(28-12-2023). El fundador de Spring Bikes Thomas Ricolfi, lamenta “la ausencia de ayudas para la compra de bicicletas eléctricas”. El detallista destaca también la falta de parkings para este tipo de movilidad en las calles, lo que supone una disparidad en contraste con otros países dónde se han observado grandes cambios en los últimos años, como en Francia.
La carencia de estacionamientos para bicicletas, tanto públicos como privados, en comparación con los abundantes espacios destinados a motocicletas, es una realidad palpable en la actualidad. Así lo señala el fundador de Spring Bikes, Thomas Ricolfi. El directivo también destaca que existe disparidad en relación a otros países, como Francia, donde existen muchos puntos de estacionamiento para este tipo de movilidad.
En el caso específico de Barcelona, además, destaca la “ausencia de apoyo económico por parte de la Generalitat para la adquisición de bicicletas eléctricas”, mientras que existen otras comunidades autónomas dónde sí que existen medidas similares para la compra de estos vehículos eléctricos, como Valencia, Madrid, Navarra o El País Vasco.
ESTABLECIMIENTO ABIERTO EL PASADO MAYO
Este vacío se presenta como “un desafío significativo para las empresas del sector y para aquellos que desean hacer la transición hacia la movilidad sostenible”, añade Ricolfi.
A pesar de que queda recorrido en Barcelona para crecer en términos de movilidad sostenible, la tienda Spring Bikes escogió la Ciudad Condal para abrir su primera tienda el pasado mayo, un establecimiento que el fundador destaca que “está funcionando muy bien y que registra un crecimiento mensual en ventas del del 50%”.
MÁS PROYECTOS EN BARCELONA
El éxito de esta primera apertura hace que la marca planifique dos aperturas más en Barcelona para abril y septiembre del año que viene, con el objetivo de consolidarse en el territorio. Entre todos los barrios, baraja el Eixample y Sant Gervasi.
Cuando ya haya conquistado el territorio barcelonés, “la idea es extender esta experiencia a otras ciudades de Catalunya y, posteriormente, a toda España”.
“Estas tiendas no se limitan a ser simples puntos de venta; se presentan como lugares de estilo de vida, ofreciendo experiencias únicas a los clientes. La intención es brindar un servicio completo que va más allá de la venta del producto, con espacios para disfrutar de un café, un ambiente agradable y un servicio de acompañamiento integral”, describe.
FELICIDAD SOBRE RUEDAS
La empresa ofrece, como prueba piloto, un alquiler de bicicletas con compromiso a largo plazo (de un mínimo de seis meses). Con este, se puede tener “una buena bicicleta a partir de 100 euros al mes”, explica el fundador de la compañía.
“No es el precio sino la felicidad que se consigue gracias a desplazarse con una bicicleta eléctrica lo que está haciendo que crezca tanto en otros países”, matiza Ricolfi. Además, el experto insiste en que tener una bicicleta eléctrica supone “un gasto mensual menor que llenar el coche de gasolina”.
DESAFÍOS POR SOBRESTOCK
El directivo reconoce que el sobrestock está afectando al negocio, pero que la empresa “trabaja categorías de bicicletas que no se pueden encontrar en muchas tiendas”, lo que considera que les favorece. Añade también que “el mercado de bicicletas para la movilidad urbana es mucho más resistente que el de la bicicleta tradicional porque la gente necesita transporte para ir a los lugares cotidianos. Son necesarias”.
Sobre el crecimiento de las bicicletas eléctricas a futuro, el experto señala que va a seguir en auge a un nivel similar que este año, que ha registrado un crecimiento del 22%. “Es interesante ver el crecimiento que está viviendo el sector en Francia y Bélgica, ciudades dónde ya hay ayudas”, concluye.
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