(16-6-2022) El Galicia Sportech Congress cerró su segunda edición con una mesa redonda sobre la aplicación de la tecnología en el fitness. Tres destacados operadores, BeOne, Máis que Auga y Aqualia, debatieron sobre la utilidad y la necesidad de distintas soluciones, aunque concluyeron que aún hay un gran margen de mejora y que no todas ellas podrán encajar en sus modelos de negocio.
La pandemia ha acelerado la irrupción de un gran número de soluciones tecnológicas en los gimnasios. La mayoría de ellas resultan a día de hoy no solo beneficiosas, sino necesarias para la gestión de los centros, pero no todas necesariamente son útiles para determinados modelos de negocio. Esta fue una de las principales reflexiones que debatieron tres ponentes en la mesa redonda de operadores gallegos de fitness (BeOne, Máis que Auga y Aqualia) moderada por la gerente del Clúster Gallego de la Industria del Deporte y del Bienestar, Sofía Toro, que cerró la segunda edición del Galicia Sportech Congress.
Los tres ponentes coincidieron en una premisa inicial: la pandemia ha precipitado una transformación digital sin que el sector del fitness haya tenido tiempo de analizar a conciencia muchas de las soluciones que han ido surgiendo y aplicando en los últimos meses para intentar sobrevivir al covid. Es decir, que lo que en condiciones normales hubiera requerido una introducción progresiva en el mercado se terminó condensando en pocos meses. Solo la perspectiva del tiempo y un análisis más pausado han permitido a los operadores empezar a poder diferenciar entre aquellas soluciones realmente útiles y aquellas que podrían ser prescindibles.
SELECTIVIDAD ANTE EL ABANICO DE OPCIONES
Los tres operadores coincidieron que la tecnología ya es, a día de hoy, un elemento transversal en los centros deportivos: sirve tanto para acceder a los mismos, para poder registrar la actividad de entrenamiento de los usuarios, poder hacer compras de servicios o productos dentro de una misma app o controlar la actividad de la empresa a tiempo real, entre muchas otras soluciones.
“El covid cambió el perfil del usuario y nos obligó a entrar en el mundo digital sin los pasos previos para digerirlo ni entenderlo: cometimos errores por falta de conocimiento del sector”, admitió el director de operaciones del Grupo Serviocio BeOne, Xosé Fernández. Desde la enseña reconocen que el sector del fitness se ha convertido en los últimos meses en “un banco de pruebas” en el que se testean muchas iniciativas que se van corrigiendo sobre la marcha. Un proceso difícil, ya que exige invertir en nueva tecnología cuando el sector aún refleja una importante pérdida de abonados con respecto a las cifras que tenía antes de la pandemia.
“Se nos han duplicado el número de usuarios jóvenes, un perfil que viene con otras necesidades y creemos que vamos detrás de él porque no le estamos ofreciendo la tecnología que usan en su vida diaria para otros sectores. Hablar el mismo idioma que este segmento de la población es un debe que tenemos”, admitió el director general del Grupo Máis que Auga – MeuFit, Francisco Cortegoso.
El amplio abanico de servicios y de marcas digitales que existe en la actualidad no significa necesariamente que todos los usuarios quieran entrenar con determinadas soluciones tecnológicas. “Hay una serie de usuarios sénior a los que la tecnología casi les molesta, prefieren socializar y hacer cosas sencilas”, confiesa Cortegoso, que pone un ejemplo concreto: “Cuando llegó la revolución de ciertas máquinas, nos venían marcas proveedoras ofreciendo cintas con pantallas desde donde incluso podías controlar el correo electrónico, hacer recorridos virtuales, disponer de entretenimiento digital… aunque al final la mayoría utilizaban principalmente la televisión”.
En su línea privada, MeuFit, la cadena optó por hacer un uso muy selectivo de los dispositivos. “Preferimos dos innovaciones potentes bien integradas en lugar de diez que generen un caos tecnológico”, confesó. En su caso, optaron por tener un punto de pausa a la hora de aplicar determinados equipamientos para ver cuáles eran los idóneos.
Este grupo empresarial, de hecho, no solo quiso ser selectivo en su elección previa, sino también a posteriori, analizando meticulosamente qué servicios integrados podrían resultar prescindibles. Desandar parte del camino andado también forma parte del aprendizaje. “Tenemos dudas de que el homefitness haya llegado para quedarse para nuestro público objetivo; aunque logramos llegar a todas partes con los vídeos durante la pandemia, con la reapertura las visualizaciones cayeron en picado, y hace un mes decidimos cerrar la plataforma de vídeo online y dedicar esos recursos a cuidar la experiencia presencial”, comentó Cortegoso. En su lugar, expuso, prefieren aprovecharse de innovaciones digitales ya creadas para complementar sus servicios. “No podemos olvidar lo que la mayoría de los negocios del fitness pretenden poner en valor: la relación física entre persona y persona”, amplió.
“En el momento en el que una inversión se convierte en un gasto… se llegaron a convertir salas poco ocupadas en estudios de grabación, y esto es un gasto que no lleva a ninguna parte, porque luego hay gigantes que invierten mucho dinero y se lo llevan todo”, se sumó Xosé Fernández. El director de operaciones de BeOne aseguró que mantendrán los servicios de clases online porque “forman parte del buffet y no se les puede dar la espalda”, aunque puntualizó que analizarán con el tiempo si tienen que ajustar esta oferta.
FALTA INTEGRACIÓN ENTRE SOLUCIONES
Una de las principales quejas expresadas por los ponentes fue la falta de integración que, aún a día de hoy, existe en lo que se refiere a soluciones tecnológicas de software aplicadas al fitness. “Las grandes marcas del sector aún no han conseguido un ecosistema integrado, creo que aún tardaremos entre dos y cuatro años más para integrarlo todo y que el usuario sienta realmente lo que le aporta la tecnología”; planteó el responsable de centros deportivos del grupo 1 de Aqualia, Pablo Tenreiro.
Éste relativizó la necesidad que sienten los usuarios hacia las nuevas soluciones tecnológicas asegurando que, si de ellos dependiese, sólo entre “un 10% y un 15%” demandaría un cierto nivel de tecnología. Tenreiro, por otro lado, destacó que el ecosistema del fitness en conjunto “aún tiene mucho por desarrollar”, lo que impide que los gimnasios puedan ofrecer a sus usuarios una integración completa. Una visión compartida por Francisco Cortegoso, quien fue más allá y apuntó que el propio sector aún se encuentra en un proceso de “definir, de entre todos los indicadores y datos que tenemos, cuáles nos interesan y en función de cuáles actuamos”.
En su caso, tuvieron que juntar en una reunión a distintos proveedores de equipamientos para que, entre todos, unieran sus tecnologías y las integrasen en una misma plataforma online. “Hasta ahora muchas marcas del fitness no querían integrarse con otras, aún hay mucha tecnología que no está integrada, pero esto empieza a cambiar”, celebró.
LAS VENTAJAS DE ALGUNAS TECNOLOGÍAS
El director general de Máis que Auga elogió plataformas como las de FitnessKPI, que les ayudan a integrar los datos de la empresa, y de FitnessHub, que les permite hacer un test previo y monitorizar indicadores como la edad biológica a todos sus usuarios. “Son unos datos clave que nos permiten ver si una persona evoluciona o no entrenando, lo que se transforma en un elemento de fidelización importante”, expuso. “La tecnología nos permite conocer qué necesidades tienen los usuarios, de forma que con el tiempo podremos ofrecer servicios cada vez más adaptados a ellos”, sumó Pablo Tenreiro.
Desde BeOne también elogiaron las ventajas que ofrecen sistemas como ANNA, de FitnessKPI: “Antes el Excel te daba los resultados a posteriori, sin posibilidad de actuar a tiempo y rectificar lo que fallaba, mientras que ahora puedes disponer de datos a tiempo real y puedes actuar a corto plazo sobre usos o zonas, puedes ser más flexible en el día a día y ver si te compensa una determinada maquinaria si no tiene usos”. Poder acortar los tiempos y disponer de un mayor margen de maniobra supone una gran ventaja logística para los operadores.
A nivel de entrenamiento, los operadores también destacaron marcas como Egym y su apuesta por conectar las máquinas de fuerza. “Nos costó tomar la decisión, pero su incorporación ha supuesto un salto de calidad: antes mucha gente no se atrevía a preguntar y ahora no tiene ni que pensar en cuántas repeticiones o peso poner, les basta con seguir el vídeo y ver cómo la máquina se adapta a tus medidas”, sumó Cortegoso
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