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Espera superar los 2 millones de euros de facturación este año

Tomás Domingo supera el concurso de acreedores

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La tienda Tomás Domingo-The Bike house opera actualmente con un único punto de venta offline, al que se suma un ecommerce.

(4-8-2020). Tomás Domingo-The Bike House, tienda con 48 años de historia en Barcelona, vuelve a nacer. Tras más de dos años y medio de continua inestabilidad económica, con un descenso notable en las ventas y la presentación de un concurso de acreedores, la empresa salió el pasado 23 de julio de la situación concursal.

“Un tropiezo no es una caída. Hemos vivido situaciones complicadas pero ahora hemos conseguido revertir el desequilibrio económico de la empresa”. De esta manera valora el gerente de Tomás Domingo-The Bike House,  David Domingo, el período de dos años y medio que ha supuesto una pérdida constante en el volumen de ventas, una drástica reducción de la plantilla, los cierres de las tiendas Doménica, especializada en mujeres, y la de Sant Boi de Llobregat, así como la presentación de un concurso de acreedores.

A lo largo de todo el proceso concursal, Domingo asegura “haber saneado la empresa, tanto a nivel de gastos generales como de stock”. El negocio ha pasado de 35 trabajadores, en octubre de 2017, a los 9 actuales, mientras que la reducción en el volumen de ventas anual es desde los 5 millones de euros hasta los poco más de 2 que se esperan facturar este ejercicio 2020.

A pesar de perder cifra de ventas, como los gastos se han reducido en mayor proporción, la empresa es ahora viable. Su gerente, además, ve una oportunidad para “focalizarnos más en la calidad que no en la cantidad, con el objetivo de que el cliente se sienta bien tratado cuando compra una bicicleta o la traiga al taller”.

Origen del problema

Según detalla Domingo, la espiral negativa en las ventas se inicia en octubre de 2017, coincidiendo con la convocatoria del referéndum por la independencia en Cataluña. Como el local principal del operador se encuentra en la calle Roger de Llúria, al lado de la subdelegación del Gobierno de España en Barcelona, el tráfico de consumidores hacia el establecimiento se vio afectado por los constantes cortes de calle a causa de las protestas ciudadanas. Ese tráfico de consumidores hacia la tienda se redujo a prácticamente cero y, consecuentemente, las ventas se resintieron.

Pasado ese período de inestabilidad política y social, el descenso de la facturación persistió, “por razones que tampoco sé explicar a ciencia cierta”, según admite David Domingo. Con caídas interanuales del 30%, 2018 fue un año complicado  para la enseña a causa de la creciente falta de liquidez con la que hacer frente al pago de sus proveedores. “A raíz de aquella situación,  en verano de 2018 decidí acometer recortes más drásticos”, explica el detallista.

Según reconoce el minorista, las decisiones más duras fueron cerrar la nave-taller-tienda de Sant Boi de Llobregat, en diciembre de aquel 2018, así como clausurar el punto de venta especializado en mujeres ciclistas, Doménica, en marzo de 2019.

Un mes después, la empresa decidía presentar concurso de acreedores, al objetivo de trabajar en un plan de viabilidad a largo plazo que pasase por una estructura de costes mínima.

 Agradecimiento a sus proveedores

En todo este proceso, David Domingo considera clave el comportamiento de sus cuatro proveedores más importantes: Specialized, Trek, Giant y Assos. “Confiaron en nosotros y siguieron atendiendo nuestros pedidos a pesar de que les debíamos dinero”, explica.  Con la vía abierta de suministro, “hemos podido ir retomando la normalidad poco a poco”.

La clave de todo este proceso y su solución, reitera el detallista, ha sido “haber reducido los gastos”. Según añade, “ahora somos una empresa más pequeña pero equilibrada. Espero seguir disponiendo del local de la calle Roger de Llúria por muchos años. Tengo muchísimas ganas de seguir con fuerza en el mercado”, asegura Domingo.

Primer semestre con equilibrio económico

Como todas las tiendas offline, Tomás Domingo-The Bike House se vio afectada por los más de dos meses de confinamiento. Tras enviar a parte de su plantilla a un ERTE, focalizó su negocio en la web: “primero vendimos rodillos, luego bicicletas y, por último, liquidaciones de ropa. De esta manera, pudimos generar tesorería”, indica el gerente.

Los meses de mayo y junio fueron muy buenos para la tienda, siguiendo la tónica general del mercado, y el primer semestre se ha cerrado con un menor volumen de ventas que el año pasado “pero con un mejor equilibrio económico”, especifica Domingo.

El detallista también ha registrado ventas positivas en julio, aunque no tanto como en los meses anteriores. Según declara, todas las categorías de la tienda funcionan adecuadamente, si bien percibe un menor dinamismo en las gamas altas de bicis de montaña y carretera, así como las e-bikes en general. “Todo el catálogo con precios por debajo de 2.000 euros se ha vendido”, concluye.

Roturas de stock

David Domingo subraya que el principal problema del mercado continúa siendo la falta de bicicletas, si bien se muestra comprensivo al respecto, “porque nadie se esperaba un aumento de la demanda como el vivido”. Asimismo, afirma que es “muy complicado reponer a tres o cuatro meses vista porque no sabemos el contexto en el que nos encontraremos”.

David Domingo pide a las marcas proveedoras que informen “con la máxima exactitud de las fechas en las que van a enviar el producto”. También reclama a los suministradores españoles que “luchen por priorizar sus pedidos en relación a los de las filiales de los otros países europeos”.


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