Catlike para máquinas para repensar su modelo de negocio

“Hemos optado por parar, pensar y arrancar”, asegura el fundador y director general de Catlike, Pepe del Ramo, quien asegura que la marca “sigue más viva que nunca” y que esto no se trata de un adiós. La compañía ha parado la producción y, desde hace tres meses, ha interrumpido la entrega de algunos modelos, si bien el servicio de garantías y de atención al cliente continúa funcionando con normalidad.

De hecho, Del Ramo precisa que las ventas de la primera mitad del año han remontado tras un 2018 en el que no se logró igualar la facturación de 2017, ya que el último cuatrimestre del año se vio lastrado por los retrasos en la recepción de los moldes. El gerente recuerda que Catlike desarrolla sus propios cascos y que “hasta que un modelo no está homologado no sale a la venta”. Por el contrario, percibe que cada día circulan más cascos de fabricación asiática que no cuentan con las pertinentes homologaciones.

El online ganará protagonismo en la venta de accesorios

Del Ramo explica que Catlike está en un periodo de transición y que se está planteando su modelo de negocio porque “tanto el mercado ciclista como el comercio tradicional también se encuentran en pleno proceso de transformación”. La empresa ha emprendido una reestructuración “para adaptarse a los nuevos tiempos” y no descarta unir sinergias con otros actores del mercado.

Sólo se venderán offline los accesorios de las marcas de bicicletas que estén en las tiendas físicas

Para el fundador de Catlike, el comercio electrónico copará la mayoría de las ventas de accesorios de ciclismo como los que fabrica la compañía (cascos, zapatillas, gafas, calcetines, etc.) y augura que “sólo se venderán offline los accesorios de las marcas de bicicletas que estén en las tiendas físicas, si bien siempre quedará una reducida serie de puntos de venta comprometidos con las marcas especialistas. El avance de las tecnologías hará que las herramientas de las que disponen los consumidores para acertar mejor con el producto –medidores de pie o de cabeza o estudios biomecánicos- se puedan trasladar fácilmente al mundo online”, vaticina.

Es por esto que prevé que Catlike, que no cuenta hasta la fecha con venta propia a través de su página web, tendrá que tener una mayor presencia en el canal online, sin olvidar –incide Del Ramo- a los comercios físicos más comprometidos con la enseña, que serían también puntos de recogida del producto vendido online. De hecho, el directivo se muestra convencido de que el papel de las tiendas de ciclismo se focalizará al de ser puntos de entrega de los e-commerce de las propias marcas, al mismo tiempo que será crucial el taller.

Seguridad y customización

El fundador de la empresa subraya que, dentro de la nueva etapa que emprenderá Catlike, el objetivo es reforzar aún más si cabe su apuesta por la seguridad del ciclista. “Me entristece ver que hay consumidores que no tienen escrúpulos en adquirir imitaciones de marcas reconocidas en Internet y comprar cuatro copias por el precio de un casco de calidad”, indica. El objetivo de Catlike es retomar la producción después del verano y adaptarse a las nuevas tendencias del consumo.

La idea es potenciar la customización porque el consumidor tiende a ser más exclusivo: “Vamos a desarrollar productos que sigan siendo atractivos. Si hay algo que caracteriza a Catlike es que es una marca con identidad y la vamos a seguir manteniendo, mejorando e innovando en materiales y ofreciendo artículos que destaquen por su estética pero también por sus prestaciones, su calidad y sus garantías para la seguridad del ciclista”.