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Vicente Gambau pide que el nuevo convenio colectivo "haga hincapié en las categorías profesionales"

El Consejo Colef reclama que el nuevo convenio reconozca más y mejor la formación del personal de los gimnasios

"Se valora igual a una persona con 20 horas de formación que a otra con 4 años”

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Vicente Gambau, presidente del Consejo Colef, considera necesario que en la negociación del nuevo convenio colectivo estatal "haya una voluntad de cumplimiento legal".

(6-2-2020). A las puertas de la negociación del V Convenio Colectivo Estatal de las Instalaciones Deportivas y Gimnasios, desde el Consejo Colef, su presidente Vicente Gambau hace un llamamiento a reconocer la figura del educador físico deportivo como profesional y a aprovechar este acuerdo para mejorar la situación de los entrenadores y, en consecuencia, el servicio a la sociedad.

El próximo 20 de febrero está previsto que dé comienzo la negociación por el V Convenio Colectivo Estatal de las Instalaciones Deportivas y Gimnasios. Un documento que para Vicente Gambau, presidente del Consejo Colef (Organización Colegial de la Educación Física y Deportiva de España), debería incluir algunas mejoras y, de paso, viejas reclamaciones, con las que se apueste definitivamente en el sector fitness por el capital humano y que lleve pareja una ordenación estatal del reconocimiento de ocupaciones en función del nivel de cualificación.

A punto de comenzar las negociaciones por el V Convenio Colectivo Estatal, ¿qué aspectos echaron en falta en el anterior que deberían ser tratados ahora en la nueva negociación?

De las cuestiones que nosotros hacemos hincapié en que habría que actualizar debería hacerse referencia sobre todo a los grupos ocupacionales, ya que en estos momentos no responden a los requisitos legales.

Tampoco se recoge la figura del educador físico deportivo y hemos solicitado esta adaptación a las nuevas regulaciones que se están haciendo en la mayor parte de las Comunidades Autónomas.

Por un lado, se trataría del reconocimiento de la figura del educador físico deportivo como profesional, que tiene titulación universitaria en Ciencias de la Actividad Física del Deporte y está colegiado, y, por otro lado, la adaptación a las nuevas leyes autonómicas, en las que se recogen exigencias concretas para ejercer prestaciones de servicio con personal técnico o bien universitario. Esta propuesta la hicimos el año pasado y estamos a la espera de ver si ahora sí va a estar contemplada.

Una de las ‘patatas calientes’ que la patronal Fneid ha admitido que van a darse en la negociación del nuevo convenio, es la subida salarial, a la cual el reciente incremento del salario mínimo interprofesional (SMI) dejaría “poco margen de negociación”, por no hablar de acortar las diferencias entre categorías profesionales. ¿Qué opina al respecto?

En Colef no tomamos parte de esa negociación colectiva entre trabajadores y empresarios, puesto que nuestros colegiados están en ambos lados. Dicho esto, ciertamente, el sector deportivo se caracteriza por la precariedad y por la economía sumergida. El deporte como servicio debería ser valorado y, consecuentemente, ello debería tener una repercusión económica.

En principio, desde nuestro posicionamiento, no entramos en las cantidades económicas. Lo que nos preocupa es la garantía que se ofrece a los deportistas lo que está en función de la cualificación de los técnicos.

El sector deportivo se caracteriza por la precariedad y por la economía sumergida

¿Qué parámetros facilitarían un convenio estable, tanto para empresarios como trabajadores?

Facilitaría mucho aclarar las categorías. Actualmente se está valorando igual una persona que tiene 20 horas de formación que una que acredita 4 años. Esto sólo pasa en nuestro sector. El cliente tiene que saber valorar y traducirlo en una mayor aportación económica cuando sabe que el profesional que está impartiendo sesiones o le está entrenando tiene formación científica e intelectual suficientes. Se trata de una cuestión de educación del practicante deportivo. La calidad se paga.

Otro hecho característico de este sector y que también incide en la calidad del servicio es la alta rotación del personal…

Es como en todos los sectores, cuanta mayor satisfacción haya por parte de los empleados, menor rotación habrá. Si el enfoque es la explotación económica, se intentará pagar lo mínimo posible y eso va a generar rotación. Por parte de los empresarios debería haber una mentalidad de buscar plantillas satisfechas.

¿Y cómo se consigue?

En este caso, por ejemplo, en este colectivo sería el reconocimiento de la categoría profesional. La rotación es básicamente por la falta de consideración y por ese tratamiento que se está dando a los profesionales que han hecho una gran inversión en su formación y no se debería considerarles como meros monitores.

A ello se sumaría el intrusismo laboral. ¿Qué medidas reguladoras podría incluir el convenio estatal para combatirlo?

Estamos pidiendo el estricto cumplimiento de los requisitos que marcan las leyes autonómicas. Lo ideal sería que éstas fueran homogéneas y que estuvieran reguladas por el estado de una forma ordenada. De hecho, estamos a la espera de que así sea, es uno de los acuerdos programáticos del nuevo gobierno y, en función de esa ordenación, se trataría de adecuar las categorías profesionales.

Los grandes empresarios se encuentran con dificultades cuando tienen acciones en distintas comunidades autónomas, ya que existe diferentes denominaciones y requisitos para el acceso. Es una realidad con la que se están encontrando los departamentos de Recursos Humanos de las empresas. La solución es esta ordenación en el ámbito estatal con el reconocimiento de ocupaciones en función del nivel de cualificación.

El problema que tenemos en nuestro sector, a diferencia de otros ámbitos, es que no se está reconociendo el nivel de cualificación y, por lo tanto, no hay una diferenciación de profesionales y eso genera problemas de rotación por insatisfacción y favorece también el intrusismo.

Hay empresarios que piensan más en la tecnología y en la instalación que en el cliente, tanto el externo como el interno

El sector parece atravesar un buen momento de crecimiento. ¿Se traslada este buen sentir de las instalaciones deportivas en los trabajadores?

Prevalece un sector de empresarios que piensan más en la tecnología y en la instalación que en el cliente, tanto el externo como el interno. Ésta es una realidad, aunque también es cierto que las empresas de mayor éxito son conscientes de esa apuesta por el personal y muchas de ellas, que son las que están en vanguardia, están haciendo una apuesta importante por el factor humano.

Estamos en un sector de crecimiento constante, tal como indican las cifras. Tal vez deberíamos preguntarnos si éste es sostenible. Ya hay empresas que tienen una buena orientación de relación con el cliente interno, -que son los profesionales, los técnicos empleados-, pero todavía queda mucho por avanzar y, a pesar de ser una economía creciente, hay mucho margen de mejora.

En España aún no hay un índice de práctica deportiva tan elevado como en otros países. De modo que tenemos gran potencial de crecimiento todavía. Debería ser un incremento basado en esas garantías y esa protección de los deportistas, y con salarios dignos y condiciones mejores para esas personas que tienen la cualificación adecuada.

¿Qué necesita el sector para mejorar su prestación de servicios?

Una apuesta por la calidad y la cualificación de los profesionales mejoraría mucho la prestación de servicios. Considero que hay técnicos y personas no formadas que no están favoreciendo objetivos cualitativos entre quienes buscan mejorar su condición física y su bienestar.

Creo que sería clave una apuesta por el capital humano para que el sector mejorara. También se debería valorar que donde haya educación física y deportiva, posiblemente la fiscalidad será pobre. En aquellos servicios en los que hay una prestación de calidad garantizada y con la finalidad de una educación física que dure toda la vida ofrecida por personas altamente cualificadas,  la fiscalidad debería ser inferior al 21%.

La clave del crecimiento del sector se encuentra en la apuesta por el factor humano, en una fiscalidad justa, en la continuidad de la utilización de la tecnología y en una labor coordinada con las administraciones públicas que permita  sensibilizar a la población de la conveniencia de un estilo de vida activo.

Y en cuanto a la patronal y sindicatos, decirles que deberían ser conscientes de la necesidad de cumplir con las leyes actuales y que eso se plasme dentro del convenio con una voluntad de cumplimiento legal ineludible.


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