(1-12-2021) La pandemia ha provocado un giro en las ventas de Aerobic & Fitness, que ha pasado a concentrar una mayor parte de su negocio en productos de instalaciones exteriores. Se trata de una tendencia al alza que resiste a la llegada del frío.
La pandemia ha provocado una diversificación de los productos de fitness. Si los equipamientos de las salas de fitness indoor concentraban hasta 2019 la mayor parte de las ventas, el covid ha provocado que los productos home fitness, online y outdoor hayan ganado un destacado protagonismo. Las ventas de los dos primeros conceptos se dispararon en 2020, siendo los materiales enfocados a las zonas exteriores los que mejor han resistido la reapertura de los centros deportivos.
“Antes de la pandemia las zonas al aire libre (enfocadas al entrenamiento de fitness) casi ni existían. Habíamos hecho alguna estructura puntual, pero este año está siendo al revés: casi todo lo que hacemos es para espacios exteriores”, admite la directora ejecutiva de Aerobic & Fitness, Mercè Vilamú.
La mayor parte de las ventas realizadas a lo largo de este año, tanto a nivel nacional como internacional, se han concentrado en instalaciones exteriores. En países como Grecia o Dinamarca han tenido una buena salida. En España se trata de una tendencia al alza que se prevé que siga esta dinámica tras la pandemia.
CLUBES PRECAVIDOS
El creciente interés por equipar zonas outdoor actual ha provocado que la llegada del frío no haya frenado en seco las ventas de equipamientos de este tipo. “En verano tuvimos un gran movimiento que no se detuvo en septiembre ni en octubre. Este mes de noviembre hemos seguido entregando equipamientos, y en diciembre entregaremos más. Y ya estamos ofreciendo de cara a enero y febrero”, apunta Vilamú.
La directora ejecutiva de Aerobic & Fitness señala el fitness outdoor como la diferencia más destacada que han vivido a nivel de ventas con respecto a la era pre covid. “Los clubes han descubierto con la pandemia una zona exterior a la que antes quizás no hacían mucho caso, y ahora se están acostumbrando a sacarle un rendimiento superior”, aporta. La marca ha recibido numerosas peticiones para equipar todo tipo de espacios, desde azoteas a zonas con césped.
Desde la enseña entienden que esta estrategia de los clubes deportivos responde sobre todo a un criterio de prudencia en el caso de que la pandemia volviera a complicarse: “Quieren disponer, por si acaso, de una zona que poder mantener abierta en la que seguir dando servicio y donde los usuarios se sientan seguros”.
NUEVOS PRODUCTOS
Esta apuesta ha provocado que esta empresa proveedora haya acudido al mercado a la búsqueda de más materiales pensados para el exterior. Uno de los hándicaps de este tipo de productos es que, al requerir coberturas que les permitan ser resistentes a la intemperie, su precio suele ser habitualmente varias veces superior al de los materiales normales.
Eso provoca, según Vilamú, que algunas empresas opten por adquirir productos de interior, o las gamas más baratas de exterior, con la previsión de cambiarlo si se estropean. “La mayoría de clubes llevan un año y medio de pérdidas y aún no están a niveles de 2019. Eso provoca que muchos aún no se planteen grandes inversiones en los mejores productos de outdoor”, señala. En previsión a esto, Aerobic & Fitness ha desestimado importar productos cuyo coste sería difícilmente asumible para los clubes.
LA CRISIS DE SUMINISTROS
Aerobic & Fitness pudo asegurar los suministros durante la campaña de Black Friday gracias a las numerosas alternativas de producto en el caso de que alguna se agotase. La crisis de suministros, sin embargo, también le ha pasado factura. “Esperábamos una entrega especial de Bosu para poder venderla para Black Friday y Navidades, pero seguramente no llegará hasta enero porque la marca aún no ha logrado entrar su carga desde los Estados Unidos hacia Europa”, anota Vilamú.
La directora ejecutiva advierte que muchos productos fabricados en Europa como la pintura sufrirán un incremento de costes dado que contienen componentes o materias primas que provienen de mercados asiáticos, de forma que directa o indirectamente también sufrirán una subida de precio. “Estos grandes incrementos de costes nos afectan a todos y se verán reflejados en aumentos de precios de los productos finales. Y en 2022 ocurrirá lo mismo”, sentencia Vilamú.
A los de los retrasos de los fabricantes asiáticos se les unen otras casuísticas como la entrada en vigor, a partir del 1 de enero del próximo año, del endurecimiento de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) que provocará que unos 7.000 camiones no puedan acceder a Barcelona. Algo que “complicará y encarecerá” aún más el transporte de mercancías.
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