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Definir la diferenciación de salarios entre grupos profesionales, prioridad de patronal y sindicatos

El grupo 3.2, clave en la nueva negociación del V Convenio Colectivo de los gimnasios

entrenador gimnasio

Las partes negociantes del V Convenio Colectivo de las Instalaciones Deportivas y los Gimnasios coinciden en marcar la categoría profesional 3.2 y su diferenciación con respecto al resto de categorías profesionales, como la clave para la definición de la nueva tabla salarial que daría pie a la aprobación del nuevo convenio.

(3-3-2023). La negociación por el V Convenio Colectivo de las Instalaciones Deportivas y Gimnasios se reanudó el pasado miércoles, 1 de marzo, con voluntad de acercar posturas y alcanzar un acuerdo. La definición del salario para el grupo 3.2 se configura clave para lograr el acuerdo. Las partes se han convocado para el próximo 14 de marzo para presentar sus nuevas propuestas.

La negociación por el V Convenio Colectivo de las Instalaciones Deportivas y los Gimnasios se reanudó este 1 de marzo, tras ocho meses de posturas enfrentadas, con “voluntad y buena predisposición por todas las partes para llegar a un acuerdo”, según han valorado a CMDsport portavoces presentes en el encuentro.

Una primera toma de contacto este año en la que sindicatos y patronales pusieron en común sus propuestas y en la que, una vez más, las tablas salariales tomaron todo el protagonismo.

Especialmente tras la última actualización del Salario Mínimo Interprofesional para este 2023, hasta los 1.080 euros mensuales en 14 pagas, que propició que los salarios de siete de los ocho grupos profesionales previstos en las tablas de este convenio quedaran superados por esta cuantía y, por lo tanto, la diferenciación entre grupos se esfumara.

Diferenciación entre categorías

“Todas las partes coincidimos en que es necesario que se establezca una nueva diferenciación entre grupos profesionales, incluidos los grupos 5, 4.2 y 4.1”, asegura el gerente de Fneid, Alberto García. La patronal presentó este miércoles una primera propuesta de diferenciación que, sin embargo, a la parte sindical le habría parecido “insuficiente”.

“Como es lógico, los sindicatos piden que se adapte el salario al coste de la vida, y los empresarios coincidimos en que todos los trabajadores merecen un mejor salario, pero hay que tener en cuenta que con el SMI ya se ha producido una subida inmediata de los salarios del 8%, que se suma al incremento de al menos el 6% de los alquileres de los locales y al 300% de los costes energéticos. Los tres principales costes de las instalaciones deportivas están sufriendo fuertes incrementos que no se pueden repercutir por completo en el precio final al público”, analiza García.

El portavoz de Fneid abre la puerta a modificar la propuesta presentada “para acercarnos a los objetivos planteados por los sindicatos -que parten de un salario de 16.000 euros brutos anuales en la categoría 3.2- y llegar a un término medio”.

Se encalla el escalonado

La clave de la negociación está en la categoría profesional 3.2, donde se encuentran el grueso de los trabajadores del sector. Todas las partes negociantes del V Convenio estarían dispuestas a comenzar fijando una cuantía mínima para esta categoría, para pasar luego a definir el resto de categorías, por encima y por debajo.

El problema subyace en la cuantía a determinar y, sobre todo, el porcentaje a aplicar en la diferenciación del resto de grupos profesionales. Reto que Alberto García admite que obligaría a los gestores de instalaciones deportivas a “incrementar en más de un 10 y un 15% el salario, ya que partimos del 8% del SMI, al que habría que sumar un mínimo de un punto porcentual por grupo”.

Desde la parte sindical, la propuesta inicial parte de una diferenciación de al menos de un 2% entre categorías. Aunque, en la reciente reunión, los portavoces de CCOO y UGT habrían adoptado una postura más flexible, llegando a sopesar reducir el porcentaje de diferenciación, y por tanto de incremento salarial, en “categorías concretas”.

Vincular el salario al SMI y el IPC

Otro punto de fricción entre las partes es el hecho de que la actualización de las tablas salariales se vincule a índices como el SMI y el IPC. Condición imprescindible para los sindicatos y cuestionada por la parte empresarial que ve en esta relación “la inclusión de una variable de inestabilidad que condiciona la duración del convenio”.

Una extensión del acuerdo que los sindicatos querían fijar en 2 años, mientras que para la patronal lo adecuado sería que se extendiera a 3 o 4 años.

La problemática añadida del segmento público-privado

La variable del tiempo afecta especialmente en el caso de los contratos público-privados, como remarca Yago Monteoliva, gerente de la Asociación Española de Empresarios de Servicios Deportivos a las Administraciones Públicas (Aeesdap), presente también en la mesa de negociación del convenio junto con la Asociación de Campos de Golf, AECG.

Sea cual sea el acuerdo al que se llegue en la definición de las nuevas tablas salariales, Monteoliva remarca que “las empresas que ofrecemos servicios deportivos a las administraciones públicas necesitamos que se establezca una doble velocidad en la aplicación del convenio en los contratos nuevos que se firmen con respecto a los antiguos”.

Con la actual Ley de Desindexación, que impide la revisión de los precios estipulados en los contratos de servicios públicos que gestionan empresas privadas, “cualquier modificación que se aplique en el convenio se transforma directamente en pérdidas para la empresa”, señala Monteoliva. De ahí que la Aeesdap demande en esta negociación una fórmula que aminore, al menos de forma temporal, el daño que una subida salarial provocará en los contratos en vigor.

Petición que Monteoliva valora que “si bien antes era rechazada taxativamente por la parte sindical, ahora se muestra voluntad de comprensión”.

Otra petición que habría incluido expresamente Aeesdap sería desvincular al salvamento y socorrismo en el medio natural, ámbito para el que la patronal pide que se establezca un convenio colectivo propio para este segmento. Por el momento, la iniciativa cuenta ya con algunos respaldos a nivel autonómico, pero la voluntad de la patronal es que se eleve al ámbito nacional.

Próxima reunión, 14 de marzo

Por último, otros caballos de batalla a discutir en las próximas reuniones del Convenio serán el plus de transporte, que desde Aeesdap se demanda que “se suprima y se sustituya por una variable menos problemática que la actual”. Así como que se incluya en el convenio la regulación de los trabajadores fijos discontinuos a tiempo parcial, acorde con la nueva normativa vigente al respecto.

Está previsto que la parte empresarial se reúna la semana que viene con el objetivo de elaborar en conjunto unas nuevas propuestas teniendo en cuenta lo comentado en la reunión celebrada.

La nueva reunión con la parte sindical se ha convocado para el 14 de este mes. Entonces se buscará de nuevo acercar posturas con la voluntad de, esta vez sí, y tras tres años de convenio denunciado, aprobar un nuevo convenio colectivo para el sector.


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