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Gabriel Domingo vaticina cambios profundos en el sector

Claror: “La nueva estabilidad no llegará al fitness hasta 2023”

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Gabriel Domingo, director general de los centros Claror, analiza el futuro post-pandemia del sector del fitness español.

(22-1-2021). Gabriel Domingo, director general de la cadena de centros deportivos Claror, cree que el fitness va a afrontar una lenta recuperación, que no se iniciaría antes de verano y que dará paso a un sector transformado, tanto a nivel de instalaciones como de clientes.

Para el director general de Claror, Gabriel Domingo, la recuperación del sector español de fitness no se iniciará hasta el último cuatrimestre del año, coincidiendo con la campaña de septiembre y octubre. Sin embargo, vaticina que será un camino “progresivo y no inmediato”, que puede tardar en completarse hasta dos años.

Un periodo en el que el sector resultante podría presentar además notables diferencias frente al pre-pandemia, empezando por el número de instalaciones, que el directivo prevé que se reducirá. Por un lado, con el cierre de negocios, teniendo más complicada su supervivencia aquellos que “presenten menor músculo financiero”. Y, por otro lado, por la posible reactivación del proceso de concentración del mercado.

En este sentido, Domingo asegura que “a pesar de haberse ralentizado ahora por la incertidumbre, vamos a asistir, una vez se reinicie la recuperación, a un gran movimiento de concentración, donde los operadores financieramente más potentes aprovecharán para adquirir a precio mucho más competitivo que antes de la pandemia”.

Las instalaciones que vienen

Preguntado por el tipo de gimnasio que sobrevivirá a la pandemia, el directivo cree que “ningún tipo de instalación puede salir reforzada competitivamente en la post-pandemia”, previendo que “a corto plazo, vienen tiempos difíciles para todas las propuestas del sector”.

Sin embargo, a largo plazo, “se puede producir un refuerzo más general de todos aquellos operadores que hagan una clara apuesta por el ejercicio físico como factor de salud y de socialización”, así como aquellas propuestas de entrenamiento outdoor o en espacios abiertos que “van a tener mucho más protagonismo tras la pandemia”, opina.

Clientes fidelizados

Es posible que tampoco se conserven los mismos clientes. La pandemia ha provocado un fuerte aluvión de bajas en la mayoría de instalaciones deportivas, siendo, según los datos que maneja Claror, “una pérdida bastante homogénea en lo que respecta a franjas de edad, con un ligero incremento en las personas de más de 65 años, mientras que por cuota se ha notado mayor incidencia en las familiares, y, por género, en las mujeres”.

De toda la masa de clientes de instalaciones deportivas, Gabriel Domingo, identifica cuatro grandes grupos; “los incondicionales que se adaptan a lo que sea y se muestran agradecidos con la instalación por poder entrenar de forma segura, los que han dejado de ir por temor o por no adaptarse a las medidas pero mantienen su condición de socio, los que se han dado de baja pero manifiestan que volverán cuando la situación se normalice, y los más mercenarios y menos fidelizados que no sólo se dan de baja sino que también reclaman compensaciones por cualquier reducción de servicio o limitación a la que se hayan visto sometidos”. De la dimensión de cada uno de estos grupo dentro del conjunto de socios de cada centro, “dependerá el porcentaje de pérdida de masa social”.

Una pérdida de abonados, remarca el directivo, que “no depende tanto de las acciones comunicativas y de interacción que podamos hacer durante los cierres y las restricciones, sino que dependerá fundamentalmente del nivel de fidelización que hayamos sido capaces de generar en los últimos años”. Y añade que “una vez recuperemos la masa social de los centros, ésa no tiene porqué ser la misma de la que disfrutábamos en 2019”.

Impacto económico y social

Hasta que llegue el momento de esa recuperación, Gabriel Domingo augura un “impacto muy severo” tanto en el sector como en la salud de la población. A nivel de instalaciones deportivas “por el efecto de los cierres en 2020 y la pérdida de abonados en 2021”. Y en salud, percibiéndose “efectos psicológicos y de estado de ánimo en personas que que han visto roto su hábito deportivo, en las personas de mayor edad y en aquellas que dependen de un proceso de rehabilitación”, augurando que con el tiempo “saldrán más efectos relacionados con la salud”.

Es por ello que lamenta que el mensaje de que los gimnasios son entornos seguros y esenciales no esté acabando de calar en la totalidad de las administraciones autonómicas. Las cuales, en opinión del director general de Claror, estarían actuando “de forma arbitraria y sin saber aportar la justificación en base a datos y/o objetivos científicos”. En su lugar, continúa, estarían esgrimiendo “argumentos incongruentes” a la hora de dictar las distintas medidas y restricciones para parar el avance del Covid19.


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