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Ciclos Otero cesó la actividad comercial en 2020, al estallar la pandemia

Sol Otero: “Me cansé de vender bicicletas porque ahora se prioriza el ‘business’ y las marcas sólo te ven como un número”

“La bici es un arma de cambio y eso no se ha aprovechado nunca”

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LA BICICLETA ES UN NEGOCIO DE BARRIO Sol Otero sostiene que las ofensivas de Mammoth Bikes y de Escapa en Madrid no impedirán que las pequeñas tiendas de ciclismo perduren porque, según asegura "en la mayoría de casos, la bicicleta es un negocio de barrio. Si los clientes saben apreciar su silencioso y tenaz trabajo diario, esos establecimientos nunca morirán".

(7-3-2023). Sol Otero forma parte de una estirpe legendaria del ciclismo español. Primero su padre y, luego, su hermano, los dos Enriques, se convirtieron en artífices de la proyección de la marca española de bicicletas, Otero, y, como fabricantes y como detallistas (Ciclos Otero) y más tarde, también como distribuidores, sembraron la semilla del mercado ciclista español actual. Hoy, Sol Otero mantiene viva la llama de ese legado familiar, pese a no operar ya como detallista.

El mercado ciclista es uno de los sectores en los que la brecha de género en España es más acusada. Apenas existen contadísimos casos en el país de mujeres dirigentes de marcas ciclistas o de tiendas de ciclismo. Sol Otero, psicóloga de formación, es una de esas excepciones y, además, se la puede considerar como la ‘decana’ de las mismas.

Otero decidió en el año noventa sumarse a la empresa familiar que creara su padre en 1927, tras la muerte de éste acaecida en febrero de 1990. Sol Otero, “nacida en un mes de septiembre de 1950”, había vivido toda la vida vinculada al mundo de la bicicleta, pero se había dedicado profesionalmente al mundo de la psicología. A la muerte de su progenitor, decidió dedicarse de pleno a Otero para ayudar a su hermano y, junto a él, proseguir con la obra iniciada por su padre. Éste, Enrique Otero, fue el primero que creyó, durante la segunda década del  pasado siglo XX, que había que adaptar la bicicleta al ciclista y no al revés. A raíz de ello, inventó el volúmetro, un aparato que media el peso, la longitud de los brazos, la postura, la cadencia del ciclista…

Todas esas variables se aplicaban sobre las bicicletas que construía Enrique Otero y cada cliente disponía de una bicicleta con una numeración única. Ese número permitía al fabricante saber qué cliente era, cómo era su bici, cómo mejorarla. Federico Martín Bahamontes disfrutó sobre muchas de ellas. Marco Giovannetti ganó la Vuelta con ellas. Los históricos equipos de la ONCE y Seur corrieron con ellas, José Manuel Moreno conquistó el oro en pista en el kilómetro contrareloj de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 con una de ellas…

Por su parte, el hermano de Sol, Enrique, fue el impulsor del crecimiento de la empresa gracias a su demostrado talento en el ámbito comercial. Fue él quien propició que Otero fuera de los primeros fabricantes que fabricaron bicicletas en Taiwan o en Portugal; también de los primeros que impulsó la introducción del mountain bike y su desarrollo en España; también el primero que asumió la distribución de Specialized en nuestro país y de otras marcas… Y, paralelamente, la tienda Ciclos Otero fue ganando vigor y representatividad hasta convertirse en un emblema del ciclismo en Madrid y allende sus fronteras.

Las consecuencias del atentado de Eta nos provocaron una descapitalización total

Aquella tienda, sin embargo, sufriría un duro mazazo dos años después de la muerte del iniciador de la saga en 1990. A pocos meses de inaugurarse los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, el 6 de febrero de aquel año mágico, Eta atentó contra la Capitanía General de Madrid con tal carga de explosivos que los inmuebles vecinos, entre ellos la carismática tienda Ciclos Otero, saltaron por los aires.

¿Aquel atentado fue el inicio del declive de Ciclos Otero como tienda?

Aquel atentado supuso mucho dolor. ¡Se registraron tantos dramas humanos a raíz de aquel acto sinrazón! Además de las cinco muertes iniciales, hubo muchos heridos que, posteriormente, murieron. Nosotros estuvimos tres años manteniendo el tipo con todo el personal. Nos trasladamos provisionalmente, durante tres años, a otra ubicación (centro comercial La Vaguada) pero tuvimos que afrontar la reconstrucción del local original. Por aquel entonces, había muy poca sensibilidad ante estos dramas. Durante aquel periodo nos sentimos muy solos y casi en dique seco, pagando cantidades increíbles para la rehabilitación de la casa donde estaba la tienda, un inmueble que tenía muy pocos vecinos y del que nosotros tuvimos que afrontar el 37% del total de la inversión. Además de los problemas económicos, perdimos parte de nuestros archivos, mucho material fotográfico, bicicletas… Lo único bueno es que hicimos de tripas corazón y continuamos ‘pedaleando’ con ahínco, como siempre. Por supuesto, aquella tragedia marcó el inicio del declive, no sólo como detallistas, sino también como mayoristas. Sin duda, hubo un antes y un después de aquel suceso. La descapitalización fue total.

¿Cree que el ciclismo español ha reconocido suficientemente el trabajo y el legado de tu padre y de tu hermano, éste último fallecido en 2017?

La verdad es que como sé que todo lo que ambos trabajaron y dieron por el ciclismo lo hicieron por su amor a la bicicleta y no por recibir reconocimientos, no tiene mucha importancia. La bici era lo que amaban y a lo que ambos dedicaron sus vidas. Pienso que el verdadero reconocimiento está en que la gente los siga teniendo en su memoria, que sus bicicletas sean reconocidas en todo el mundo, que los que tienen una Otero la tengan como un tesoro, que, en definitiva, la marca perdure como un sinónimo de calidad y de honestidad. También es un orgullo y una satisfacción, por ser un acto de justicia histórica, la existencia del Circuito Otero en la Casa de Campo.

En 2020, la tienda Ciclos Otero cesó su tradicional actividad comercial. ¿Qué motivos propiciaron aquella decisión?

Principalmente el cansancio. Me resultaba muy duro continuar luchando en un mundo en el que solo contaba el ‘business’, en el que para las marcas, a pesar de tu entrega, eras un mero número. Pensé que ya estaba muy mayor para este tipo de trabajos.

A causa del escenario de la pandemia nos ‘entró la cordura’ y decidimos volver a lo que nos gustaba

Sin embargo, parece que el establecimiento no ha echado el cierre definitivo. ¿A qué se dedican actualmente?

A causa del escenario de la pandemia, nos ‘entró la cordura’ y decidimos volver a lo que nos gustaba: los proyectos de movilidad; el fomento del ciclismo en todas sus modalidades; el desarrollo de aulas de ciclismo para enseñar a la gente a montar en bici, así como de MTB, con el ayuntamiento de Madrid; la realización de cursos de formación para mecánicos; llevar la bicicleta, con proyectos muy atractivos, a los mayores y a personas con discapacidad; la recepción de visitas en el museo de la bicicleta que tenemos en el establecimiento. Ahora abrimos las puertas cuando realizamos alguna de estas actividades.

¿Han cambiado el nombre?

No. Eso es impensable. El establecimiento continuará llevando el nombre de Ciclos Otero hasta que echemos el cierre definitivo.

Paralelamente, los dos gigantes del retail ciclista español (Mammoth y Escapa) abrieron el año pasado cada uno una gran tienda en Madrid. ¿Qué efectos cree que puede provocar esta pugna entre ambos gigantes entre el pequeño comercio ciclista madrileño?

Sobrevivirán. En la mayoría de los casos, la bicicleta es un negocio de barrio. Si los clientes saben apreciar su silencioso y tenaz trabajo diario, esos establecimientos nunca morirán. Siempre es necesario el profesional que te conoce a ti, y a tu bici y te soluciona los problemas.

Desgraciadamente, queda muchísimo por hacer todavía en cuanto a movilidad urbana

Usted ya hablaba de la movilidad urbana hace 30 años. Entonces muy pocos la entendían. Ahora se habla mucho de ello. ¿Cree que se ha avanzado en este terreno en España o que queda aún mucho recorrido por delante?

Desgraciadamente, queda muchísimo por hacer todavía. Aún seguimos chocando con muros inexpugnables. Algo que debería ser tan fácil de entender, ¡resulta tan difícil que lo entiendan quienes gozan de poder ejecutor! A veces, tengo la impresión de que hablamos con gente que no habla nuestra lengua. Pese a ello, seguimos teniendo confianza. Hoy el mundo gira hacia la evidencia y el entendimiento e impera otra sensibilidad. Esperemos que quede poco tiempo para que lo tan largamente ‘predicado’ encuentre finalmente oídos reactivos que conviertan las peticiones en realidades.

¿Cree que los detallistas de ciclismo están aprovechando realmente esta nueva oportunidad de negocio que supone la bicicleta como medio de transporte alternativo?

No. En la mayoría de casos del sector sigue imperando la visión de la bicicleta como instrumento de ocio y deportivo. Sin embargo, desde Otero siempre hemos dicho , y llevamos diciéndolo desde 1927, que la bicicleta es mucho más que eso. La bicicleta es un arma de cambio. Pero eso no se ha aprovechado nunca.

Llevamos muchos años luchando por poner la bicicleta al servicio de las personas mayores y con discapacidad

Usted está involucrada en el proyecto Bici sin edad nacido en Copenhague en 2012 y que ya está representado en 52 países de todo el mundo. ¿Cómo valora el desarrollo de esta iniciativa en España?

¡Es una iniciativa magnífica! Nosotros llevamos muchos años luchando por poner la bicicleta al servicio de las personas mayores y con discapacidad con distintos programas. Este proyecto de Bici sin edad que nos viene del norte de Europa es todo un hallazgo, todo un éxito en el resto del mundo y en España se está implantando de manera increíble. Ahora mismo se acaban de firmar en Corella los estatutos de Este en el IV encuentro estatal. Es todo un orgullo pertenecer a un grupo de personas tan entusiastas y con tantas ganas de cambiar el mundo de los mayores. Lógicamente, tenemos que estar ahí, junto a ellos, esperando que en Madrid se hagan eco y nos ayuden a implantarlo con éxito como ya han hecho otras ciudades. A nosotros, como siempre, lo que más nos gusta es el servicio y estamos dispuestos y preparados para llevarlo a cabo.

Las mujeres somos guerreras y el sector ciclista es un sector de duros retos diarios

¿Por qué apenas hay mujeres en el mercado ciclista español?

Este sector ha sido históricamente un sector de hombres. De todos modos y pese a que no tengo demasiadas referencias actuales sobre las mujeres que pueda haber en puestos directivos ejecutivos en empresas y tiendas de ciclismo en el país, estoy segura de que las que pueda haber están ahí con su buen trabajo y su capacidad infinita. Las mujeres somos guerreras y este es un sector de duros retos diarios.

¿Qué retos de futuro se plantea Sol Otero en el sector de la bicicleta en España?

Seguir luchando para que se dignifique a la bicicleta, para que se nos respete como sector. La bicicleta es un arma de futuro. Ha sido y es un instrumento de cambios sociales. Se le debe dar el valor tan inmenso que tiene a nivel lúdico, social, de movilidad, de salud. Porque, sin duda alguna, la bicicleta es salud, pacifica a la sociedad y al ser humano. No hay nada mejor en un momento de estrés que darse una vuelta en bici. Tras ello, ves la vida y sus problemas de otro modo…

Otro de mis grandes retos de futuro es hacer un museo nacional itinerante de la bicicleta

Ah! Y por supuesto, otro de mis grandes retos de futuro es hacer un museo nacional itinerante de la bicicleta. Mi padre y mi hermano se lo merecen. No podemos seguir dejando que su historia se pierda. Sería algo irreparable.

Y a todo ello, sumar la recuperación de la Clasica Otero, una marcha cicloturista que este 2023 se propone homenajear al equipo ciclista de Fuenlabrada. La primera edición fue en 2015 y la última edición celebrada fue en 2019 . Me gustaría que este 2023, si encontramos los apoyos necesarios, se celebrara la sexta edición.


Hay 6 comentarios

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  1. Maria

    Ciclos Otero leyenda del ciclismo, inmortales en los corazones de muchos Españoles. Gracias a vuestra labor la bicicleta es hoy una realidad en la movilidad y el ciclismo, deporte nacional.

  2. Rafael

    Buenas noches : Reconozco haberme emocionado leyendo la entrevista con doña Sol Otero. Tengo 66 años y estoy a punto de cumplir 67. Corrí unos años de juvenil y aficionado. Estando en Madrid , para correr unos campeonatos de España , estuvimos en Ciclos Otero . Recuerdo perfectamente a los señores Otero padte e hijo . El padre de fon Enrique , debe ser abuelo de doña Sol. Compré un cuadro Otero con tubería Colombo , y un grupo Campagnolo Super Record . Los señores Otero , eran unos caballeros . Aún recuerdo el consejo del señor Otero padre : Sois andaluces . No estais acostumbrados a la nieve. Mañana , bajando Navacerrada , no dejeis de pedalear , pues las piernas se enfrían y no podreis seguir ” . Naturalmente , seguimos su consejo .
    Desde éstas modestas líneas , envío un emocionado y cirdial saludo a la señora Sol Otero , por todo lo mucho y bueno que su familia y ella , han hecho por la bicicleta y el mundo del ciclismo.
    Un anrazo.

  3. Manolo

    Muy interesante entrevista. Ojalá pueda volverse a hacer la clásica Otero. Es una marcha preciosa por la sierra de Madrid. Si logra hacerse allí estaré!

  4. Rafa

    Tengo la suerte de tener una bicicleta Otero (Acero Columbus) montada en Campagnolo Record desde hace más de 37 años. Aún está en estado de exposición. Siempre me he sentido afortunado y orgulloso de mi querida Otero. Ya no puedo montar en ella, debido a problemas de salud, pero luce majestuosa en casa, expuesta como la obra de arte que es. Me acompaña desde los 18 años, y permanecerá conmigo hasta el final. Comprarla, fue na de las mayores ilusiones de mi vida. Gracias al D. Enrique Otero y a toda su familia. ¡Ciclos Otero!


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