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ESENCI@L

Los comerciantes evalúan el impacto sobre sus ventas

Los pros y contras de Bicimad según las tiendas de ciclismo de Madrid

bicimad

Bicimad cuenta en la actualidad con 63.000 abonados.

(6-7-2017). Tiendas de ciclismo de Madrid aseguran que Bicimad, el sistema de bicicleta pública implantado en la ciudad hace tres años, ha ayudado a dar visibilidad a las bicis eléctricas y a fomentar la cultura ciclista. Pero también ofrece unos precios con los que los comercios no pueden competir.

“He atendido a mucha gente preguntando por una bicicleta eléctrica porque previamente la habían probado en Bicimad”. La contundente afirmación de Armando Mediero, responsable de una de las dos tiendas que Biobike tiene en Madrid, no es generalizada, pero sí constata que alguna cosa ha cambiado después de tres años de funcionamiento del sistema público de bicicleta eléctrica implantado en la capital.

“El servicio”, añade, “aunque con muchos aspectos técnicos a mejorar, ha hecho bajo mi punto de vista que la bicicleta haya pasado a tener protagonismo en una ciudad sin tanta tradición como otras y esto es muy positivo para el sector, al menos nosotros lo hemos notado en las ventas”.

En el mismo sentido se expresa Sergio Garrido, vendedor de Biciclick, que dispone de una tienda en el centro de Madrid y otra en Torrejón de Ardoz: “Nuestras ventas han aumentado en los últimos 5 años. De algún modo, nos vino muy bien que Bicimad registrara quejas durante su primer año de funcionamiento porque los usuarios disgustados se dirigían a nosotros. A partir de aquí, su repunte ha creado más usuarios que se han convertido a la vez en nuestros potenciales clientes”.

Bicimad ofrece un producto mucho más barato, sin coste de mantenimiento, y con eso difícilmente podemos competir

Imposible competir por precio

El contrapunto lo pone Javier Fernández, responsable de Otero Ciclos: “En general la venta de bicicletas ha caído mucho los últimos 5 años, aunque las causas vienen de una crisis económica que merma poder adquisitivo. Lo que sí es verdad respecto a Bicimad es que ofrece un producto mucho más barato, sin coste de mantenimiento, y con eso difícilmente podemos competir”.

Otero Ciclos pasó de fabricar bicicletas eléctricas, para luego pedirlas y finalmente dejar de venderlas. “Ese descenso de ventas es en parte debido al auge de Bicimad pero, sobre todo, a que han abierto muchas más tiendas especializadas en eléctricas y eso resta muchos clientes a tiendas que se dedican a la venta en general como la nuestra”.

Un servicio diferente

Laura Sánchez, responsable del comercio de Sanferbike en la M-30, apunta que “el sector ya lleva mucho tiempo en una crisis general y nosotros estamos contentos con mantenernos”. En lo referente al efecto de Bicimad, cree que “ni beneficia ni dificulta a otras tiendas porque es un tipo de servicio diferente”.

Este servicio ha contribuido a empezar a crear una cultura ciclista que faltaba

La detallista hace un balance positivo de los tres años de implantación del servicio porque “aunque falta mucho por mejorar -carriles bici, infraestructuras, etc.-, ha contribuido a empezar a crear una cultura ciclista que faltaba, y esto evidentemente beneficia a todos los comercios. Las eléctricas, poco a poco, están más presentes en el consumidor y nosotros confiamos en que, con este auge y con nuevas campañas de publicidad y de test, los potenciales usuarios de eléctricas se conviertan en clientes fijos”.

Consecuencias sobre los alquileres

Un nicho de mercado al que la implantación de Bicimad ha afectado directamente es el de los negocios de alquiler. Hay muchos de ellos en el centro de Madrid, como Mi Bike Río, que ha visto cómo la cifra de alquileres contratados ha aumentado sobre todo estas últimas dos primaveras. Manuel de José Ortiz, su responsable, asegura que “el servicio que ofrece Bicimad no perjudica nuestro negocio porque la calidad y la oferta de nuestras bicicletas es superior, aparte de que Bicimad sólo permite un trayecto por horas y nosotros podemos alquilar por horas o por días enteros, tanto para paseos como para cicloturismo”.

Eso sí, indica que “en los últimos 3 años se ha notado una mejora tanto en la red de carriles bici como en la conciencia y cultura ciclista en la capital. Esto es en gran parte gracias también a Bicimad y permite que nuestro sector disponga de más potenciales clientes y, por lo tanto, nos beneficia a todos”.

63.000 abonados

Madrid estrenó Bicimad en junio de 2014. El servicio arrancó con algunos fallos informáticos, con quejas y con más de 800 bicicletas robadas o dañadas hasta final de 2015. Bonopark, la empresa que lo gestionaba, llegó a tener pérdidas mensuales de hasta 300.000 euros y pidió más inversión por parte del Ayuntamiento de Madrid, que finalmente decidió hacerse cargo totalmente de los costes y el servicio pagando 10,5 millones de euros.

Actualmente Bicimad cuenta con 63.000 abonados y el consistorio madrileño tiene prevista una nueva inversión gracias a la cual, el próximo mes de septiembre, se confirmará la creación de 40 nuevas estaciones que se sumarán a las 165 actuales, con 27 bicicletas cada una, y se ampliará en 32km la red de carril bici de la ciudad.  La previsión es que haya en funcionamiento 4.000 bicicletas, unas 1.500 más que las actuales. Bicimad cuesta anualmente al Ayuntamiento 5,3 millones de euros, tres de los cuales son financiados con el dinero que ingresan los abonados.


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