piezas, problemas de calidad y malas estrategias de venta”. Para el consultor, diferentes conflictos internacionales serían la razón de esos retrasos en la entrega de suministros, así como de su encarecimiento.

Hay además otras causas que explican la criba. El experto recuerda que la coyuntura del sector no es favorable desde hace más de un año. El fenómeno del sobrestock ha resultado muy costoso para muchas empresas, mientras que la alta inflación ha motivado que los consumidores sean más cautelosos, provocando un descenso de las ventas de proveedores y del retail. “El mercado está muy tenso en toda Europa, y también en Estados Unidos… hay mucha competencia internacional”, expone Higuet.

Exceso de marcas

“Desde la pandemia han aparecido centenares de marcas de ebikes, nunca se había visto una eclosión similar”, exclama Higuet. En particular, el experto alerta sobre la irrupción de numerosos fabricantes chinos que “llegan en plena saturación del mercado situando en desventaja a las empresas europeas, con mayores costes operativos”.

Higuet analiza que muchas empresas startup, de pequeño o mediano tamaño, han realizado inversiones, con una dependencia excesiva del financiamiento, que finalmente no pueden asumir al no alcanzar los objetivos previstos.

Escuchar al cliente

“Las grandes ofertas de bicicletas se están acabando, conforme se va despejando el sobrestock, queda un producto de alto precio frente a una ralentización de la demanda”, expone Higuet. El experto considera que “existe exceso de bicicletas de gama alta”.

El consultor aboga por “escuchar y atender las necesidades de los clientes, pues muchos no necesitan disponer de las últimas innovaciones tecnológicas, como la conexión a internet, sino que prefieren precios más contenidos”. Especialmente en lo que se refiere al ciclismo urbano, Higuet opina que los usuarios buscan realizar compras que ofrezcan ventajas económicas frente a otros tipos de vehículos.

En todo caso, el experto considera que las problemáticas en las cadenas de suministros, encarecimiento de producto y ralentización de la demanda afectan a todo el sector, incluyendo las categorías deportivas que dominan las ventas en España. Todo ello con un impacto directo en la actividad de las tiendas especializadas. Higuet piensa que se avecina “un invierno difícil, otra vez”, esperando a que “vuelvan mejores momentos en la primavera”.