(28-5-2021). Dar una mayor seguridad a los ciclistas, tanto en las ciudades como en las vías rurales, es el gran reto de futuro que el sector de la bicicleta traslada a todas las administraciones. Así lo defendieron cuatro expertos en movilidad y ciclismo en una mesa redonda.
Mientras celebra las cifras récord de facturación logradas por el retail ciclista, el sector que rodea a las dos ruedas mira al futuro con muchos deberes por delante. Aspirar a que toda la ciudadanía se plantee usar la bicicleta, ofrecer una mayor seguridad a los ciclistas, lograr que las ciudades se adapten a los nuevos medios de transporte o insistir en la educación y formación vial son algunos de los principales retos en los que el sector debe incidir para lograr un mayor uso de la bicicleta.
Estas fueron algunas de las conclusiones planteadas en una mesa redonda celebrada tras la presentación del informe anual de la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE). En ella participaron el coordinador de la Oficina de la Bicicleta en el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), Antonio Pérez Peña; el director del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico (DGT), Álvaro Gómez; el senior Advisor de Movilidad Sostenible, Segura y Conectada de Ernst & Young (EY), Gregorio Serrano; y el presidente de la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE), Javier López.
INSISTIR EN LA SEGURIDAD VIAL
“Si hubiera más seguridad, las cifras de ciclistas y de ventas de bicicletas serían mucho mayores. La seguridad vial es algo pendiente en España”, arrancó el presidente de la AMBE, Javier López.
Los expertos coincidieron en que todas las administraciones y entidades pertenecientes al sector deben colaborar conjuntamente para fomentar un mayor uso de las bicicletas y lograr que, en un futuro no muy lejano, “casi toda la ciudadanía se plantee la bicicleta como un medio de transporte más”.
Uno de los requisitos para que eso ocurra es dar pasos que refuercen la seguridad vial de los ciclistas, como el límite de circulación a 30 km/h en las vías urbanas de un único sentido de circulación que ha entrado en vigor este mes de mayo. Una medida que tendrá continuidad tras la reforma de la Ley de tráfico, que ha de contribuir a que haya ciudades “más amables y limpias” y que puede favorecer a que los niños y las niñas tengan una mayor autonomía para moverse por determinadas calles.
MODELO DE GESTIÓN DE LA MOVILIDAD
“Esta medida debería servir de paraguas para consolidar un modelo de gestión de la movilidad en el que se trabaje con unas calles más calmadas que otras”, aportó Álvaro Gómez. Desde la DGT alertan sobre la necesidad de “planificar bien la movilidad” para adaptarse a unas ciudades “cada vez más heterogéneas en las que hay más sistemas de transporte con los que toca convivir”.
“Hay que tener en cuenta a los nuevos actores que están irrumpiendo para organizar y regular esta convivencia”, sumó Gregorio Serrano. El senior advisor de EY destacó la necesidad de facilitar la “multimovilidad”, es decir, la movilidad a través de distintos medios de transporte en un mismo trayecto. Además, defendió la idea de que una mayor seguridad vial supondrá un incentivo para que muchos padres apuesten por comprar bicicletas a sus hijos para desplazarse. A más seguridad, más ventas.
CAMBIO DE MENTALIDAD EN LOS USUARIOS
Otro aspecto clave para conseguir el despegue de las bicicletas en los núcleos urbanos es por lograr un cambio cultural en los propios usuarios. “No puede ser que la gente de ciudades como Madrid piense que ir en bicicleta es una heroicidad”, lamentó Antonio Pérez Peña.
El coordinador en el MITMA defendió la necesidad de cambiar la mentalidad para que público de cualquier edad y sexo vea la bicicleta como un medio de transporte útil y seguro. “Los que se han animado a dar el paso, no se echan para atrás. A muchos les cuesta empezar, y para conseguirlo hace falta el impulso de las administraciones públicas”, añadió.
Peña reclamó un esfuerzo coordinado de todas las administraciones, ya que advirtió que “muchas ciudades pequeñas y pueblos no tienen los recursos económicos ni humanos para fomentar la bicicleta”.
Javier López, por su parte, pidió a las administraciones y también a las empresas que den “incentivos” a las personas para que usen la bicicleta para ir a trabajar o, incluso, para que los niños vayan al colegio.
FOMENTAR EL CICLOTURISMO
Otra cuestión que pusieron sobre la mesa los ponentes es la necesidad de potenciar el cicloturismo aprovechando el buen clima y la multitud de rutas ciclistas protegidas que existen en España.
Recordaron que la DGT creó en 2017 algo más de 150 rutas de este tipo, y coincidieron en la importancia de hacer crecer esta cifra para aprovechar el potencial turístico de España vinculado al deporte.
Sobre el cicloturismo, Pérez Peña reconoció que es fundamental que haya una mayor coordinación a nivel administrativo para informar de forma conjunta a la sociedad sobre las posibilidades que ofrece, así como guías con recomendaciones de acceso abierto para todos. El reto es claro: “Es el momento de promocionar una movilidad activa segura y sostenible”.
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