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La patronal hace balance del segundo aniversario de la declaración del Estado de Alarma

Alberto García (Fneid): “A los gimnasios españoles les urge un revulsivo”

alberto garcia fneid

Albero García, gerente de Fneid, considera que es cuestión de un mes que se derogue el uso obligatorio de mascarillas en el interior de los gimnasios. Sin embargo, considera que la situación del sector es tan complicada que "cada día que pasa cuenta".

(14-2-2022). Las dificultades para recuperar el 100% de las cifras pre-pandemia, sumado a unos costes energéticos desorbitados llevan al sector del fitness a encontrarse en “una situación muy delicada”, valora el gerente de la patronal Fneid, Alberto García, quien considera que es necesario un “revulsivo que actúe ya” y este es el fin de las mascarillas, cuando se cumplen dos años de la declaración del primer Estado de Alarma.

Este lunes se cumplen dos años desde que el Gobierno de España declarara el primer Estado de Alarma que, del 14 de marzo al 21 de junio, sumió en una paralización prácticamente total a la actividad del país, incluyendo los centros deportivos y gimnasios que vieron por primera vez interrumpida su actividad normal.

No fue la única, y es que en estos dos años el sector del fitness ha sido objeto de fuertes restricciones, que duran a día de hoy con la todavía obligatoriedad de utilizar la mascarilla en los interiores de las instalaciones deportivas.

Hablamos con el gerente de la patronal Fneid, Alberto García, quien hace balance de la factura que ha supuesto la pandemia para el sector del fitness, además de discutir algunos de los temas de actualidad que más están afectando la actividad de esta industria.

Se cumplen dos años de la declaración del primer Estado de Alarma. ¿Qué factura ha pasado la pandemia por Covid19 al sector del fitness?

El balance a nivel de resultados es negativo. Iniciamos el viaje hace dos años con un cierre total de la actividad por tres meses. Y desde la reapertura, las distintas medidas y restricciones han llevado a que en ningún mes el sector se situara ni de lejos a cifras cercanas a la pre-pandemia.

Hay otros sectores como la restauración, el turismo o el ocio nocturno que también han sido objeto de fuertes restricciones e incluso mayores periodos de cierre que el fitness, pero también han gozado de periodos de reapertura cuyas facturaciones eran superiores a las de antes de la pandemia. Nuestro sector, inicialmente por miedo al contagio, y últimamente por la obligatoriedad de entrenar con mascarilla en interiores, no hemos registrado ningún periodo excelente desde que se inició esta situación. Incluso en las regiones con menos restricciones, no se ha podido bajar en dos años de una media de pérdida del 30% respecto a 2019.

En estos dos años, el sector no podido bajar de una media de pérdida del 30% respecto a 2019

¿Qué aspectos positivos ha dejado estos dos años de pandemia?

A nivel interno, el sector ha madurado. Ha aprendido muchas lecciones en un corto plazo y a base de palos. A nivel sectorial, nos ha unido, ha puesto en valor el asociacionismo, el trabajo en equipo, que nos permite ser más fuertes como sector.

Externamente hemos ganado visibilidad y que se declarara esencial la actividad física, lo cual ha permitido abrir una vía para trabajar en que se concedan al sector beneficios en forma de medidas fiscales.

La declaración de esencialidad no trajo ningún cambio palpable. Hay quien dice que cayó en papel mojado…

Éramos conscientes de que no hay nada automático, que hay que dedicar mucho trabajo, pero la declaración de esencial era un paso que nos abría muchas puertas. Para empezar, esa declaración ha blindado al sector frente a futuros cierres, si se diera el caso.

No se ha dado un efecto inmediato, pero hay todo un trabajo en la sombra de Fneid en el que mantenemos muchas reuniones a puerta cerrada con esta declaración como herramienta para negociar. Realmente tiene mucho valor y nos permite estar más cerca que nunca de conseguir beneficios fiscales para el sector. Se está picando piedra y los resultados llegarán.

La declaración de esencialidad nos permite estar más cerca que nunca de conseguir beneficios fiscales para el sector

Sin embargo, el coste de estos dos años ha sido elevado. ¿Tienen constancia de cuántas instalaciones han tenido que cerrar sus puertas o traspasarse debido a la crisis por la pandemia?

Estamos recopilando la información para hacer un balance, pero consideramos que aún deben pasar unos meses para que podamos contar con una cifra aproximada. A nivel de la patronal, en estos dos años, se nos han dado de baja 20 instalaciones. Sabemos que son muchas más las que se han visto obligadas a cerrar.

El trabajo realizado por las distintas asociaciones que conforman el sector del fitness, y no solo la patronal Fneid, ha permitido al sector ganar en visibilidad. Éramos un sector sin cara ni ojos y ahora nos reconocen. Hemos ganado imagen, pero por el camino se ha perdido mucho a nivel empresarial.

Y ahora viene un momento difícil, de devolver créditos ICO, de afrontar costes altísimos, que hace que o tenemos un efecto de recuperación rápido o volveremos a entrar en temporada baja sin alicientes que alimenten la recuperación. Necesitamos un revulsivo y lo necesitamos ya.

Al sector le han puesto cara y ojos, pero por el camino ha perdido mucho a nivel empresarial

¿Qué podría acelerar ahora la recuperación?

El fin de las restricciones que afectan al sector. Sobre todo, la obligatoriedad del uso de mascarillas en interiores. Una medida que va a caer, quizás en cuestión de un mes. Pero un mes es mucho tiempo cuando se está en una situación tan complicada.

¿Que no haya habido prácticamente ayudas económicas extraordinarias ni planes de rescate para el fitness como ha habido en otros sectores, da más sentido y posibilidades de ganar la demanda colectiva presentada?

Todo lo que no haya sido recibir ayudas, pone al sector en mejor posición de cara a reclamar. Quitando excepciones concretas, las ayudas al sector han sido completamente insuficientes. Aún así, no hay garantía de éxito en la reclamación patrimonial. Pero había que hacerlo. Se trata de un proceso laborioso y largo, y hasta dentro de un año no veremos resultados.

Y mientras tanto los gastos van aumentando, como el sobrecoste de la factura energética…

El impacto está siendo brutal. Algunas instalaciones deportivas están relatando incrementos de la factura energética del 300%, lo cual se hace difícil de asumir. Desde la patronal nos estamos organizando para intentar unir a todo el sector y realizar una compra agregada de energía, con la que nos podamos beneficiarnos de descuentos. Llevamos meses trabajando de la mano de consultorías y vemos posibilidades de lograrlo. El principal escollo son los contratos vigentes de los operadores, que dificulta unificar compras.

Si se suma la factura energética al incremento de otros costes como el alquiler, y unos ingresos aún por debajo de los niveles pre-pandemia, hacen que la situación del sector sea actualmente muy complicada. Por ello que necesitamos cuando antes que se quite la mascarilla y actúe de revulsivo.

Urge que se quite la mascarilla y actúe de revulsivo

¿En qué aspectos debería centrarse el sector del fitness de ahora en adelante?

A nivel general, en seguir concienciando a la sociedad, ganando visibilidad y peleando por medidas fiscales beneficiosas. El objetivo debe ser que el 11% actual de penetración escale hasta el 25%.

Desde el punto de vista operativo, la pandemia ha hecho ver que hay nuevas formas de prestar el servicio, de relacionarse con el usuario. Que la tecnología va a tener un papel fundamental, sin llegar a sustituir al contacto personal.

Así como la sostenibilidad. Debemos tender hacia instalaciones cada vez más sostenibles, estar al día en materia de transformación energética y en digitalización.

Por último, tener en cuenta las tendencias. La presencialidad no se va a perder nunca, pero hay nuevas tendencias que hay que atender.

 


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