El ciclismo base en peligro

Las tiendas de ciclismo advierten que esta disciplina se está convirtiendo en un deporte de viejos. Según datos facilitados por la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC), así lo demuestra también la evolución de las licencias entre 2005 y 2015 para las categorías infantiles y juveniles. Si bien el número total de licencias de ciclismo se prácticamente doblado en estos 10 años, pasando de 40.140 a 79.375, la evolución de los federados de las categorías más jóvenes no muestra la misma dinámica.

Así, por ejemplo, en categoría Principiante (9 y 10 años) las licencias han bajado de las 1.297 de 2005 a las 889 de este año. En alevín (11 y 12 años), la caída es de 1.003 a 943; y en infantil (13 y 14 años), de 1.489 a 1.023. Crecen sin embargo ligeramente los federados en categoría Junior, que pasan de 1.465 en 2005 a los 1.535 de 2015.

Los comercios de ciclismo se declaran preocupados por este descenso. “A corto plazo, las tiendas no tenemos que inquietarnos por nuestro negocio, pero tal vez el sector tenga un problema en el futuro si no se incentiva este deporte entre los más jóvenes”, manifiesta Pedro Maestre, propietario de Maestre Bikes y que compitió en diferentes categorías desde que tenía 10 años. En la misma línea, Julen Zubero, propietario de Ciclos Zubero, indica en que “si los niños empiezan desde pequeños, es una pelota que se va haciendo más grande. La situación del ciclismo base es preocupante, se está convirtiendo en un deporte de gente mayor”.

Los motivos

Entre las causas que han llevado a esta situación, Pedro Maestre expone que “el ciclismo requiere mucho tiempo e implicación por parte de los padres y, hoy día, los niños suelen estar enfrascados en muchas actividades extraescolares. El entorno del colegio también influye”. En este sentido, Julen Zubero también incide en que es un tema de educación: “En los colegios se tendría que jugar un poco más con la bici o impartir asignaturas relacionadas con la seguridad vial”, sugiere.

A estos factores Álvaro Concha, encargado de la tienda Ozone, añade que “los niños ahora tienen muchas ‘tentaciones’ para entretenerse, el móvil, la consola, el fútbol, etc.”. A su juicio, el ciclismo base “ha bajado por falta de medio y de apuesta y también por la mala prensa que han generado los casos de dopaje. Un niño que ve esas noticias piensa que el ciclismo es una trampa”.

La seguridad también sería un elemento clave. Según los detallistas consultados, la carretera “tiene mala fama” y muchos padres se lo piensan dos veces antes de involucrar a sus hijos en este deporte. Algunos advierten además que es un tema de ‘modas’ y que el ciclismo, a día de hoy, no lo está entre los niños. Curiosamente, recalcan, pasaría al contrario con los adultos.

Más implicación de las grandes marcas

Algunos minoristas piden a las grandes marcas de bicicletas un mayor esfuerzo para incentivar el ciclismo de base. Luis Monreal, propietario de Más Pulsaciones, critica que “las grandes firmas, como buenas multinacionales, sólo están preocupadas por la facturación. Sólo se preocupan de estar en las grandes competiciones, sin tener en cuenta que la base es el futuro”. El detallista propone que organicen eventos con niños y jóvenes como protagonistas o que patrocinen a las escuelas.

Con él está de acuerdo Alberto Aparicio, copropietario de Ciclos Nico, quien observa que “el ciclismo base está muerto, hay muchos menos alumnos en escuelas y participantes en carreras. No lo apoyan ni las marcas ni las administraciones. Es un deporte caro y ni unas ni otras hacen difusión”.

Álvaro Concha añade a todo lo anterior que “las principales marcas de bicicletas no terminan de implicarse con el ciclismo base, están más preocupadas por la alta competición. Además, suelen tener poca oferta de bicis infantiles y los precios son caros. A los padres les echa para atrás gastarse 800 euros en una bicicleta que al niño le va a durar dos años”. Luis Monreal puntualiza que “la oferta infantil de las grandes marcas es cara en comparación con la de las grandes superficie o la de las marcas específicas de bicis de niño”.

La escuela, un revulsivo para las ventas

Precisamente Ozone, tras más de nueve años de trayectoria, decidió hace seis meses poner en marcha una escuela de ciclismo. Concha explica que, aunque es pronto para valorar la iniciativa, “hoy día una tienda tiene que ir más allá de la oferta de producto en sí. Tienes que disponer de un complemento, un aliciente, para atraer al cliente y creemos que la escuela, sin duda, lo es”.