(21-9-2023). Mal verano de ventas para las tiendas de bicicletas Bimont en Palma de Mallorca. Este año, la alta ocupación de turistas extranjeros no ha repercutido en un incremento de la demanda, según reconoce el gerente de la enseña, Enrique Riera. A ello se ha unido que el cliente nacional “prácticamente no compra nada”.
El gerente de las tiendas de bicicletas Bimont de Palma de Mallorca, Enrique Riera, recuerda que, en el verano del año pasado, los visitantes extranjeros adquirieron numerosas unidades de ebikes, aportando “un repunte de facturación muy interesante”. Este año, las cosas han sido diferentes en las islas baleares, y no sólo para las tiendas de bicicletas.
El detallista explica que en diferentes sectores se ha registrado este verano un menor consumo, según los comentarios que ha recibido de numerosos empresarios. Riera apunta que “hemos tenido muchos turistas, pero mayoritariamente han ido a sus respectivos hoteles con todos los servicios incluidos y han salido a gastar poco”.
MENOS CLIENTES EXTRANJEROS
Para Riera, ese comportamiento de bajo consumo generalizado, por parte del turismo, es una muestra de que los ciudadanos de otros países europeos también padecen problemas económicos. A la tienda de Bimont, en concreto, se han acercado menos clientes extranjeros que en otros años.
A ello se une, según añade el minorista, que la demanda interior es incluso más baja. Riera apunta que el cliente de bicicletas de entre 2.000 y 4.000 euros está desaparecido. Se trataría de aficionados que no dispondrían de presupuesto para sus bicicletas debido al encarecimiento de los costes de vida, subida de la hipoteca, incremento del coste de la gasolina, etc.
Vendiendo sin margen
Con todo ello, las ventas de Bimont han caído alrededor de un 25% en los últimos meses, en relación al año anterior. Riera reconoce que “la situación es mala. Tenemos mucho stock y poca venta y estamos apurando los días para hacer frente a los pagos del inmovilizado”.
El minorista manifiesta que se han visto forzados, como otras muchas tiendas, a rebajar precios para vender bicicletas, aunque sea sin margen o, incluso, perdiendo dinero, con tal de recapitalizar la empresa. “Lamentablemente es la dinámica de mercado”, indica.
La ayuda (poca) del alquiler
A diferencia de lo que sucede con la venta, la división de alquiler de Bimont en la localidad de Alcudia se desenvuelve con alta demanda, suponiendo “una ayuda” para la empresa. “El alquiler constituye una estructura de negocio más compacta, con menos gastos que la tienda, y siempre funciona”, manifiesta Riera.
Bimont cuenta con una flota para el alquiler de alrededor de 130 bicicletas, la mayoría de ellas de carretera. El cliente de tipo cicloturista es mayoritario durante toda la temporada, que se prolonga desde el mes de marzo hasta noviembre. Para el verano, cuentan con una veintena de bicicletas de paseo para los turistas vacacionales.
Previsión de programaciones muy reducidas
Las perspectivas de Riera para lo que queda año apuntan a “eliminar todo el stock posible, aunque sea con beneficio cero, para recapitalizar empresa y disponer de solvencia financiera con la que afrontar el año 2024”. El detallista planea realizar unas programaciones muy reducidas para la próxima temporada.
Riera expone: “por una parte, en realidad no contamos con una gran capacidad financiera para hacer programaciones; por otra parte, con el producto que tenemos en la tienda y el ritmo de venta actual disponemos de bicicletas para los próximos 4 ó 5 meses”.
El detallista añade que, además, se prevé una campaña 2024 muy corta, de alrededor de 6 meses. Según apunta, algunas marcas han anunciado que entregarán sus colecciones 2025 a las tiendas en julio del próximo 2024.
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