Trump pone contra las cuerdas al mercado ciclista de Estados Unidos

La guerra comercial entre Estados Unidos y China ha salpicado a la industria ciclista. Aunque tras la reunión del pasado mes de junio con el presidente chino, Xi Jinping, Donald Trump decidiera frenar la imposición de nuevos aranceles a China, las sucesivas tarifas que la administración americana ha ido imponiendo a las productos del país asiático desde que Trump asumió el poder han golpeado a los fabricantes de productos de ciclismo.

Así lo aseguran desde la Bicycle Product Suppliers Association (BPSA), la asociación que reúne a los fabricantes de productos de ciclismo de Estados Unidos y en la que se engloban marcas como Specialized, Trek o Cannondale, y la coalición People for Bikes, que defiende los intereses de los usuarios y promueve el uso de la bicicleta. De hecho, desde el pasado 1 de julio, ambas organizaciones aprobaron su fusión bajo una única entidad, BPSA + PFB.

Morgan Lommele, responsable de Política Estatal y Local de la organización, se muestra muy satisfecha de que Donald Trmp, a raíz de su encuentro con Xi Jinping el pasado mes de junio tras la reunión del G20, decidiera echar para atrás nuevos aranceles a las importaciones chinas que afectaban a productos vinculados a la seguridad ciclista como cascos y luces, así como bicis infantiles, accesorios de bicicleta y textil.

Productos afectados por valor de 1.000 millones de dólares

Sin embargo, los fabricantes de productos de ciclismo aseguran que, desde que se inició la batalla comercial entre Estados Unidos y China, “la industria de la bicicleta ha estado directa o indirectamente afectada por cada nueva acción tarifaria emprendida por el gobierno americano”. En primer lugar, los fabricantes se han visto perjudicados por el gravamen al hierro y al aluminio procedentes del país asiático, que encareció el coste de los materiales utilizados por productores locales.

Además, la industria ciclista también se enfrenta a las tarifas estipuladas por la Administración americana a la importación de numerosos productos ciclistas desde China, un país que es actualmente la gran fábrica mundial para este sector. Según precisa Lommele, la subida de los aranceles ha pesado sobre bicicletas, componentes y accesorios por valor de 1.000 millones de dólares. El listado de productos incluye desde todo tipo de bicicletas (montaña, carretera, plegables, BMX, eléctricas, etc.) a los componentes empleados en su montaje (frenos, horquillas, tornillos, cubiertas, cadenas, etc.), además de accesorios como GPS. En algunos casos, la subida de la tarifa ha podido elevarse hasta el 35%.

En general, los incrementos de los aranceles se están trasladando al consumidor final

El aumento del coste se traslada al precio final

La portavoz de los fabricantes de productos de ciclismo americanos indica que, en general, los incrementos de los aranceles se están trasladando al consumidor final. Algunas marcas ya lo hicieron el año pasado, cuando entraron en vigor las primeras subidas, y otras lo están empezando a hacer este año. Lommele añade que, en algunos casos, unos pocos fabricantes de productos “relativamente menos complicados” han sido capaces de relocalizar parte de su producción fuera de China para evitar los aranceles. Asimismo, dice que también hay fabricantes que están asumiendo el incremento arancelario a costa de su propio margen por el temor de una reacción negativa del consumidor ante una subida del precio.

En cualquier caso, la portavoz asegura que “ninguna industria se encuentra en una situación tan poco envidiable como la ciclista”. Lommele declina comentar los posibles efectos que estas medidas podrían tener sobre otros mercados como el europeo, pero se teme que, en el caso de Estados Unidos, la subida arancelaria causará un descenso de las ventas de bicicletas.

Es por esto que, en los últimos meses, tanto la BPSA como PFB se han manifestado públicamente en contra del incremento tarifario impulsado por la administración Trump y han acudido a testificar en persona a Washington DC cuando ha sido posible. Asimismo, animan a todos los miembros de la industria ciclista a protestar contra estas medidas, que podrían tener el efecto contrario al buscado por Trump y destruir más que crear puestos de trabajo.