Qué tener en cuenta sobre la protección del honor, la intimidad y la imagen en centros deportivos

Asegurar el cumplimiento de las normativas y dotar a las instalaciones deportivas de recursos para hacer frente a situaciones que vulneren la seguridad de los usuarios, para así aumentar la calidad del servicio. Este es el principal propósito que persigue la iniciativa ‘La calidad a través de la seguridad’, impulsada a finales del pasado 2018 por la Real Federación Española de Natación (RFEN), a través de su Escuela de Entrenadores (ENE).

Un proyecto con el que se pretende acabar con la “falta de unión en la aplicación de criterios de seguridad y la legislación vigente, que existe hoy en día entre las instalaciones deportivas acuáticas españolas”, según informó a CMDsport en la presentación de la iniciativa Moisés Gosálvez, coordinador a través del recién creado Grupo de Calidad y Seguridad dentro de la RFEN.

Uno de los marcos de trabajo que plantea el proyecto es la creación de píldoras informativas dirigidas centros deportivos en las que periódicamente se van desgranando aspectos que la RFEN considera claves para la seguridad y la calidad del servicio en instalaciones deportivas acuáticas, si bien algunas son extensibles a todos los clubes de fitness.

Ya se han emitido tres publicaciones bajo los títulos de: La seguridad en las piscinas públicas de verano empieza en invierno, La seguridad de las piscinas cubiertas de uso colectivo necesita ser tan permanente como su uso, y Condiciones seguras de utilización de recintos deportivos para actividades acuáticas.

Protección del honor y la imagen

Ahora, acaba de publicarse la cuarta píldora informativa, en esta ocasión centrada en la ‘Protección del derecho al honor, la intimidad y la propia imagen de los deportistas’.

Un documento que ahonda en los aspectos que pueden poner en riesgo la protección y seguridad de las personas, en su faceta de usuarios, espectadores y deportistas, además de resumir claramente la normativa aplicable a este aspecto y aconsejar protocolos de acción a implementar en la instalación.

El propio Gosálvez nos admitía en una conversación anterior que “no se puede obviar que existen casos de pederastia en las instalaciones deportivas”, y sin llegar a sucesos tan graves, “muchos centros deportivos desconocen aspectos de la normativa como por ejemplo, los referentes a realizar y publicar fotografías de menores y también adultos” o también en la resolución de conflictos de seguridad y protección de los usuarios, que “cada compañía suele crear y aplicar sus propios protocolos a partir de creencias y experiencia personal, sin que exista un consenso en el sector”.

Este es el objetivo que persiguen estas píldoras, que buscan ser el punto de trabajo en común entre todas las instalaciones, que permita llegar al objetivo final de la iniciativa que es “incrementar la calidad del servicio que se ofrece a las personas”.

Se puede consultar el documento Protección del derecho al honor, la intimidad y la propia imagen de los deportistas, en este enlace.