(2-1-2025). A finales de 2023, después de un año difícil, los profesionales del sector esperaban con esperanza el año 2024 Sin embargo, las predicciones de recuperación del nivel de stocks y de estabilidad en el mercado ciclista se fueron retrasando. Aquella ‘esperanza’ de mejoría para 2024 se abandonó ya en el segundo semestre del año, cuando las insolvencias y los cierres comenzaron a proliferar.
El mes de enero del pasado 2024 ya comenzó con noticias inquietantes procedentes del Grupo Accell. El fabricante holandés anunció que cerraría una de sus instalaciones fabriles en los Países Bajos para “simplificar las operaciones y mejorar la eficiencia”. Se hacía evidente que el Grupo Accell, con problemas financieros, debía reducir su deuda de 1.200 millones de euros. Aquel cierre de la fábrica anunciado anteriormente para Ghost en Alemania y una retirada de las bicicletas de carga de Babboe, difícil desde el punto de vista logístico y costosa, se sumó a los problemas.
Sin embargo, un momento de humo blanco llegó en octubre cuando Accell anunció que había llegado a un acuerdo con sus asociados financieros para reducir aquella deuda en 600 millones de euros, así como otras medidas para mejorar su situación financiera.
Cierres de factorías…
Accell no fue el único fabricante que el pasado 2024 anunció cierres de fábricas. En noviembre, Pon anunciaba que había decidido trasladar la producción europea de Santa Cruz & Cervélo a las instalaciones existentes de Pon Bike en Emstek (Alemania) por razones de eficiencia.
Con todo, quizás el mayor shock fue que la marca suiza, Flyer, iba a trasladar su producción de Suiza cuando los propietarios ZEG reorganizaron la marca nuevamente. El cierre de la fábrica fue ‘vendido’ como un posicionamiento a prueba del futuro en vista de la evolución de la situación del mercado.
… Y QUIEBRAS
En el transcurso del pasado 2024, una avalancha de insolvencias, capitulos 11 y bancarrotas caló en los titulares de los medios de comunicación del sector generando un incremento de la incertidumbre.
En los Países Bajos muchas marcas de bicicletas eléctricas que habían sido pioneras en el mercado, se declararon en bancarrota. Entre éstas cabe destacar a enseñar como Stella, Qwic y Amslod (las dos primeras ya bajo nueva propiedad).
Por su parte, el segundo fabricante de bicicletas más grande de Austria, Simplon, reconoció que necesitaba una inyección de capital no revelada por un nuevo inversor para asegurar su futuro.
El fabricante, WSF, sin embargo, no tuvo tanta suerte y, pese a sus grandes aspiraciones, fue liquidado en julio cuando su plan de reestructuración fracasó. En Alemania, el fabricante Advanced Bikes presentó una solicitud de insolvencia en noviembre. Según admitieron fuentes de la compañía por aquel entonces, “la situación actual del mercado, caracterizada por grandes stocks en los almacenes, así como en los de nuestros clientes y también en los nuestros, ha hecho imposible nuestra continuidad”.
ESPERANZAS VANAS
Mientras que durante la primavera de 2023 no registró repuntes en las ventas de bicicletas convencionales ni bicicletas eléctricas y aquello marcó el desarrollo de gran parte del resto de aquel año 2023, los indicadores del mercado a principios de 2024 sugirieron que 2024 podría ser el año de la estabilización del mercado de bicicletas.
Sin embargo, en el Taipei Cycle Show, celebrado a principios de marzo de 2024, ya quedó claro que no se esperaba ninguna mejora en las difíciles condiciones del mercado antes del tercer trimestre, y eso como muy pronto, y que 2024 iba a ser un año difícil para la cadena de suministro.
Algunos fabricantes de componentes declararon que sólo abrirían sus líneas de producción durante 1 o 2 días a la semana, ya que las empresas esperaban con impaciencia un mayor volumen de pedidos.
A lo largo del pasado 2024, se fueron publicando estadísticas trimestrales de importación y exportación para evaluar mejor la situación del mercado.
Estos datos muestran que el repunte en el mercado ciclista todavía está muy lejos de producrise, a pesar de ciertas señales positivas de principios del año cuando las importaciones de bicicletas eléctricas en la UE finalmente se recuperaron después de meses de caída libre.
Como los altos stocks y la demanda sofocada siguieron afectando a mercados europeos clave, varias marcas importantes redujeron los precios durante el verano de 2024 para liberar algunas cargas financieras.
Sin embargo, los datos del tercer trimestre mostraron que las exportaciones de bicicletas eléctricas desde Taiwán, en particular hacia la UE, se estaban desplomando y que están a punto de cerrar el año con un déficit de 500 millones de euros en valor de exportación, en comparación con el año anterior, y también muy por debajo del nivel de referencia de 2019.
Con China ganando una mayor presencia en las importaciones de bicicletas eléctricas (más baratas) a la UE, muy probablemente este 2025 será un año de prueba para la industria en Taiwán.
OPINIONES DE LÍDERES
El pasado 2024, el fundador de Revonte, Otto Chrons, concedió una entrevista a la revista Bike Europe, en la cual el directivo admitió abiertamente lo difícil que sería lanzar con éxito un nuevo producto en el mercado (incluso en un momento en que el mercado estaba floreciendo).
Otto Chrons, reconoció, asimismo, que contar con un importante socio industrial debía ser la clave del éxito. Según afirmó Chrons en aquella entrevista a Bike Europe, “la validación por HGears fue muy importante para ser tomada en serio por el mercado. Si hubiéramos hecho esto dos años antes, nos habría ayudado mucho”.
Por otro lado, en las semanas previas al cierre de la fábrica de Flyer, su CEO, Andy Kessler declaró en otra entrevista a Bike Europe que “tenemos stocks de algunos componentes para más de un año”, indicando lo duras que eran las condiciones del mercado para muchos fabricantes y operadores del retail de todo el mercado.
Kessler vaticinó, asimismo, una reducción del 50% de la demanda del mercado ciclista para un plazo de dos años.
Una de las adquisiciones más importantes en 2024 fue la adquisición, por parte del Grupo Rebirth, de la planta de Cycleurope Industries SAS, con sede en Romilly-sur-Seine (Francia), después de que el Grupo Grimaldi decidiera vender esta unidad.
En una entrevista con Bike Europe el fundador de dicho grupo, Grégory Trébaol, declaró que “más allá de la fabricación de bicicletas, el Grupo Rebirth tiene como objetivo desempeñar un papel importante en la producción de componentes y nuevas tecnologías”.
INDICIOS PARA EL OPTIMISMO
Pero el pasado 2024, no fue un año únicamente de fatalidades y pesimismo. Y es que existen suficientes indicadores positivos para la industria ciclista a largo plazo.
De este modo, en abril del pasado 2024 se firmó en Bruselas la Declaración interinstitucional europea sobre el ciclismo. Se trata de la iniciativa política más ambiciosa hasta la fecha a escala de la UE en materia de ciclismo, que reconoce el uso del mismo como una prioridad estratégica y su capacidad para generar enormes beneficios para Europa.
ESPAÑA, ENTRE EL REPÓKER DE MERCADO PRINCIPALES
Por otro lado, el estudio de Mckinsey, que se dedica a la estrategia y a la gestión, pone de relieve las posibilidades del sector de la movilidad y de las bicicletas eléctricas en particular.
Dicho informe prevé que el valor del mercado de las bicicletas eléctricas podría quintuplicarse en el horizonte de dentro de diez años (en 2035), con cinco mercados clave como Alemania, España, Francia, los Países Bajos y el Reino Unido. Estos cinco países representarán juntos el 50% del valor de mercado en 2025.
Asimismo, un informe del banco de inversiones mundial Houlihan Lokey concluyó que “el mercado del ciclismo puede esperar una recuperación gradual con un aumento significativo a medio y largo plazo, con 2026 y 2027 marcando años cruciales para el aumento de fusiones y adquisiciones y oportunidades de inversión”.
El estudio de Mckinsey indica, finalmente, que es posible que la industria experimente otro período de auge antes del final de la década.
ESTRATEGIAS ORIENTADAS A FUTURO
Para que este período de anhelado auge se materialice, es necesario aplicar estrategias más orientadas hacia el futuro y no sólo centrarse en la supervivencia cotidiana.
Aunque la combinación de retos económicos y políticos ha generado tiempos difíciles para el sector, el especialista financiero, Ralf Kindermann, sigue considerando que la industria de la bicicleta es muy atractiva para los inversores. Ralf Kindermann hace especial hincapié en cómo las bicicletas se han convertido en un importante producto de movilidad, con los inversores de los últimos años cambiando el panorama de la industria del ciclismo. Muchos de ellos son inversores estratégicos y valoran el componente ESG del sector.
Las inversiones en la producción de bicicletas en Europa también continuaron en 2024. El gobierno francés ha pedido proyectos de inversión para llevar la industria ciclista del país al siguiente nivel, tanto en calidad como en cantidad. Ese programa forma parte de la iniciativa del gobierno galo para apoyar la innovación y la modernización del sector del transporte en Francia hasta 2030. Por su parte, en Polonia, el presidente de Romet, con sede en Polonia, afirma incluso que ‘ahora es el momento de invertir para el futuro’.
Fuera de Europa, Cube Bikes tiene planes de establecer una planta en Egipto para producir piezas de carbono reforzado para su exportación a sus fábricas europeas como insumos de producción.
Los nuevos inversores y los nuevos trabajadores que entran en la industria ciclista también abren posibilidades. Uno de esos recién llegados es Bike Matrix, que ha asegurado una inversión de 2 millones de dólares neozelandeses (1,1 millón de euros) dentro de la industria de las bicicletas para apoyar el desarrollo de su base de datos completa de piezas de bicicleta, que está ganando el apoyo de la industria. La empresa ha desarrollado un método propio para evaluar la compatibilidad de cualquier componente como sustituto o mejora de cualquier bicicleta. Otra señal de que se necesitan más datos para impulsar la industria.
¿QUÉ ESPERAR DE 2025?
Con 2023 considerado como un ‘año difícil’ y 2024 como un ‘año especialmente desafiante’, la pregunta abierta es ¿cómo será 2025?
Habrá que ver si este nuevo año pasa a la historia como el ‘año de la consolidación’ o el ‘año del cambio’… Tiempo al tiempo.
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