(25-11-2021) Enjoy Wellness asume que la factura de la luz de 2022 sufrirá un destacado incremento que podría superar el millón de euros con respecto a la que tuvieron que pagar en 2021. La cadena busca fórmulas para amortiguar, en la medida de lo posible, una subida que no solo afectará a los gimnasios, sino que también repercutirá en el resto de sectores económicos.
El encarecimiento del coste de la luz, que lleva meses afectando a la factura de muchos hogares españoles, será un problema añadido para muchos operadores del sector del fitness que compran anualmente la energía en el mercado libre y que en las próximas semanas deberán adquirir la parte proporcional a los consumos de 2022.
Las cadenas de gimnasios asumen que deberán incrementar significativamente el presupuesto previsto para la energía para el próximo año, un obstáculo más en la recuperación de la pandemia para los gimnasios. “Esperamos que termine siendo menos, pero ahora mismo no es una barbaridad ni una exageración pensar que podríamos gastar un millón de euros más en energía en 2022”, comenta el director general de Enjoy Wellness, Óscar Tejada. La cadena invirtió tres millones de euros en la compra de energía eléctrica en el mercado libre para este 2021 y da por hecho que para el próximo año tendrán que aumentar el presupuesto para esta partida.
“Hay una altísima volatilidad en los precios de la energía, porque ahora nos hablan de incrementos del 60% o del 70%, pero quizás en diciembre es del 80% o del 50%”, advierte. Las dudas provocadas por estas importantes variaciones en el precio de la energía están obligando a esta y a otras compañías a retrasar varias semanas el cierre de los presupuestos para 2022 para poder precisar unos números lo más exactos posibles. “Normalmente los preparamos con tiempo, pero viendo el contexto actual preferimos apurar para tener la menor incertidumbre posible”, añade Tejada.
DOS VÍAS PARA REDUCIR COSTES
El CEO de Enjoy Wellness señala que existen dos posibles vías para tratar de reducir los costes energéticos. La primera es “comprar mejor”. “Seguramente le saldrá mejor de precio la electricidad a una cadena con muchos más centros, porque el que compra más, compra más barato”, comenta.
Otro aspecto vinculado es la solvencia de las empresas: “Aquellas compañías que demuestren una capacidad de pago recurrente y tengan buen crédito comprarán mejor. Es un bucle, porque al que vaya peor se la cobrarán más cara”, avisa.
Por otro lado, plantea la opción del autoabastecimiento. Es decir, generar ellos mismos parte de la energía que consumen. “Estamos mirando qué proyectos podemos plantear para optar a fondos europeos, aunque sea complejo acceder a ellos porque hay que estudiar las condiciones exigidas en cada comunidad autónoma”, expone.
MÚLTIPLES INCERTIDUMBRES
El aumento del coste de la electricidad también tendrá derivaciones indirectas en el coste del agua, que podría registrar subidas en los próximos meses. Esto se añadirá al incremento del coste del gas, que prevén que sea algo menor.
Además de las subidas mencionadas, hay que añadir el incremento del precio de los materiales y de los transportes, así como el coste en recursos humanos, otra cuestión que se presenta incierta al estar abiertas las negociaciones entre patronales y sindicatos por el V convenio colectivo de los gimnasios, que podrían terminar en otra subida salarial.
Tejada reivindica que la variación salarial esté vinculada a algún tipo de indicador económico o que esté plasmada en el convenio, algo pactado y claro que permita a las empresas poder hacer previsiones con mayor exactitud. “Los empresarios deberíamos saber a qué atenernos. No es bueno para España no saber, en pleno mes de noviembre, cómo afrontar el presupuesto en recursos humanos para 2022”.
Todas estas incertidumbres podrían tener una repercusión directa en el precio de las tarifas de las cadenas de gimnasios. “Nosotros aún no las hemos tocado, porque entendemos que en plena crisis hay una sensibilidad alta al precio y estamos aguantando. Pero si disparamos los presupuestos por los aumentos de los costes, tendremos que hacer un planteamiento de tarifas”, admite Tejada.
15 MILLONES DE INGRESOS EN 2021
Desde Enjoy Wellness aseguran que la cadena tiene “un buen margen” para soportar la pandemia porque su EBITDA era positivo antes de la llegada del covid. A pesar de que la rentabilidad de los ejercicios de 2020 y 2021 quedará afectada, igual que en el resto del sector, la enseña aspira a lograr recuperar los clientes pre pandemia entre septiembre y octubre de 2022, cuando esperan también poder incrementar el fondo de comercio.
La enseña lleva desde marzo recuperando socios. En agosto creció un 0,5% de incremento, y consideraría positivo cerrar noviembre si mantiene las cifras con las que cerró octubre. Pese a ello, aún registra una pérdida del 21% de los clientes que tenía antes de la pandemia. La recuperación más destacada la registran los cuatro centros que tienen en la Comunidad de Madrid, donde han sufrido restricciones más laxas que en otros sitios.
Enjoy Wellness espera facturar unos 15 millones de euros este 2021 si la pandemia no les obliga a perder ventas en diciembre. Esto supondría un aumento del 30% con respecto a la cifra obtenida en 2020 (unos 11,5 millones). Implicaría, además, acercarse a los 15,5 millones registrados en 2019.
CUATRO APERTURAS EN 2022
La cadena cerró ese año con ocho instalaciones deportivas en España, dos menos de las diez que gestiona en la actualidad (cuatro en la Comunidad de Madrid, dos en Castilla y León, uno en Asturias, uno en Andalucía, uno en la Comunidad Valenciana y uno en Extremadura).
Además, Enjoy Wellness ya ha empezado las obras para la construcción de cinco centros más para los que invertirá unos 40,2 millones de euros: Zaragoza (7,5), Avilés (8,5), Murcia (8), Carabanchel (8,5) y Jerez (7,7). Cuatro de estos centros abrirán en 2022, mientras que uno de ellos podría ver la luz a principios de 2023.
Para impulsar estas operaciones de crecimiento, la compañía firmó hace pocos días un préstamo procedente de su propietaria, la gestora de fondos Espiga Capital, por valor de 3,6 millones de euros. Desde 2016, Espiga Capital ha inyectado más de 16 millones de euros en la cadena entre ampliaciones de capital y préstamos. De cara a 2022 podría firmar un nuevo crédito para acometer más proyectos.
La cadena también tiene en cartera otras operaciones de apertura en San Fernando (Cádiz), Albacete, Zaragoza, Oporto (Portugal), Burgos y Gijón que, eso sí, aún no tienen fecha de inicio de obras ni de apertura.
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