(24-11-2020). Con el objetivo de no perder a socios con gran antigüedad y que han dejado de acudir con frecuencia a sus centros, la cadena de gimnasios Atalanta ha lanzado una cuota que ofrece a esta tipología de clientes un servicio de seguimiento de su nivel físico.
Retener a los socios se ha convertido en la gran obsesión de todos los centros deportivos en un contexto en el que el miedo a los contagios y las medidas restrictivas siguen provocando grandes cantidades de bajas de abonados.
Para tratar fidelizar a los socios que mantienen, la cadena valenciana Atalanta ha lanzado una nueva cuota dirigida a los abonados que tengan más miedo a la hora de salir a la calle y acudir a sus centros deportivos. Por unos 16 euros al mes, la enseña ofrece una tarifa que permite al usuario acudir dos días al mes al gimnasio y que incluye un chequeo individual de media hora con un monitor de fitness que analiza sus parámetros físicos.
Según explica el fundador Atalanta, Juan Carlos Gómez Pantoja, “controlamos cómo se encuentran a través de aparatos de fuerza, resistencia y otros parámetros. Es un chequeo físico en el que comparamos los datos con los de las pruebas del mes anterior, miramos si ha mejorado, empeorado o está igual, y marcamos unas pautas de ejercicios que tienen que seguir en casa o al aire libre”. El monitor ejerce de tutor de los abonados, a los que supervisa y anima a través de correos electrónicos periódicos para controlar que sigan las actividades recomendadas.
Con esta iniciativa, la enseña confía en no perder el vínculo con socios que llevan muchos años en una cadena que ya lleva una tayectoria en el sector de 38 años. “Al sector le toca tener mucha paciencia, hacer mucha pedagogía y ser muy hospitalarios con los clientes para retenerlos. Esa gente que lleva ocho o diez años contigo va a volver”, añade el empresario.
28% DE PÉRDIDA DE SOCIOS
La adaptación al cliente con iniciativas de este tipo y la comunicación constante han sido algunos de los elementos más destacados de la gestión de la pandemia realizada por los tres centros de Atalanta Sport y que son: Ramón Asensio, Sport Club-Spa Ronda y Sport Club Spa Joaquín Costa.
Atalanta registra una pérdida de un 28% de socios y un porcentaje muy similar de pérdida de facturación, unas cifras por debajo de la media del sector. “Le hemos dado más importancia a la retención que a las ventas. Queremos que el cliente esté satisfecho con nuestro servicio y que nos vea como una empresa socialmente responsable en el cumplimiento de las normativas. La comunicación con clientes y trabajadores, además del control de seguridad de nuestras instalaciones, que son grandes y nos permiten hacer actividades al aire libre, han sido clave”, apunta Gómez-Pantoja.
El empresario cree que es fundamental lograr crear “el hábito deportivo en todo el mundo” para que se rompa la habitual rotación temporal que los gimnasios sufren a lo largo del año. “El hábito es clave en todo momento, hay que lograr que vean los gimnasios como segunda casa”, aporta el fundador de Atalanta.
La cadena se comprometió a no despedir a ningún trabajador, algo que ha cumplido y que está ayudando a mejorar el compromiso de los empleados y a lograr que la relación entre los equipos humanos y los clientes sea “más potente”.
COBERTURA TRIDIMENSIONAL
Igual que otras cadenas, en Atalanta también han optado por dotar a sus centros de una cobertura tridimensional. Es decir, que sus abonados, además de poder desarrollar actividades físicas dentro de sus centros y de manera online, también pueden participar en clases organizadas en parques públicos colindantes con los tres gimnasios de la cadena.
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