Cómo mejorar la gestión de los espacios y la movilidad de los clientes en el gimnasio

No es extraño que un usuario entre en el gimnasio y vea, en horas punta, zonas de entrenamiento totalmente abarrotadas. Para mejorar la gestión de los espacios y la movilidad de los clientes ya existe la tecnología que permite averiguar en qué áreas se mueven los socios de un centro deportivo, cuánto tiempo están, qué proporción de usuarios se concentran en cada espacio, etc. Con esos datos, los gestores de gimnasios tienen la posibilidad de optimizar y mejorar la oferta de actividades, ofreciendo a sus clientes otras propuestas que permitan un uso más fluido de cada zona por parte de sus abonados.

Juan Carlos Rodríguez Rojo es profesor en el Máster de la UNED titulado ‘Big Data y Data Science aplicados a la Economía y a la Administración y Dirección de Empresas’.

Para conocer los últimos avances tecnológicos y sus aplicaciones, entrevistamos a Juan Carlos Rodríguez Rojo, que lidera el área de análisis de datos en NWC10Lab y es director de Qíndice. Rodríguez Rojo es investigador, Data Scientist, experto en metodología y modelización matemática, con 30 años de experiencia en análisis de datos, diseño metodológico y modelización.

¿Mediante qué sistema puede realizarse un seguimiento de la movilidad de los usuarios dentro del gimnasio?

No se utilizan las pulseras comerciales para contar pasos o distancia recorrida, que funcionan con el braceo o con el GPS. Justamente, este tipo de pulseras se han mostrado inoperantes en espacios pequeños, y tenemos constancia de ello por algunos de nuestros clientes.

Una característica interesante es que, si la empresa considerase que no puede ‘imponer’ a sus clientes una pulsera o dispositivo wearable específico, nuestro sistema puede captar la señal de otros wearables como los smartphones o smartwatches, con el identificador único de la MAC, sin invadir la privacidad de sus portadores. Si bien esto limitaría el control a aquellos usuarios que lleven encima uno de estos dispositivos, con bluetooth.

De todos modos, es fácil que el usuario acepte portar un dispositivo de control si se le ofrece algo a cambio, por ejemplo, un informe mensual personalizado de su actividad.

En nuestro caso, utilizamos pulseras diseñadas ‘ad hoc’. Pueden ser pulseras u otros dispositivos (como colgantes o casi cualquier otro objeto) para emitir señales bluetooth que captan uno o más receptores.

Esos receptores envían los datos a uno de nuestros servidores, donde son procesados para establecer en cada momento:

• Posiciones de los sujetos
• Cambios en las posiciones
• Distancia recorrida
• Tiempos de permanencia, etc

¿Cómo puede recoger toda esa información un centro deportivo?

En primer lugar, los usuarios tienen que portar el dispositivo emisor (pulsera u otro objeto). En segundo lugar, deben instalarse en el local dispositivos receptores, al menos dos. No obstante, podrían ser más en función del tamaño del local y de su configuración.

El dispositivo wearable emite señales que captan los receptores, los cuales transmiten los datos online a un servidor, donde se procesan.

El gimnasio dispondrá de una app web desde la que podrá observar en tiempo real y con gráficos evolutivos, controlando zonas o cualquier otra variable, los parámetros considerados en la medición.

¿Qué necesita un gimnasio para captar todos esos datos?

Se requiere de un estudio inicial de la instalación y de las necesidades del gimnasio, que en nuestro caso es gratuito. En función de ese estudio, se prescribirá la implantación de los receptores necesarios para cubrir los objetivos planteados. Por ejemplo, un gimnasio puede querer concentrarse en una parte de  la instalación, mientras que otro puede querer cubrir todo el espacio y, además, éste puede estar organizado en zonas muy diferenciadas.

El gimnasio decidirá qué tipo de wearable es más adecuado para sus usuarios.

Observando los patrones de gasto del tiempo que el usuario está en el centro se puede inferir cómo influye la oferta del mismo y, por tanto, se puede modificar para optimizar su consumo.

¿Qué información  ofrece?

En primer lugar, sobre un mapa plano del espacio, puede disponer de la posición de los usuarios en cada momento.

De la agregación de posiciones, puede superponerse al plano un mapa de calor de la ocupación de esos espacios.

Esto proporciona datos numéricos de esa ocupación  y de los tiempos medios de permanencia, así como la proporción de usuarios que ocupan en algún momento cada área.

También se obtiene cualquier otro dato derivado del registro de posiciones y cambios de ubicación en el tiempo.

¿Cómo le ayuda a optimizar sus espacios y corregir zonas infrautilizadas?

La optimización de los espacios y la promoción del uso de zonas infrautilizadas no es un resultado directo del sistema de datos, pero lo cierto es que un análisis secundario de los mismos será de gran utilidad para tomar decisiones, vinculando el comportamiento de los usuarios a la oferta.

En definitiva, el gimnasio se puede considerar un mercado en el que la moneda es el tiempo y el usuario es la demanda y elige cómo gasta su tiempo. Por su parte, el espacio, su tamaño, su distribución y las cosas que se pueden hacer, constituyen la oferta.

Observando los patrones de gasto del tiempo se puede inferir cómo influye la oferta y, por tanto, se puede modificar para optimizar su consumo.

Para más información, contactar con NWC10Lab