(19-3-2019). Son declaraciones de José García, propietario del comercio Ciclos Jogar, en Gijón. El veterano detallista está convencido de que las programaciones tienden a extinguirse porque “es lo que más quema a un negocio”.
Ciclos Jogar es una de las tiendas de ciclismo más longevas de Gijón. Al frente está José García, que fundó el negocio hace 20 años después de trabajar casi otros 20 arreglando por su cuenta bicicletas en Suiza. El detallista indica que, en estas dos décadas de trayectoria, el mercado ha tenido altibajos y ahora “la situación es comprometida, no tiene nada que ver con el momento dulce que se vivía hace 10 años”. Y es que, según justifica, la competencia se ha multiplicado, tanto por la irrupción del canal online como por el exceso de tiendas físicas. Dice que, sólo en Gijón, el número de puntos de venta de ciclismo se ha doblado de 15 a 30 en los últimos 10 años.
El propietario de Ciclos Jogar señala que su comercio también “ha pegado un bajón en ventas”. “Seguimos adelante porque somos una tienda pequeña, con una gestión familiar y con pocos gastos”, afirma, “en un negocio pequeño ves venir antes al lobo, las estructuras más grandes lo tienen más complicado”.
El fin de las programaciones
García pronostica que, en un plazo de tiempo no muy largo, las programaciones se acabarán. “Las marcas se van a tener que ir olvidando de este sistema porque es lo que más quema a un comercio”, asegura. “Hoy día el que vende barato es porque compra barato. Si haces una programación elevada te beneficias de un mayor descuento, pero no me parece justo. Creo que todas las tiendas deberían optar al mismo precio y, al final de la temporada, los proveedores deberían ofrecer una comisión al comercio por volumen vendido”, sugiere.
El minorista recuerda que los márgenes del sector ciclista son muy ajustados y reclama más apoyo de los suministradores. “No hay políticas de apoyo por su parte. Otra cosa es que sean marcas serias, cumplidoras o que ofrezcan un buen servicio postventa, pero deben mejorar sus condiciones y entender que la programación es un modelo acabado”, les insta.
En un negocio tienes que tener claro que no puedes bajar de unos mínimos
García asegura que, en su caso, ha dejado de trabajar con programaciones. “Son muy peligrosas. Las marcas te amarran para que te lleves el mejor precio pero después tienes que vender el producto como sea”, argumenta. Dice que, al no programar, opta al precio base y vende a tarifa porque, de lo contrario, no obtiene ningún beneficio. “En un negocio tienes que tener claro que no puedes bajar de unos mínimos. Si no vas a ganar dinero, mejor no hacer nada”, subraya.
Ante esta situación, explica que su táctica pasa por ofrecer un excelente servicio postventa al cliente y apostar por aquellas marcas que no estén muy masificadas en su zona. El taller también cobra mucha relevancia y José García sostiene que es un servicio que “funciona y funcionará”. “El usuario que se compra una bicicleta de gama alta o una eléctrica sabe que necesita un mantenimiento”, incide.
El papel de la tienda en el futuro
El fundador de Ciclos Jogar observa que el consumidor ha cambiado de hábitos y cada vez hay más personas a las que le gusta comprar online. “Hay mucha gente que no sólo tiene en cuenta el precio, también es cuestión de comodidad, e incluso compran en las webs de ‘click&collect’ de las marcas a un precio superior que el de la tienda física”, valora.
García augura que la tendencia de los sellos de bicicletas seguirá este camino, es decir, que todas acabarán poniendo en marcha sus propios sistemas de venta online con recogida en un punto de venta físico y que las tiendas “nos convertiremos en servicio de entrega y postventa”. Eso sí, no cree que las marcas lleguen a entregar a domicilio sino que la bici “tendrá que salir rodando de una tienda”.
Cuando el cliente que compra por Internet vea que no tiene establecimientos físicos donde ver y tocar el producto se le caerá la lágrima
Primero cierres, luego más aperturas
El detallista asturiano sostiene que el mercado está saturado y prevé que a corto plazo cerrarán muchos comercios de ciclismo, pero a largo plazo, en unos 10 años, “el negocio se volverá a expandir y se volverán a abrir tiendas”. A su juicio, la práctica de ciclismo va a más y el mercado también crecerá. De este modo, “cuando el cliente que compra por Internet vea que no tiene establecimientos físicos donde ver y tocar el producto se le caerá la lágrima”.
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