Deporocio se reimpulsa apostando por nuevas concesiones

Deporocio admite estar percibiendo mayor reticencia a la vuelta a las instalaciones deportivas en la desescalada de la tercera ola en comparación con las dos primeras.

Deporocio ha decidido desprenderse de la autolimitación territorial que se había marcado en la gestión de centros concesionales y abrirse a todo el territorio nacional.

Las experiencias cosechadas en Castellón, Madrid y Zaragoza, que suponen sus únicas incursiones fuera de Andalucía (donde la compañía gestiona una veintena de instalaciones) han permitido a la compañía andaluza comprobar que “podemos optar a todo el territorio”, como señala el director de desarrollo y operaciones del grupo, Juan Gil.

De hecho, acaba de adjudicarse la gestión del Centre Esportiu Municipal Parc de Ciutadella de Barcelona con el que Deporocio aterriza en el mercado catalán. “Entramos en Barcelona con mucha ilusión”, comenta Gil, quien confirma el cambio de tendencia de la compañía que está pujando por proyectos “no limitados por su ubicación geográfica”.

En los últimos meses, Deporocio ha incrementado su participación en concursos públicos de concesiones y gestión de servicios, habiéndose adjudicado contratos de prestación de servicios en Andalucía y en Valencia. División de negocio que Juan Gil admite que “nos está amortiguando el impacto de la pandemia en las cuentas”.

Mejor rendimiento de los boutiques

La cadena gestiona en la actualidad 25 centros (al que se sumará en breve el de Barcelona), de los cuales, 19 operan bajo la marca OkMas, uno bajo el rótulo de OcioSur y cinco boutiques de la enseña Round. En el pasado 2020, Deporocio acusó un descenso de entre el 40 y el 45% en la facturación de su línea de centros deportivos de gran formato, mientras que los boutique pudieron contener mejor el embiste de la crisis cerrando el año con un descenso de entre el 30 y el 35% en la cifra de negocio.

Una diferencia que para Gil radica en el nivel de fidelización de los clientes que permite alcanzar el modelo boutique frente al gran formato. “En los boutiques existe una comunicación más fluida, más compromiso por parte de los socios, y ello ayuda en momentos como los actuales donde gran parte de la explicación de que los clientes no acudan a las instalaciones deportivas es por falta de confianza y miedo”. Por el contrario, señala, “en los centros deportivos de gran formato, la recuperación después de cada cambio de restricciones es más lenta ya que las vías de comunicación con más globales e impersonales”.

Gil añade a la ecuación la tecnología que, si bien estaría permitiendo “mantener en funcionamiento los centros, también tendría una parte negativa y es que aún impersonaliza más el servicio”.

A la espera de Semana Santa

Con la llegada de la tercera ola por Covid19, Deporocio ha detectado una mayor fatiga entre los clientes que “ya no han vuelto a los centros con la rapidez que lo hicieron en las desescaladas de la primera y la segunda ola”. Hecho que preocupa a la compañía que ve peligrar los meses álgidos de captación de clientes que son marzo y abril.

En este sentido, el director de desarrollo y operaciones de la compañía andaluza pone ciertas esperanzas en las próximas festividades de Semana Santa y Ferias, momentos en los que tradicionalmente “tenemos un pico de bajas, pero este año, al suspenderse la mayoría de actos, quizás se genera un efecto inverso y acuda más gente a las instalaciones deportivas”.

En total, a día de hoy Deporocio aglutina una horquilla de socios de entre 17.500 y 18.000 clientes, manteniendo a más del 50% de su plantilla en Erte. “Estamos trabajando para llevar todos nuestros centros a breakeven y lo estamos consiguiendo. También estamos cumpliendo los objetivos que nos habíamos marcado en el comienzo de la crisis en relación a los préstamos ICO, la reestructuración de la deuda financiera y conseguir mantener el servicio de los centros deportivos”, apunta Gil, quien admite que “lo más complicado” es lidiar con el apalancamiento de la deuda financiera, en sintonía con la mayoría de operadores del sector.

La compañía tiene previsto realizar en marzo un estudio sobre el estado del Grupo que le permita elaborar las previsiones para lo que resta de 2021 y 2022. Por el momento, Juan Gil, avanza que la apertura de nuevos centros no “es una prioridad”, poniendo el foco en el segmento concesional y de prestación de servicio, así como en la formación, con el Deporocio Institute, que progresa “cumpliendo objetivos”.

Mireia Arjona: