(2-4-2019). Juan Prieto es uno de los pocos youtubers ciclistas amateur de España. Su canal de youtube, Ruedas Gordas, acumula casi dos millones de visualizaciones. Para el influencer, los precios de las bicicletas han subido mucho en los últimos años al calor de la demanda.
¿Cómo decidiste poner en marcha Ruedas Gordas?
Soy un apasionado del ciclismo. Ruedas Gordas nació en el año 2011 con la idea de crear un sitio web o comunidad para compartir vídeos de MTB en todas sus modalidades. La idea era aglutinar todos los vídeos relacionados con este universo sin tener que navegar por varias webs para encontrarlos. El blog fue evolucionando y creciendo en entradas, así que al año siguiente salté de una plantilla fija a una web con programación. Empecé a añadir también artículos de opinión, noticias y novedades.
También pruebas bicicletas…
Sí, en 2012 me contactó la primera marca que me dio producto para testar. A veces pruebo yo mismo las bicis, otras cuento con un probador profesional que me ayuda. Soy muy alto y normalmente las marcas envían la talla M, que me queda pequeña. También colaboro con un fotógrafo profesional que puede hacer un reportaje del test.
Mis vídeos consiguen entre 5.000 y 8.000 plays en las primeras 24 horas
¿Cuántos seguidores y cuántas visualizaciones tienes?
El canal de youtube de Ruedas Gordas tiene unos 21.500 seguidores y la idea es alcanzar los 100.000. En cuanto a visualizaciones, estoy rozando los 2 millones. Mis vídeos consiguen entre 5.000 y 8.000 plays en las primeras 24 horas. También es muy importante la media de visualización del canal, casi 5 minutos, una cifra alta para la media.
¿Has logrado vivir de esto?
No, es muy difícil. Hay dos o tres revistas muy bien posicionadas, con estructuras muy fuertes, y es complicado competir con ellas. Yo estoy solo. Ellos son una marca corporativa y yo soy una marca personal.
Ahora me estoy orientando más hacia el público que hacia las empresas. Puedo conseguir más apoyo económico de los fans, que se suscriben y pagan un euro o dos. Además, cuantos más plays tienes en youtube, mayores son los ingresos que percibes de Google Adds.
¿Te defines como un influencer?
Es una palabra que está muy de moda (ríe). Ruedas Gordas no nació con la intención de influir sobre nadie, pero, por los comentarios de los seguidores, me doy cuenta de que sí lo hace. La gente me pregunta por el material que uso y estoy empezando a tapar los nombres de las marcas que empleo porque me gustaría que me dieran más apoyo.
En el mundo anglosajón, los más populares son los youtubers, no los ciclistas profesionales
¿Hay mucha competencia en este terreno?
En España hay muchos ciclistas profesionales o marcas de ciclismo que tienen sus propios canales de youtube, y también canales de revistas. Yo soy una mezcla entre youtuber y ciclista. En el mundo anglosajón, los más populares son los youtubers, no los ciclistas profesionales
¿Vídeos mejor que texto?
Yo empecé con facebook y twitter, que en aquellos momentos estaban más fuertes pero luego empezaron a perder peso. Por el contrario, youtube se fortalecía y aposté por este canal. Hoy día todas las marcas se están lanzando también hacia los vídeos. La gente prefiere ver un vídeo antes que leer un artículo.
¿Qué distingue a los vídeos de Ruedas Gordas?
En mis vídeos hay un 50% de contenido y un 50% de entretenimiento. Intento mezclar estos dos ingredientes y dar también un toque de humor. Lo que me diferencia es que hago vídeos para la gente normal. Hay profesionales que lo explican todo de maravilla pero su lenguaje no es para la gente de a pie. O que cuentan unas hazañas que quedan lejos para la mayoría de mortales.
¿Cuál es el vídeo más visto en tu canal?
Versa sobre cómo saltar un ‘cortao’ (drop) con la bici y tiene unos 200.000 plays.
Ahora todas las tiendas de ciclismo trabajan con una financiera y la gente paga una letra de bici
Como youtuber y probador, ¿qué percepción tienes del negocio actual de la venta de bicicletas?
Hay una burbuja en los precios de las bicicletas. Hace unos años, un cuadro de aluminio de una marca tope de gama costaba mil euros y un cuadro de carbono, entre 1500 y 1800. Ahora no encuentras un cuadro de carbono por menos de 3.500 euros. Sin embargo, cuando en verano llegan las nuevas colecciones y los proveedores se quieren deshacer del producto de la temporada anterior, encuentras ese mismo cuadro por 1.500 euros.
Los precios han subido mucho, alentados por la demanda. Ahora todas las tiendas de ciclismo trabajan con una financiera y la gente paga una letra de bici. Antes una bicicleta tope de gama costaba 4.000 euros. Ahora este es su primer precio.
Sin embargo, los comercios ciclistas se quejan de los escasos márgenes de las bicis…
Es cierto que hoy día cuesta mantener una tienda de bicicletas. Gran parte de la culpa la tenemos los propios ciclistas, que estamos enganchados a la cultura del descuento y al ‘¿en cuánto me lo dejas?’. Las tiendas se están tirando piedras a sí misma y están dispuestas a sacrificar el margen por la venta.
Creo que el concepto de tienda como ahora lo conocemos va a desaparecer. La distribución evolucionará hacia los servicios y las experiencias. Es muy complicado luchar contra Internet, sobre todo en determinadas categorías como la ropa o los componentes. Los comercios también necesitan un buen mecánico que trabaje excelentemente las horquillas y las suspensiones, que son el punto débil de los talleres.
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