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ESENCI@L

La falta de stock lastra la rentabilidad de la tienda

Purabici advierte de una nueva amenaza para los pequeños talleres ciclistas

Su propietario lamenta que algunos proveedores españoles no le quieran servir

Purabici

El propietario de Purabici, José Antonio Díaz, se lamenta de la cada vez menor rentabilidad de su tienda por los elevados precios de los componentes y los accesorios, una tendencia causada por la falta de stock global.

(2-9-2021). La cada vez más delicada situación de la cadena de suministro en la industria de la bicicleta sitúa en el alambre a muchas pequeñas tiendas ciclistas que dependen de los recambios para taller. Así lo asegura el propietario del pequeño comercio sevillano Purabici, José Antonio Díaz, quién remarca una caída notable de la rentabilidad en el último año a pesar de un aumento en el volumen de facturación.

Tras verse afectado por la crisis económica del 2008, que tocó de lleno al sector de la automoción, José Antonio Díaz abrió Purabici en Tomares, uno de los pueblos con mayor renta per cápita de Andalucía. Durante años, el pequeño negocio ha subsistido con un volumen de negocio bajo, pero la llegada de la pandemia y el bike-boom trastocó por completo su devenir.

“Tras la primera ola de la pandemia, me vi tan abrumado de trabajo que tuve que cerrar la tienda unos días, recuperarme del estrés y pensar en una estrategia adecuada. Entonces decidí contratar a una persona para realizar tareas de taller”, afirma el detallista. Desde mayo del año pasado, la demanda para reparaciones se ha mantenido en niveles elevados, sin embargo, la rentabilidad de la tienda ha caído en picado, alrededor del 50% menos.

Las cifras que proporciona Purabici son concluyentes: “si cada mes realizo compras por valor de entre 3.000 y 4.000 euros en recambios o componentes para taller, el beneficio que extraigo es tan sólo de un 5%. Mi gestor ya me advierte que corro un riesgo elevadísimo”.

La falta de stock es determinante

Nunca antes, Purabici había tenido tanto volumen de negocio, casi alcanzado los 3.000 euros de facturación semanal, pero tan poco margen de beneficio. La principal causa, según Díaz, es la imposibilidad de aprovisionarse de material por los cauces tradicionales y a precios adecuados, en un momento de desabastecimiento global.

El propietario reconoce que la gran mayoría de recambios o componentes “de los que dispongo los he comprado en tiendas extranjeras y a precios inflados, dada la dificultad general que existe para encontrar según qué piezas”.

Proveedores españoles que no sirven

Por otro lado, José Antonio Díaz lamenta las enormes dificultades de las pequeñas tiendas ciclistas para obtener material a través de los distribuidores españoles. Incluso cita el caso de Team Bike, que se encarga de la distribución de los productos de Sram “y que directamente no me vende”.

Preguntado por si cree que algunos proveedores están priorizando el servicio a unos determinados clientes, aquellos con un mayor volumen de ventas, el detallista ha afirmado que “de la actual situación de mercado se deduce que sí están sirviendo a unos pero a otros no”.

“Vengo del sector del automóvil y tengo la sensación que el sector de la bicicleta vive en un completo desorden. Nunca he entendido porqué un proveedor no quiere trabajar con clientes más pequeños y sólo quiere clientes VIP”, afirma Díaz.

Riesgo de cierre

Díaz afirma que la situación de su tienda es similar a la que viven muchos otros pequeños comercios ciclistas de toda la geografía española: “ahora más que nunca, vivimos en el alambre, cubrimos los gastos de funcionamiento y, como mucho, extraemos un pequeño sueldo. Nuestra satisfacción es sobrevivir”.

Con más de una década de experiencia en el sector, el detallista considera que el servicio de taller que ofrecen las pequeñas tiendas ciclistas va a seguir siendo necesario. Sin embargo, advierte que la cada vez mayor dificultad para abastecerse puede poner en peligro a muchos negocios.

“Reinventarse es disponer de dinero”

El detallista tiene muy claro que la clave para el buen funcionamiento de un negocio de retail no es ofrecer una propuesta de servicio innovadora. La solución es sencilla y extremadamente difícil a la vez: “reinventarse hoy en día es disponer del dinero suficiente que te avale, ya sea tuyo o de un socio capitalista”.

“El factor determinante en la industria ciclista es ahora la liquidez en la cuenta bancaria, para poder realizar unas buenas programaciones y disponer de producto que vender”, subraya el propietario. Las tiendas que consigan situarse en dicho escenario “tendrán mucho ganado porque podrán vender y, además, con un margen de beneficio mayor”..

El precio de la hora de taller

Con el estallido de la pandemia y la llegada del bike-boom, Purabici incrementó los precios de la hora de trabajo, que ahora se sitúa en los 26 euros. Sin embargo, Díaz advierte de que se trata de una tarifa “estimativa” y que ni mucho menos “la mayor facturación en mano de obra puede compensar el alza en los precios de los componentes y recambios”.

A su vez, la tienda ha dejado de vender bicicletas Scott y Connor, si bien el detallista afirma “que ya en 2019 no realicé ninguna programación con ellos y entiendo que ahora las bicicletas vayan a todos aquellos que sí las llevaron a cabo”. Tanto una como la otra marca no le aseguran bicicletas, como mínimo, hasta 2023.


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