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Conclusiones de la mesa redonda sobre el mercado laboral del sector del fitness de Adecaff

Alertan de un preocupante gap entre la formación en fitness y las necesidades de los centros deportivos

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Instante de la jornada sobre el mercado laboral del sector del fitness organizada por Adecaff en el Auditorio de la Universidad de Blanquerna en Barcelona, el pasado viernes, 10 de febrero. De izq. a dcha., Toni Brocal (moderador), Gerard Monguió (Royal Escola de Formación y Royal Tarraco y Lleida), Pere Sorolla (Coplefc). Héctor Robledo (Anytime Fitness), Silvia Font (Duet Sports) y Gemma Vilaró (Consell Català del Esport).

(13-2-2023). La formación recibida en la licenciatura y ciclos formativos de educación física y deporte cubriría el 50% de las habilidades requeridas actualmente por los gestores de instalaciones deportivas. Los cuales admiten tener “verdaderos problemas” para captar y retener talento en un mercado en el que se seguiría ‘comerciando’ con el salario y en el que lograr estabilidad es una ardua tarea, según se desprende de la jornada sobre el mercado laboral del fitness organizada por Adecaff.

La formación que reciben los licenciados en educación física y deporte y en los ciclos formativos no concuerda con las necesidades reales del sector fitness. Es la principal conclusión que se desprende de la jornada sobre el mercado laboral del sector del fitness organizada por Adecaff en Barcelona en pasado viernes.

Un encuentro en el que gestores de gimnasios y centros deportivos pusieron sobre la mesa las “dificultades” que se encuentran para captar talento “capacitado” hoy en día, al tiempo que reconocían una cierta “incapacidad” para retener a los empleados en sus organizaciones empresariales.

Preparación insuficiente

La responsable de Formación en Duet Sports, Silvia Font, abrió el debate mostrándose rotunda en la afirmación de que los estudiantes “no salen preparados de la universidad o del grado superior para entrar a trabajar en un centro deportivo”.

En su opinión, estos recién titulados se enfrentarían a dos principales problemáticas a la hora de incorporarse al mercado laboral del fitness. Por un lado, “en la mayoría de casos, son perfiles que no han pisado un centro deportivo hasta que no han finalizado su formación”, lo que conlleva según esta profesional a que “tengan que asimilar un ingente volumen de información en muy poco tiempo que no se les ha proporcionado durante los estudios”.

A lo que se añadiría un segundo escollo, y es que “los estudios proporcionan unas capacidades técnicas que resultan ser el 50% de las competencias básicas que requieren las empresas, puesto que en el otro 50% se sitúan las habilidades conocidas como soft skills y de trato al cliente, que son tan importantes como las especializadas en el acondicionamiento físico”.

En este sentido, Héctor Robledo, corporate manager en Anytime Fitness Iberia, añadió un tercer ámbito en el que “es cada vez más necesario que los trabajadores se formen”, y es la digitalización.

Formación complementaria obligatoria

Habilidades demandadas por el sector y que forzarían a los estudiantes a completar su formación reglada con otros estudios, tal y como apuntaba el miembro del Coplefc, Pere Sorolla.

Una formación complementaria prácticamente obligatoria que en ningún caso sustituiría la formación oficial y reglada. “La licenciatura y el grado superior son la base, la formación mínima e imprescindible que los estudiantes deben tener para poder seguir formándose en contenidos más específicos y que se adapten a las necesidades del mercado”, apuntó.

Desempeño adaptado a las expectativas

Por su parte, Gerard Mongrió, fundador de Royal Tarraco y Lleida y de la Royal Escola de Formación, introdujo un punto de vista diferente al asegurar que es el mercado laboral el que “no ofrece el trabajo adaptado a la formación recibida”.

En este sentido, tras lanzar una crítica al sector señalando que “se lucha mucho por dignificar la profesión pero quizás no se está luchando en la dirección correcta”, aseguró que “la formación con la que se acaba la licenciatura y el grado superior no es para acabar en una sala de fitness, a no ser que sea en un puesto de responsabilidad”.

Siguiendo con su reflexión, Mongrió apuntó que “los licenciados deben ocupar puestos de coordinadores o directores de centros, y no como técnicos de sala”, puesto que ello conduciría a “frustración, búsqueda de otro trabajo y alta rotación de empleados”.

En su lugar, abogaba porque los puestos de técnicos de sala y monitores de actividades dirigidas “estén cubiertos a través de la formación ocupacional por personal en el paro, que estarán satisfechos de trabajar de lo que han estudiado”, eso sí, especifica, “contando con la certificación -en el caso de Catalunya, el Ropec-, correspondiente”.

13.000 profesionales registrados en el Ropec

Un Registro Oficial de Profesionales del Deporte de Cataluña (Ropec) que, según Gemma Vilaró, directora de la Escuela Catalana del Deporte y del Consejo Catalán del Deporte, “evoluciona positivamente”, habiendo actualmente 13.000 profesionales del sector registrados.

Aunque reconoció que queda aún trabajo por hacer y terreno por recorrer, puesto que el 40% de los recién licenciados siguen sin inscribirse directamente en el Ropec, porcentaje que en el caso del Certificado de Profesionalidad se eleva hasta el 60%.

Plan de carrera para la retención de talento

Paralelamente a la dificultad de casar la formación con las necesidades de las empresas, los gestores también señalaron una cierta “incapacidad” para retener talento, en un mercado en el que “somos mercenarios comerciando con el salario”, como apuntó Silvia Font de Duet Sports.

Para Font, “existe una guerra entre operadores por robar el talento a base de ofertar mejores condiciones salariales”, lamentando que esta situación “seguirá aún bastante años”. Y apostó por realizar un cambio de chip y ofrecer a los empleados “estabilidad en vez de un alto sueldo para unas horas a la semana que será difícil de mantener a largo plazo porque las tendencias de entrenamiento cambian rápidamente”. “En vez de cobrar 30 euros la hora por una clase de una disciplina que puede pasar de moda en pocos años, mejor establecer un plan de carrera y un desarrollo profesional a largo plazo”, añadió.

Idea que respaldaron el resto de participantes, aunque poniendo como condición que estos planes de carrera “no sean humo” y se concreten en directrices dentro de las empresas.


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