(16-6-2022). El segundo apellido de Antonio Sánchez Currá dio nombre a Ciclos Currá en 1950, cuando abrió un negocio de alquiler de bicicletas en Cartagena. Hoy, 72 años después, los nietos del fundador rigen una tienda de 300 metros cuadrados, una mega store de 1.800 metros cuadrados y un potente ecommerce que factura el 50% de los ingresos totales.
Inicialmente, Ciclos Currá alquilaba bicicletas en un pequeño local, sobre todo a jóvenes que hacían su servicio militar en la ciudad; poco después abrió un taller de reparaciones y, a continuación, emprendió la venta de bicicletas.
Fue en 1984 cuando el negocio se trasladó, en la misma calle del centro de Cartagena, a la tienda-taller que hoy en día conserva la enseña. Posteriormente, ya en el siglo XXI, en 2007, abrieron su mega store en el polígono industrial de Cartagena.
La pandemia disparó el ecommerce
Según declara Alberto Sánchez, co-propietario junto a su hermano Antonio de la cadena, las ventas de sus tiendas físicas fueron partícipes del bike boom y, además, se subieron a la cresta de la ola del aumento del consumo online experimentado durante la pandemia. Ello fue gracias a que en esas fechas ya tenían un ecommerce en funcionamiento.
En sus inicios, en 2019, las ventas de su tienda online ventas apenas representaban el 5% de los ingresos totales. Pero Sánchez considera que “cuando llegó la alta demanda online causada por la situación de pandemia nuestra tienda estaba preparada para llegar al consumidor y pudimos vender”. El pasado año, la facturación online llegó a ser del 40% del total y actualmente alcanza el 50%.
OPERAR EN LAS DOS DIMENSIONES
Su departamento de comercio electrónico emplea en la actualidad a tres personas para gestionar la logística de las ventas y el mantenimiento de la página web. La gran mayoría de las ventas de su ecommerce se realizan en España, pero también reciben pedidos puntuales desde países como Portugal, Francia, Italia, Alemania o Suiza.
Sánchez señala que su ecommerce “es una línea de negocio más que queremos mantener y potenciar progresivamente, pero sin descuidar la tienda física; no queremos apostar todo a la tienda online”.
El detallista considera su web como un servicio más, tanto para clientes lejanos, que no pueden acudir a la tienda, como para clientes de la zona. Estos últimos, por ejemplo, realizan sus compras online para luego recoger en la tienda física, lo cual “agiliza mucho la transacción”, apunta el detallista. Según añade, “operamos como tienda omnicanal, con una concepción global, sin hacer separaciones entre la tienda online y la física. No en vano, ambas tipologías de comercio comparten recursos como puede ser el almacén”.
Del pequeño local que el abuelo Antonio Sánchez Currá abrio en 1950, en 1984, Ciclos Currá se trasladó a un nuevo local de mayores dimensiones de la misma calle. Esa tienda (imagen) cumple este año 38 años.
Primer semestre plano
Sánchez coincide con la mayoría de detallistas del sector en haber experimentado un primer semestre con altibajos en las ventas. Igualmente, da por terminado el bike-boom y contempla “una vuelta a la normalidad, pero con los problemas económicos que actualmente afectan a todos los consumidores”.
No obstante, manifiesta que las ventas se mantienen al mismo nivel que el año pasado, gracias en parte a que en la actualidad cuentan con bastante stock de la mayoría de bicicletas y componentes.
El detallista destaca el aumento de la demanda de bicicletas eléctricas de montaña, apuntando que es el segmento de mayor crecimiento en la actualidad. Asimismo, también expone que ha aumentado la actividad de taller, lo cual “ayuda cuando las ventas se frenan”.
No hay comentarios
Añade el tuyo