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SlowFit impulsa Fittoken, la criptomoneda que aspira a conquistar el mercado del fitness

El cobrar por entrenar llega al gimnasio

La iniciativa busca aumentar la fidelización premiando el esfuerzo del cliente

fittoken

SlowFit calcula que la apuesta por el criptomárketing puede reportar aumentos en los ingresos de los gimnasios de mínimo 100.000 euros al año.

(19-7-2021). SlowFit se convierte en el primer gimnasio en lanzar su propia criptomoneda, con el objetivo de revolucionar el márketing y las estrategias de fidelización de los clientes de fitness. La moneda Fittoken ha comenzado a circular en los clubes y academia de formación de la cadena, con el objetivo de extenderla a todos los operadores del mercado.

Recibir incentivos económicos por acudir con constancia al gimnasio, por atraer a nuevos usuarios o por cumplir con los ejercicios marcados. Es la idea que planea detrás de Fittoken, la primera criptomoneda impulsada por un gimnasio, con el objetivo de revolucionar la experiencia de cliente dentro de los clubes de fitness y mejorar su satisfacción y retención.

Para ello, la empresa SlowFit, propietaria de los gimnasios Protraining Center y Slow Training, así como de la academia de formación Resistance Institute, ha desarrollado su propia criptomoneda, con la que busca no solo cambiar la manera en la que se incentiva a sus clientes a entrenar mejor sino que busca convertirse en la moneda de referencia de todo el sector fitness.

El proyecto, diseñado conjuntamente con la empresa tecnológica Redpill Ventures, se presenta como “pionero a nivel mundial”, puesto que “somos el primer caso conocido en el que se tokenizan las actividades que realizan los deportistas en un gimnasio, premiando aquellos que consiguen cumplir objetivos según su plan de entrenamiento”, explica el fundador de SlowFit, Lucas Leal.

“El objetivo es aumentar la satisfacción del deportista, incentivándole con tokens (criptomoneda) que le dan acceso a productos y servicios únicos solo disponibles con dichos tokens”, añade.

Pago por objetivo cumplido

El funcionamiento de Fittoken se basa en que los clientes del gimnasio reciben esta criptomoneda por cumplir objetivos como: mejorar las marcas, realizar sesiones eficientes, ser constante, mejorar la edad biológica, mejorar la fuerza, mejorar el porcentaje de grasa, mejorar los hábitos de salud o recomendando a amigos y conocidos que acudan al gimnasio. Los Fittoken también se pueden adquirir comprándolos o multiplicar los disponibles a través de trabajarlos en staking.

La cantidad de Fittoken acumulada determinará en qué nivel se encuentra el cliente (se han establecido cinco) y qué mejoras en los incentivos o accesos privilegiados a servicios y compras dentro de Slowfit, se tiene acceso. Se puede incluso comprar sesiones de entrenamiento con Fittoken, una vez llegado al nivel Platinum.

Además, al ser un token beep-20 dentro de la binance Smart Chain, y cotizar en el mayor exchange descentralizado del mundo, Pancake Swap, los clientes tendrán también la opción de cambiar los Fittoken por Bitcoins, Ethereum o euros cuando se desee.

Fittoken sale a la venta

Desde el pasado jueves, 15 de julio, ya es posible adquirir Fittokens con un precio de salida de 0,15 céntimos de euro. “El precio dependerá de la compra-venta, siendo la tendencia habitual que el precio se vaya incrementando a medida que la moneda se extiende y crezca, entrando más capital y ganando más valor como criptomoneda”, apunta Leal.

Por el momento, SlowFit ha activado la moneda en su gimnasio Protraining Center de Barcelona, en la academia Resistance Institute, también ubicada en la ciudad condal, y en sus franquicias de gimnasios boutique Slow Training, presentes en Girona, Zaragoza, Alicante, Elgoibar y Durango, y próximamente también en Sant Cugat del Vallés y en Bilbao. Pero el objetivo de la compañía es extender el uso de la moneda a cualquier gimnasio que esté interesado.

Mejoras de hasta 100.000 euros en la facturación

En opinión de Lucas Leal, el uso de criptomonedas en los centros deportivos abre “una nueva vía de márketing en la que no inviertes en otra plataforma como puede ser Google o Facebook, sino que inviertes directamente en el cliente, de manera que cultivas que crezca su fidelización”.

En este sentido, especifica que “no se gana dinero con el token, sino que el gimnasio alimenta la criptomoneda, comprando tokens para ofrecer a sus clientes, obteniendo un retorno en fidelización y aumento de ventas”. De hecho, calcula que “aumentando un 1% la retención con stokens, ya puede suponer una mejora en los ingresos de 100.000 euros al año”.

Extender la criptomoneda al resto del mercado

Leal considera que el proyecto es totalmente transversal y replicable en otros operadores de gimnasios. “Hemos realizado lo más complicado, que es crear la criptomoneda y todo el sistema que la sustenta. El gimnasio que quiera usarla tan solo tiene que crear una bolsa y un sistema de regulaciones, e ir premiando a sus clientes con tokens”.

Pero considera que lo primero que debe hacer un club de fitness antes de aventurarse en el proyecto es “evaluar de qué manera puede pagar a sus clientes, con qué KPIs se dispone que permitan controlar los progresos y los accesos, y todo aquello susceptible a ser premiable”.

Considera que es un proyecto “con futuro dentro del fitness, ya que abre la posibilidad de trabajar el criptomárketing”, con el que, asegura, “por fin ponemos al cliente de verdad en el centro de la estrategia”.


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