Illes Fitness Club recupera cerca del 30% de abonados en quince días

“Aunque se detecta cierto miedo, me ha sorprendido la satisfacción de los usuarios a su vuelta. Sobre todo lo manifiestan los de mayor edad, que decían que tenían miedo antes de venir y, cuando han visto lo que estamos haciendo, pierden ese miedo. Incluso, algunos que decían que no volverían hasta dentro de unos meses,  ya han anunciado que se reincorporarán esta semana”. Estas palabras de Naty Company, gerente de la cadena de gimnasios balear Illes Fitness Club, son un mensaje de optimismo hacia el sector del fitness, que afronta con mucha incertidumbre la vuelta a la actividad tras la pandemia del COVID-19.

Esta cadena balear abrió la semana pasada, el 12 de mayo, tres de sus seis centros, solamente los más grandes, aquellos que tienen piscina y pistas de pádel. Antes de ayer, lunes 25 de mayo, con la entrada en la fase II, pudo empezar las actividades de fitness, las de piscina y, aunque sin un monitor presencial, también las clases colectivas de Les Mills, cycling e indoor walking. Estas dos últimas modalidades han arrancado con clases grabadas por un profesor del centro. “Comenzó muy flojo, pero ya se respira mucha actividad. Incluso se nos ha bloqueado dos veces la aplicación de tantas reservas que tenemos”, comenta a CMDsport la gerente de la cadena, que corrobora que los usuarios vuelven “con ganas y contentos”.

Desde esta semana, además, los clientes también pueden entrar en la parte interior del restaurante y de la cafetería, que están “a media marcha”.

Al servicio de peluquería, en cambio, no le falta trabajo, hasta el punto de que ya no acepta más reservas hasta mediados de junio.

EL REGRESO DE CERCA DEL 35%

Aunque Company se muestra reticente a pronosticar qué porcentaje de abonados regresará ahora y durante las próximas semanas, también denota optimismo: “de momento, superamos de mucho el 25% del total y creo que cerca del 35% volverá esta semana. Ojalá no haya rebrotes y, a finales de junio, haya regresado entre el 70% y el 85%”.

A partir del próximo lunes, 1 de junio, esperan que ya puedan ofrecer clases colectivas con monitores presenciales.

MEDIDAS DE CONTROL SIN ASUSTAR

Una de las principales sorpresas con las que se han encontrado en el Illes Fitness es la buena respuesta que están teniendo todas las medidas higiénicas que han implantado. “Son medidas de control, pero sin asustar a nadie. Hemos aplicado todo lo que nos dicen, ni más ni menos”, constata.

Entre las medidas aplicadas se encuentra la señalización, con círculos en el suelo separados por dos metros y medio, de la posición de cada usuario en las salas dirigidas. Estas clases se han visto limitadas por debajo del tercio del aforo para que los clientes estén más cómodos. Además de gel hidroalcohólico, han puesto a disposición de los usuarios toallitas húmedas, dispensadores y papel para complementar el trabajo de los encargados de la limpieza.
Los clientes participan en la limpieza del material y, aunque el personal de los centros y los carteles les informan de qué pueden y qué deben hacer, la mayoría ya lo lleva aprendido de casa. En ese sentido, sus clientes destacan la comunicación a través de las redes sociales (con vídeos explicativos e infografías), así como con e-mails. Según explica Company, “la gente está contenta, porque ven que estamos muy encima de ellos y que todo está muy controlado. Pensaba que sería más complicado educar a los usuarios para limpiar lo que tocaba, pero no. Incluso me paran por el centro para felicitarnos”, confiesa la máxima responsable de Illes Fitness Club.

En la entidad confían que el feedback que reciben de sus usuarios sirva como reclamo para atraer a otros socios que aún tengan miedo a volver.

CUOTAS EN SUSPENSO

Pese a ser uno de los centros que lleva más días abierto en España, en Illes Fitness Club han decidido no activar las cuotas hasta el próximo 1 de junio. Hasta esa fecha, nadie estará obligado pagar.

A partir de entonces, deberán decidir si aceptan que su cuota vuelva a estar activa (es decir, que puedan volver a las instalaciones y pagar por su uso) o bien podrán pedir una excedencia que, como máximo, podrá durar dos meses. Pasado ese período, el usuario deberá decidir si vuelve o no al centro. Con este mecanismo, el operador balear pretende no forzar el regreso de sus usuarios y facilitar que su vuelta se adapte al ritmo que mejor les vaya.

Illes Fitness Club  no tiene previsto, por ahora, cobrar menos por los servicios que ofrece, ya que, según su responsable, se siguen prestando los mismos que antes. A partir del próximo lunes, 1 de junio, todos los clientes podrán seguir haciendo uso de todas sus instalaciones bajo un sistema de reserva con cita previa para controlar el aforo. Al objeto de que los usuarios puedan acceder a las mismas clases dirigidas ya están ampliando el número de sesiones que realizan al aire libre, en un solarium de 300 metros cuadrados. “No creo que haya que reducir la cuota, al contrario. Hemos hecho un gasto con todas las medidas de higiene, gel hidroalcohólico, y tendremos menos clientes por clase… quizás incluso tendremos que acabar subiendo un poco la cuota”, apunta Nati Company.

UN REFERENTE CON MATICES

Dado que las Islas Baleares van por delante, a nivel de fase, de la mayoría de los territorios de la península, Illes Fitness Club ha recibido numerosas llamadas de otros centros del país pidiéndoles información sobre su reapertura. “Nos piden saber cómo nos está yendo. Sin embargo, no sé hasta qué punto podemos ser un buen  referente para otros centros, porque estamos en una isla en la que la afectación del virus es inferior que la de Madrid o Barcelona, por lo cual la preocupación de nuestros socios puede ser menor que la de ciudadanos que vivan en ciudadades más afectadas”, precisa Company.

El freno del turismo extranjero puede suponer un problema añadido para algunos negocios ubicados en enclaves estratégicos como la isla de Mallorca. Company asegura que prácticamente la totalidad de sus usuarios son público local, de modo que las restricciones a los turistas no les afectarán en demasía.

Y es que solo uno de los centros de la cadena, el Illes Calvià, sí registra un cierto volumen de extranjeros que, de todos modos, son residentes habituales de la isla. “Es gente que vive medio año en Alemania y el otro medio año aquí. Quizás, muchos querían venir en marzo y aún no han podido”, lamenta la responsable del centro.

AVANCE DE LOS CAMPUS DE VERANO

Lejos de considerar la época veraniega como una dificultad añadida, en Illes Fitness Club la afrontan este año “como una oportunidad”. “Quizás habrá gente que no podrá viajar o que no tendrá tantas vacaciones como antes y una opción es apuntarse a un gimnasio como el nuestro, con piscinas exteriores”, dice Company.

La gerente de la cadena balear reconoce, asimismo, que se están planteando la posibilidad de anticipar los distintos campus que hacen: uno multideporte; otro de baile;  y un tercero de pádel. La previsión inicial era enlazarlos con el final del curso escolar, sobre el 22 de junio. Ahora, si el protocolo del Govern Balear les permite empezar a hacerlos en la fase 3, tratarán de adelantarlos a principios de junio. Según reconocen, ya tienen varias reservas.

Por ahora desconocen qué medidas añadidas deberán tener en cuenta a la hora de desarrollar este tipo de actividades. Lo único que saben es que habrá un monitor para cada 10 niños o dos cada 15. Como medida preventiva, antes de conocer el protocolo definitivo, están tratando de programar el máximo número de actividades individuales sin contacto y prevén reducir aquellas actividades manuales que puedan suponer cierto riesgo.