(31-3-2022) Costes disparados, entregas de suministros que llegan con retraso, escasez de mano de obra, huelga de transportistas… el fitness español se está viendo obligado a superar una serie de problemas para poder cumplir sus expectativas de crecimiento con nuevas aperturas. Son varias las variables que dificultan el proceso de abrir un gimnasio.
Abrir un gimnasio en 2022 puede llegar a convertirse en una auténtica carrera de obstáculos. En España está previsto que, solo las principales cadenas, abran más de 300 gimnasios a lo largo de todo el año si se cumplen los planes de expansión que manejaban a finales del pasado 2021. Estas intenciones, a priori, sólo iban a estar condicionadas por un elemento externo: la evolución de la pandemia y el ritmo de regreso de los usuarios a las instalaciones deportivas.
Lo cierto, sin embargo, es que son múltiples los factores adversos que los operadores de gimnasios españoles se están viendo obligados a sortear para acometer las aperturas previstas. Uno de los principales es el encarecimiento generalizado de este tipo de procesos, que integran distintas partidas que han registrado importantes subidas: desde los precios de los alquileres a las materias primas, pasando por los procesos de obras o los equipamientos deportivos.
SOBRECOSTES ECONÓMICOS
Según las estimaciones de algunas de las principales cadenas de gimnasios consultadas por CMDsport, la diferencia entre abrir un gimnasio hoy o haberlo hecho en 2019 puede suponer entre un 10% y un 20% más caro, de promedio.
Hay algún caso muy concreto en el que el sobrecoste puede dispararse por encima del 25% o el 30%, como alertó Macro Fit a este medio el pasado mes de diciembre. La enseña canaria, que tenía un par de aperturas previstas para marzo de 2020 en Tenerife, ha decidido congelar temporalmente sus planes de expansión para ver la evolución del mercado y esperar un escenario más favorable.
Los impulsores de CrossFit Century admiten que han tenido que afrontar una inversión que duplicará la que habían previsto en un primer momento para adaptar un antiguo cine a un centro deportivo multiusos que abrirá sus puertas el próximo 22 de abril en el centro comercial BurgoCentro de Las Rozas.
La dificultad a la hora de obtener financiación bancaria, especialmente en el caso de emprendedores o de pequeñas cadenas que arrastran deudas o que no tienen grandes fondos de inversión detrás, es otro hándicap que frena la apertura de nuevos centros deportivos. Fightland, sin ir más lejos, se vio obligada a endurecer los requisitos financieros para que posibles franquiciados abrieran nuevos centros al considerar que no todos los candidatos cumplían el perfil económico deseado en un momento aún incierto debido a la pandemia.
TRES FACTORES RELEVANTES
El CEO de Vivagym, Juan del Río, señala tres factores que considera como los “más relevantes” a la hora de encontrar y desarrollar proyectos de nuevas aperturas. El primero, “la inflación, que se ha disparado”. Según constató ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación se disparará hasta el 9,8%, unos niveles que no se registraban desde 1985.
El segundo, “los aumentos de los costes de construcción”. El tercero, “el incremento de la competencia: hay una demanda acumulada de aperturas por parte de muchas empresas, algunas de ellas ya firmadas y otras que se quieren acelerar, ya que todo el mundo estamos buscando localizaciones”.
En opinión de Del Río, es momento de que las administraciones intervengan y contemplen distintas opciones para compensar las consecuencias que puede provocar la subida del IPC. “Hay que atacar dos cosas: la inflación vía eficiencias y reducir los impuestos indirectos y otros gastos del sector público, propiciando que los ciudadanos tengan más renta disponible”, señala. Por otro lado, reclama a las administraciones fomentar la eficiencia “reduciendo la burocracia y haciendo sistemas más ágiles”.
RETRASOS MODERADOS
La mayor parte de cadenas consultadas por este medio aseguran no haber notado significativos retrasos en aperturas debido a la huelga de transportistas que empezó este mes de mayo. Algo más problemáticos fueron los retrasos en suministros provocados por la pandemia y que se fueron arrastrando tanto en 2020 como en 2021.
La crisis de suministros ha obligado distintas cadenas, como Supera, a retrasar el calendario de aperturas previsto. Ejemplo de ello es el centro que quieren abrir en Telheiras (Lisboa), instalación inicialmente prevista para finales de 2022 y que ahora apunta a principios de 2023.
También Enjoy Wellness se ha visto obligada a demorar la fecha de apertura de algunos de los proyectos en los que trabaja ante los retrasos generalizados que viven las obras desde hace más de un año. “Puede haber algún retraso y alguna obra podría irse un poco más de lo razonable si no llegan a tiempo los suministros, materiales o contenedores de China, pero espero que no. Nuestros contratos son firmes, con cantidades cerradas y constructoras solventes, pero si a Technogym o LifeFitness no les llega hierro, no pueden fabricar”, indica el director general de la cadena, Oscar Tejada.
A pesar de ser algo común en la mayoría de empresas del sector, los retrasos no suelen alargarse más allá de unas pocas semanas, de forma que no se trata de un sustantivo cambio en las previsiones de las empresas afectadas.
“Estamos encontrando retrasos en algunos suministros que retrasan un poco las aperturas, pero la diferencia no llega a ser de un mes con respecto a la inicialmente prevista”, admiten desde Anytime Fitness. En Sano Center los retrasos aseguran que tampoco van más allá de unas pocas semanas.
Un escenario parecido vive Fit Jeff: “Sí notamos falta de suministro de materias primas como madera o aluminio procedente de China. De momento no nos afecta la huelga de transporte, pero si el conflicto sigue lo notaremos en una subida de precios”, constatan desde la enseña.
PLANIFICAR CON TIEMPO
Para poder sortear estos obstáculos, algunos operadores recomiendan planificar con mayor antelación. “Intentamos planificar con tiempo todos los proyectos y contratos, así que no hemos tenido problemas por falta de mano de obra o de suministros”, indica el CEO de Vivagym, quien asegura que los plazos de construcción (es decir, el tiempo que pasa desde el inicio al final de una obra) que les dan ahora son los mismos que había antes del covid.
“Todo depende de cómo hayas organizado tu plan: si antes pedía la maquinaria con 12 semanas de antelación, ahora sé que lo tengo que pedir con más tiempo de margen. Al saber que existe esta situación, planifico con más tiempo. Estamos haciendo los deberes y vamos dentro de los plazos previstos”, admite el socio fundador y director general de Altafit, José Antonio Sevilla. Los dos proyectos que tienen en obras en la actualidad, anota, siguen el curso previsto.
El empresario aboga por mantener “mucha comunicación con los proveedores para ajustar los tiempos”. La constructora con la que trabajan, asegura, no les ha alertado sobre retrasos, aunque sí que les “apremia” a la hora de encargar determinados suministros en los tiempos correctos para no sufrir retrasos. “Hay unos plazos, y si te pasas un par de días quizás no llegas. Pero si tienes en el horizonte todo lo que tienes que hacer y planificas para poder anticipar situaciones, no deberías tener problemas de retrasos”, afirma.
Altafit no ha sufrido incrementos de precios en sus últimas aperturas porque, según indica su director general, ya habían negociado los precios de los alquileres y firmado los contratos con los proveedores de equipamientos antes de la pandemia. “Los precios han subido, en general, pero se están respetando los precios que teníamos pactados”, reconoce. Es decir, que los proyectos que han ido demorando hasta ahora por el covid no han visto alterados sus costes.
Más dificultades, indica, están encontrando en cuestiones de mantenimiento imprevistas. “Si se rompe un depósito de agua y tienes que pedirlo, puedes tardar más en recibirlo. Y si lo entregan en un polígono donde hay piquetes por la huelga, tienes un problema añadido. Eso nos ha pasado”, comenta. La falta de chips electrónicos en el mercado también les ha provocado retrasos a la hora de recibir placas electrónicas de máquinas de climatización.
LOS FRENOS BUROCRÁTICOS
Son menores, aunque también existentes, los problemas burocráticos con las administraciones locales. Smartfit es una de las cadenas que ha tenido que aplazar alguna de sus aperturas debido a la lentitud de una administración local a la hora de tramitar licencias de obra o de actividad. Su tercer centro en Andalucía, que en un principio iba a abrir este mes de abril, no verá la luz finalmente hasta septiembre por culpa de los retrasos burocráticos del ayuntamiento del municipio al que quieren llegar.
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