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Ni tiendas ni marcas líderes han movido ficha hasta ahora

La ‘vacuna’ ciclista contra los costes energéticos

El impulso de la bici urbana puede generar un bike-boom más longevo que el del covid

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Retailers líderes de opinión del mercado ciclista, marcas suministradoras líderes y patronales y asociaciones deben implicarse decididamente en el nuevo escenario propiciado por la escalada incesante de los costes energéticos para los ciudadanos.

(17-13-2022). ¿Qué esperan los líderes del mercado ciclista a tomar cartas ante la escalada que están protagonizando diariamente los precios de los combustibles? Tiendas, marcas y estamentos deben implicarse en la definitiva promoción de la bicicleta como medio de transporte urbano alternativo como ‘vacuna social’ contra el virus de los costes energéticos. Un nuevo bike-boom está en juego.

El mercado ciclista tiene ante sí una oportunidad de oro para generar, a medio plazo, un nuevo bike-boom en el sector y, además, más sostenible y longevo que el que propició el Covid-19. La incesante escalada de los precios del combustible brinda una ocasión propicia para que, de una vez por todas, el ciclismo despierte en su dimensión como transporte urbano alternativo.

El primero que debe creérselo, sin embargo, es el propio sector y, sin duda alguna, también las organizaciones de empresas, de usuarios y de consumidores vinculadas al mismo. Que antes de ayer el Ministerio de Transporte del Gobierno español anunciara el lanzamiento de la campaña ‘En bici al trabajo’ no constituye, por supuesto, ninguna casualidad. El movimiento se inscribe en una coyuntura tremendamente proclive a la promoción de la bicicleta como medio de transporte urbano alternativo para los trabajadores y ciudadanos en general, especialmente tras la persistente e intensa escalada de los costes energéticos que citaba.

¿LÍDERES DE ESPALDAS AL ESCENARIO?

Miraba ayer diversas redes sociales de los principales operadores del retail ciclista y alucinaba al constatar como ninguno de esos gigantes, (ninguno, insisto) hacía mención alguna del escenario en que nos encontramos inmersos, no ya desde el estallido de la guerra de Ucrania, sino incluso, desde principios de año cuando todo hacía presagiar no sólo el inicio de este conflicto bélico, sino sobre todo que ya existían evidencias de que el precio de los diferentes combustibles estaba yendo ya al alza. Confieso que me indigna, más que sorprenderme, que ninguno de los líderes de opinión del retail ciclista, ni apenas ninguna de las principales marcas de bicicletas y/o de productos para la práctica del ciclismo haya iniciado ya alguna campaña de concienciación sobre el uso de la bicicleta como medio de transporte urbano alternativo.

El retail ciclista tiene en estos momentos la oportunidad de ofrecer a sus clientes tradicionales y nuevos experiencias realmente memorables

Sin duda, en esta ocasión, el Gobierno ha ido por delante del sector y eso que tradicionalmente acostumbra a llegar tarde. Es por ello que insto a los gigantes del retail, a los que prescriben actitudes y acciones en el seno del comercio ciclista en el país a que muevan ficha. Sin duda, es la hora de que todos ellos inicien con la mayor celeridad actuaciones proactivas que demuestren que están al lado de la ciudadanía para ayudarle a afrontar esta escalada de los costes energéticos y a ser partícipes en esta imprescindible transformación de la movilidad. Señoras y señores, es hora de que estén realmente al lado de los miembros de sus comunidades digitales; échenles un cable, superen las limitaciones tradicionales de su status de tienda y apuesten decididamente por potenciar su rol de servicio de atención al público. Tienen ante sí la oportunidad de ofrecer a sus clientes tradicionales y nuevos experiencias realmente memorables.

Y es la hora también de las marcas suministradoras líderes. Es la hora de que todas ellas se impliquen decididamente en promover el salto definitivo que permita al mercado ciclista salir del tradicional estancamiento deportivo. La bicicleta no nació para hacer carreras. La bicicleta nació para facilitar la movilidad de los ciudadanos. Y es hora de que, ante el cariz que están tomando los precios de los combustibles y la energía, se aborde de una vez un cierto retorno a aquellos orígenes.

Es hora de que el sector ciclista adquiera el rol de transformador social de la movilidad que podría y debería desempeñar

Y, por supuesto, es la hora también de las patronales como Ambe y Atebi, de los gremios como el de comerciantes de bicicletas de Catalunya; de asociaciones como las de usuarios de la bicicleta.

Es hora de que realmente el sector ciclista entero demuestre creatividad ante los ciudadanos y les haga propuestas originales; que evidencie su espíritu solidario y desarrolle una verdadera vocación ecologista; que estimule y lidere la concienciación social por el transporte urbano en bicicleta y adquiera el rol de transformador social de la movilidad que podría y debería desempeñar.

EJEMPLO NORTEAMERICANO

Hace unos días, James Moore escribía un artículo en la revista norteamericana Bicycle Retailer, titulado “Cómo pueden prepararse los detallistas ante los precios récord de la energía”. En el mismo exponía que “durante el Covid vimos a los estadounidenses salir a raudales para comprar bicicletas como un medio seguro para hacer frente a los apagones. También pusimos en funcionamiento las bicicletas  que habían estado inactivas durante años para facilitar la salida de los ciudadanos fuera de sus casas”.

Estamos a punto de experimentar un segundo boom pero esta vez con una demografía diferente

James Moore añadía en su escrito que “estamos a punto de experimentar un segundo boom pero esta vez con una demografía diferente. Los que ‘limpiaron’  el stock de nuestras tiendas durante el Covid eran estadounidenses acaudalados en su mayoría, en busca de un mercado recreativo. A medida que los precios del combustible aumentan rápidamente y a niveles sin precedentes, estamos a punto de ver a los ciudadanos con medios económicos más modestos buscar una manera asequible para llegar a su trabajo”.

Moore recordaba en su escrito a los detallistas norteamericanos que “muchos de nosotros no estábamos preparados para la abrumadora demanda surgida tras el confinamiento y, en vez de ajustar nuestros modelos de negocio para satisfacer la creciente demanda de nuestros clientes, les insistimos en que se ajustaran a nuestras necesidades exigiendo citas previas y tomándonos días, semanas, e, incluso, meses para atender sus pedidos de bicicletas”.

Es hora de mostrar una especial sensibilidad hacia aquellos ciudadanos menos favorecidos salarialmente

James Moore recomendaba a los detallistas norteamericanos del retail ciclista que adoptasen “una especial sensibilidad hacia aquellos ciudadanos que intentan mantener sus trabajos de sueldos bajos o muy ajustados, porque en este nuevo escenario necesitarán sus bicicletas en días y no en semanas o meses”.

LA HORA DE LA IMPLICACIÓN

Estoy convencido de que las situaciones descritas por James Moore en su artículo son parejas o muy parecidas a las vividas por el mercado ciclista español durante el bike-boom, es decir, en el periodo comprendido entre junio de 2020 y mayo de 2021. Asimismo, los planteamientos que expone Moore ante este nuevo escenario derivado del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y del disparo de los costes energéticos también es perfectamente probable en España.

Toda la ayuda que hoy pueda aportar el mercado ciclista a la sociedad acabará revirtiendo positivamente en su futuro

Como en su día el Covid casi se superó sobre todo gracias al esfuerzo de cada uno de nosotros, más que al de las administraciones, es importante que ahora todos los eslabones del mercado ciclista se arremanguen ante este nuevo escenario, que definan estrategias, que planteen acciones y las lleven a cabo. Es hora de que tiendas y marcas se impliquen personalmente y no como ‘sucursal de la administración’, como cuando lo de las ayudas para las ebikes.  Toda la ayuda que hoy puedan aportar a la sociedad acabará revirtiendo positivamente, sin duda alguna, no sólo en un futuro más sostenible para el mercado ciclista, sino también, y muy especialmente, para el futuro de la sociedad.


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