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El CD Rías do Sur buscará nuevo gestor tras la salida de Supera

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La piscina olímpica del CD Rías do Sur se encuentra vacía, a la espera de completar el mantenimiento para poder volver a llenarla

(2-10-2022). El Complejo Deportivo Rías do Sur, de la localidad pontevedresa de Pontemuiños, empieza a ver la luz tras más de medio año de calvario. Tras ser cerrada al público el pasado 1 de abril por los “inasumibles costes energéticos”, esta instalación podría volver a operar a pleno rendimiento a partir de finales de este 2022 siempre y cuando se den las circunstancias necesarias.

En el Complejo Deportivo Rías do Sur, de la localidad pontevedresa de Pontemuiños, primero quieren asegurar el servicio a los clubs y deportistas que usan la instalación. Luego, se estudiará si se busca un nuevo gestor o se saca el centro a concurso. 

El complejo en cuestión ya no se encuentra dentro de la red de instalaciones de Centros Supera (siguen operando 43 establecimientos en España), empresa encargada de gestionar el centro desde sus inicios. Sidecu, la empresa que dirige Supera, rubricó el pasado 16 de septiembre un acuerdo con la Fundación Rías do Sur para su desvinculación del CD Rías do Sur. De esta forma, quedaba revocado el acuerdo con la empresa concesionaria, que renunciaba a seguir explotando la instalación (le quedaban 14 años más, hasta 2036) a cambio de evitar el juicio. 

La fundación no tuvo que compensar económicamente a Supera, empresa que deberá hacerse cargo de “una parte de las reparaciones”, según anunció el presidente de la Fundación Rías do Sur, Héctor Vilariño. La empresa, que pagó la totalidad de sus salarios tras el rechazo de la Xunta de aplicar ERTE de fuerza mayor por covid, finiquitará a todos los trabajadores de la instalación. Fuentes de Supera consultadas por CMDsport no han querido pronunciarse sobre este tema, que consideran resuelto desde hace varias semanas. 

ACUERDO EXTRAJUDICIAL

En efecto, el caso se encuentra cerrado tras el acuerdo extrajudicial llegó tras varias semanas de negociaciones entre la empresa concesionaria y la fundación. La primera, en un principio, pedía una indemnización para dejar la gestión del centro, mientras que la segunda se amparaba en una cláusula del contrato que permitía la rescisión unilateral del mismo si la empresa dejaba de ofrecer el servicio durante un periodo superior a un mes. 

El Juzgado de Primera Instancia Número 3 de Pontevedra dictó en julio un auto en el que estimaba las medidas cautelares solicitadas por la Fundación Rías do Sur, que reclamaba la reapertura de la instalación bajo su gestión. Eso sí, sólo para el uso de los integrantes de los clubs deportivos asociados a la misma. En ningún caso, para usuarios particulares. De esta forma, pudieron reabrir el centro mientras se dirimía el conflicto con Sidecu. 

TAREAS DE MANTENIMIENTO

Finalmente, se acordó que la Fundación recuperase una instalación “libre de todas las cargas, incluido el personal”. Este organismo advirtió, al recuperar la gestión del centro, que la piscina olímpica -donde se habían celebrado competiciones estatales e internacionales- se encontraba “en un estado lamentable”, con problemas estructurales y falta de mantenimiento en los mecanismos internos de climatización, filtrado y clorado. Es por ello que tuvo que vaciar completamente el vaso de la piscina y empezar unos trabajos de rehabilitación que, al menos de entrada, asumió la Fundación con fondos propios. Sustituirán el sistema hidráulico, repararán la climatización y arreglarán otros aspectos como la recogida de aguas. 

Tras empezar en agosto las tareas de mantenimiento de la piscina de 25 metros, que se encontraba en mejor estado y prácticamente llena, los clubs de la Fundación Rías do Sur empezaron a recuperar su actividad, aunque de forma muy limitada, a partir del 8 de septiembre. El CN Galaico y el Galaico Sincro pudieron repartirse los cinco carriles, un espacio insuficiente para los centenares de deportistas que arrastran ambas entidades. 

Algunos, de hecho, tuvieron que ser recolocados en la Escuela Naval de Marín, una instalación militar que ha permitido mantener un importante número de deportistas. El Club Squash Pontevedra sí pudo reanudar su actividad en las salas habilitadas del CD Rías do Sur, aunque cuando pudo reanudar los entrenamientos, muchos deportistas se habían dado de baja tras meses de inactividad e incertidumbre. 

La piscina olímpica del CD Rías do Sur podría recuperar su actividad a finales de 2022

FIN DE LA PREALERTA POR SEQUÍA

La reapertura de la piscina de 50 metros estaba condicionada a otros factores ajenos a la Fundación. El primero, el fin de la prealerta por sequía decretada en esa y otras zonas de Galicia en julio. El pasado lunes, 31 de octubre, el gobierno local de Pontevedra dio por cerrado ese aviso, que prohibía el gasto de agua para fuentes ornamentales, el riego de jardines y llenado de piscinas como la del CD Rías do Sur, entre otros ámbitos. 

El segundo, la vuelta a la actividad de la fábrica de Ence, empresa que proporciona buena parte del calor que usaba el CD Rías do Sur para calentar sus piscinas, y que en verano tuvo que detener su actividad por culpa del mismo motivo que el centro deportivo: el elevado coste de la luz y el gas. Según anunció la propia compañía la semana pasada, su intención es reanudar su actividad, de forma progresiva, a partir de la segunda semana de noviembre, hasta alcanzar un ritmo de producción normalizado en la segunda semana de diciembre. 

La vuelta a la actividad de esta compañía es un condicionante indispensable para volver a operar la piscina olímpica del CD Rías do Sur. La caldera del centro resulta insuficiente para calentar los 2,5 millones de litros que requiere la piscina olímpica, de forma que la actividad de Ence resulta un requisito imprescindible para poder volver a ofrecer servicio en la piscina de 50 metros. Es decir, que la piscina más grande del centro no estará operativa hasta, al menos, dentro de unas semanas.  

INAUGURADO EN 2006

El CD Rías do Sur fue inaugurado en 2006 tras tres años de obras que supusieron un coste de 6,6 millones de euros, que pagaron a partes iguales la iniciativa privada (socios y la futura concesionaria) y distintas entidades públicas (Diputación y Concello de Pontevedra, Xunta de Galicia y Consejo Superior de Deportes). La promotora y propietaria de las instalaciones es la Fundación Rías do Sur, impulsora de este centro a principios del siglo XXI y formada por entidades como el Club Natación Galaico, el Club Natación Rías Baixas o el Galaico Sincro, entre otros. 

El recinto se asienta en una parcela de 8.500 metros cuadrados cedidos por el Concello de Pontevedra. La proximidad de la parcela a las instalaciones industriales del Grupo Ence (dedicado a la industria de la celulosa) permite que esta compañía aporte la energía calorífica que se genera como excedente de su proceso productivo. Esta alianza ha permitido que, a lo largo de estos años, el complejo deportivo pueda ahorrarse 300.000 euros anuales en consumo energético. 

En sus instalaciones, el CD Rías do Sur cuenta con tres piscinas: una olímpica (50×25 metros), una de 25×10 m y otra de 16×13 m. También dispone de salas de fitness, zonas de entrenamiento personal, un estudio de pilates y entrenamiento funcional, pistas de squash, zona de spa con hidromasaje, sauna y baño de vapor. 


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