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ESENCI@L

Con cánones desorbitados y plazos de ejecución cada vez más cortos

Gimnasios concesionales denuncian la “realidad paralela” que reflejan las licitaciones públicas

“Los concursos públicos son cada vez menos atractivos”

licitacion concesiones

MÁS POR MENOS. Operadores concesionales lamentan que se hayan subido los cánones y exigencias previstos en los nuevos concursos de licitación pública de centros deportivos y se haya acortado el tiempo de concesión, comprometiendo la inversión a realizar en los proyectos, así como su viabilidad.

(30-3-2022). Operadores del segmento concesional lamentan la tendencia a subir los cánones y las exigencias en los pliegos de los concursos públicos para proyectos de centros deportivos, mientras se acortan los años de concesión, comprometiendo su viabilidad económica. Denuncian la “realidad paralela” en la que dicen situarse las administraciones públicas, aumentando sus exigencias ante un sector aún tocado por la pandemia y unos costes energéticos desbordados.

El segmento concesional del fitness español está ante el que podría ser uno de los periodos más prolíficos de la última década en lo que se refiere a la publicación de concursos para la gestión público-privada de instalaciones deportivas. Y, sin embargo, la concurrencia a los mismos estaría siendo más escasa de lo que cabría esperar.

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Así lo aseguran operadores del segmento concesional que afirman haber percibido una reducción en el número de aspirantes a los últimos concursos promovidos por las administraciones públicas. “Cuando antes por un mismo proyecto pugnaban hasta 10 empresas, ahora se están otorgando concursos a un único solicitante o a lo sumo se presentan tres o cinco candidatos”, expresa un operador.

Es el caso del concurso para construir y explotar el Centro Acuático y de Fitness de Reus, adjudicado a la única propuesta presentada, la realizada por Duet Sports. O el proyecto del centro deportivo municipal La Almozara en Zaragoza, con un contrato valorado en 142 millones de euros, y al que tan sólo ha optado BPXsport.

Estudios de viabilidad “mal calculados”

Entre los motivos que podrían explicar esta baja concurrencia a los concursos públicos se encuentra la coyuntura económica actual, en la que se suma el proceso de recuperación en el que sigue inmerso en sector del fitness al completo, con un IPC disparado, la subida del SMI, un convenio colectivo en negociación y los elevados costes energéticos.

“El momento económico no acompaña, pero hay un problema claro en la definición de los estudios de viabilidad, cuya calidad se ha reducido mucho en los últimos años”, señalan fuentes de uno de los principales operadores del segmento concesional del fitness español. En su opinión, “los estudios, que son la base sobre la que se calcula la previsión financiera del proyecto, están mal calculados”.

Uno de los efectos inmediatos de esta “irrealidad” reflejada en los estudios de viabilidad es un incremento de los costes de construcción. “En el momento en el que un estudio determina que se puede construir a X euros el m2, los costes se disparan, cuando en ese estudio inicial ya se percibe como inviable el cálculo realizado”, lamenta un operador.

“Sube todo menos las tarifas”

Los costes se disparan y también suben los cánones exigidos por la administración pública, como lamenta otra voz del sector que expresa que “sube el canon, sube la exigencia, sube todo menos los ingresos”, ante la postura inamovible de la Administración de tocar las tarifas.

Y eso que el artículo 34.4 del Real Decreto-Ley 8/2020, de 17 de marzo, de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del Covid19, recoge la posibilidad de realizar ampliaciones de los contratos de concesión o la modificación de cláusulas de contenido económico incluidas en los contratos, entre las que se encontrarían los abonos. “No lo han hecho durante el Covid, ni ahora con los elevados costes energéticos. No se está respetando lo que dicta la ley”, lamentan algunas fuentes consultadas.

Mientras, otras recuerdan que “queda un año para las elecciones” y ante esta cita, ven bastante improbable que “se arriesguen a enfadar a los votantes subiendo precios, cuando además existe tanta competencia que haría que los centros deportivos públicos dejen de ser competitivos”. El segmento concesional está, al menos en lo que se refiere a abonos, atado de manos.

Plazos de concesión más cortos

A lo que se añade un claro acortamiento de las concesiones que lleva a que, si antes la media estuviera en unos 40 años, en la mayoría de nuevos concursos no se supere los 25 años de concesión. “Cuanto más se acorta el plazo, más comprometida queda la inversión a realizar”, advierten.

Y es que en proyectos en los que se prevén inversiones de entre 8 y 10 millones de euros, “a 20 ó 18 años útiles, no salen las cuentas”.

Un ejemplo de esta previsible inviabilidad se encuentra en el proyecto del complejo deportivo que el ayuntamiento de Madrid ha previsto construir en Valdebebas. Una zona en la que “actualmente viven 15.000 personas y en la que se ha previsto construir un centro con una inversión de 8 millones de euros a 25 años, haciendo muy difícil rentabilizarlo en tan poco tiempo, cuando con suerte llegas a los 40.000 abonados en los últimos tres años de concesión”, calculan las fuentes.

Tampoco mejoraría la proporción en los contratos de renovación de concesiones, en los que también se habrían acortado los plazos. “En su mayoría son instalaciones viejas que requieren una inversión que, con 5 años de concesión y costes disparados como están ahora, no es viable”.

Realidad paralela

Ante la posibilidad de que algunos concursos puedan quedar desiertos, las fuentes consultadas vaticinan que “serán casos excepcionales, alguno de los 14 que se han previsto en Madrid, podría acabar así”. Pero, por lo general, consideran que es altamente improbable, “viendo las ofertas que se están haciendo actualmente por algunos concursos”.

Lo cual jugaría en contra de que la Administración pública en cada caso concreto capte el mensaje de que “los concursos públicos de gestión de centros deportivos son cada vez menos atractivos”.

Para la Ceo de la consultoría Management Around Sports, MªÁngeles de Santiago, “se ha visto que a 4-5 empresas concesionales no les va del todo mal las cosas y la administración está tensionando la relación con los operadores para conseguir acuerdos más beneficiosos para la parte pública”.

Algo en lo que coinciden los operadores consultados, que denuncian una “realidad paralela” por parte de los entes públicos que “no ven que somos un sector que ha perdido la mitad de su patrimonio en estos dos años de pandemia, y solo se fijan en las cifras de recuperación que muestran algunos operadores, que ni siquiera son una muestra representativa del global del segmento concesional”, señalan.

Alternativas

Ante este escenario y “unas reglas de juego que han cambiado”, con unos costes energéticos que “son un lastre a la hora de sacar rendimiento a las instalaciones”, varios operadores concesionales están optando por buscar alternativas más atractivas.

Una de estas fórmulas que estarían sopesando cada vez más empresas es la colaboración con colegios que “reduce las complicaciones a la hora de alcanzar acuerdos” y “presenta más opciones de rentabilidad, hoy por hoy”, apunta un operador.

Incluso probar suerte en el terreno privado parece para las fuentes más viable que atender a los nuevos concursos públicos que se están planteando. Camino por el que han optado la mayoría de empresas del segmento y que podría coger más fuerza en el futuro, como es el caso de Forus, Supera, BeOne, Deporocio, Enjoy Wellness, Accura, Viding, Aossa o desde más recientemente la gallega Máis que Auga, por nombrar algunos ejemplos.


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