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Su CEO vaticina que la recuperación a niveles pre-pandemia no llegará hasta 2023

Dreamfit: “Hay más gimnasios que gente que quiera acudir a ellos”

Crece un 20% entre septiembre y octubre

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El fundador y presidente de Dreamfit, Rafael Cecilio considera que el negocio del fitness "ha cambiado tanto", que "necesitaremos el 2022 aún de recuperación, para que el 2023 sea por fin el año de la normalidad".

(8-11-2021). Para el fundador y presidente de Dreamfit, Rafael Cecilio, la oferta de gimnasios se está incrementando a un ritmo más rápido que la recuperación de socios, lo cual considera insostenible a medio plazo y aboga por “subir precios y personalizar servicios” ante la previsión de que “el sector no vuelva a cifras pre-pandemia antes de 2023”.

Para el fundador y presidente de la cadena de gimnasios Dreamfit, el negocio del fitness “ha cambiado mucho” en los últimos meses. En tanto que “seguimos sin recuperar un importante porcentaje de abonados perdidos en la pandemia, los que vienen son más jóvenes, les cuesta entrenar con mascarilla y huyen de cualquier situación que pueda desembocar en aglomeración”.

El resultado, en el caso de su cadena de gimnasios low cost, es que “acuden a nosotros clientes cada vez más jóvenes, de entre 14 y 15 años, con preferencia por las clases dirigidas sobre la sala de fitness y que huyen de una clase de Zumba si cuentan con 40 participantes, cuando antes de pandemia se superaban los 80 usuarios por sesión”.

20% de crecimiento

Dreamfit se ha situado a finales de este octubre a un 30% de su recuperación, tras crecer un 20% con la campaña de ‘vuelta al cole’. “Tuvimos un setiembre muy bueno en cuanto a cifra de nuevas altas, que se situó al mismo nivel que en 2019 y octubre también ha acompañado”, señala Cecilio, quien remarca que “acabamos el verano con un 40% menos de clientes que antes de la pandemia e iniciamos noviembre a un 30% de la recuperación”.

Este operador, sin embargo, no prevé conseguir la recuperación completa del negocio antes de 2023. “Si llegamos a noviembre de 2022 a un 90% de la recuperación, lo firmo”, asegura Cecilio.

El empresario considera que el sector en general se encuentra en una encrucijada muy similar, para el que la recuperación es cuestión de tiempo. “Se necesita al menos dos años más para que vuelva a ponerse todo en su sitio”, considerando que “2022 será un año de esperanza y recuperación, mientras que en 2023 llegará la normalidad”.

Más jugadores entre los que repartir el pastel

Una de las principales trabas que, para Cecilio, va a alargar aún más el proceso de recuperación del negocio del fitness es la dificultad de atraer a los ex-abonados perdidos en pandemia, especialmente en la franja de los 30 a los 50 años. “Aún hay mucha reticencia a acudir al gimnasio y se suma la amplitud de opciones para ejercitarse que hace que el fitness tenga más competidores que nunca”.

A lo que se añade el incesante goteo de aperturas de nuevos negocios fitness y la retomación de los planes de crecimiento por parte de grandes operadores que, en opinión de Cecilio, están llevando a una situación en la que “la oferta está creciendo a un ritmo más elevado de lo que lo hace la demanda”.

Situación que hace pensar que “aunque la cifra de usuarios se recupere al 100% de lo que era antes de pandemia, se repartirá entre más jugadores de los que éramos en 2019”.

Con todo, se muestra convencido de que la penetración del sector aumentará, pudiendo llegar según las estimaciones de Rafael Cecilio, al 15%. Aunque, “no antes de 5 años”.

Precios al alza, una medida paliativa

Ante este escenario, el empresario considera que la solución pasa por que el sector “suba precios, ponga más en valor el servicio que ofrece, apueste por la personalización y olvide las aglomeraciones”.

En el caso de Dreamfit, la cadena ya asumió durante el pasado año una subida de 4 euros en su tarifa base, hasta los 32 euros, para contrarrestar la reducción de aforo en sus gimnasios. Una decisión que Cecilio considera que fue acertada, a pesar de encontrarse aún lejos de su recuperación completa.

Con todo, la cadena cuenta con suficiente solvencia económica para aguantar el último tramo de travesía por el desierto. “La pandemia nos alcanzó en muy buena situación financiera y aún así pedimos un crédito ICO por 9 millones de euros, a los que no hemos tenido que acudir y los seguimos teniendo en la caja como retén”, sostiene.

El riesgo de expandirse

El verdadero reto de Dreamfit ahora es abordar una expansión para la que cuenta con 8 contratos firmados. “Nos vemos obligados a acelerar la expansión en un momento en el que cuesta más captar nuevos clientes que antes de la pandemia y es un riesgo”, admite resignado.

Los primeros que deberían inaugurarse son los que se ubicarán en Parla, Vitoria, Getafe y San Sebastián de los Reyes, cuyos proyectos ya se encuentran con las obras iniciadas. Durante el próximo año, se pondrán en marcha las obras para Córdoba, Hospitalet de Llobregat, Coslada y A Coruña.

Con ellos, Dreamfit sumará 28 gimnasios operativos, después de que este octubre inaugurara su veinteavo centro con el gimnasio que ha ubicado en Barakaldo y que ha supuesto su desembarco en el País Vasco. Un debut que Cecilio admite se ha visto empañada por la inauguración prácticamente simultánea del centro BeUP en el BEC. “Nos hemos eclipsado entre los dos”.

Con prudencia, la cadena espera cerrar 2021 entre un 25 y un 30% por debajo de la cifra registrada en 2019, cuando alcanzó una facturación récord de 23,5 millones de euros. El negocio de Dreamfit se contrajo un 32,3% en el pasado 2020, en el que facturó 15,9 millones.


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