(4-11-2020). Cinco meses después de reabrir sus puertas con unas instalaciones modernizadas y reformadas, el gimnasio Megasport de Palma de Mallorca sigue acusando la caída del turismo que viven las Islas Baleares, que indirectamente también está afectando significativamente al sector del fitness, como explican desde Megasport.
Las Islas Baleares han creado una comisión de expertos para preparar una reapertura turística segura que permita reflotar la economía balear. El archipiélago, una de las comunidades más enfocadas al turismo de España, necesita más que nunca de su aportación económica para sobrevivir.
Y gimnasios baleares como Megasport Centre no son ajenos a esta situación. Aunque esta instalación, de más de 25.000 metros cuadrados, apenas recibe turistas durante el año, sí que se beneficia de la aportación económica de los extranjeros en las islas, ya que si el resto de sectores económicos funcionan bien, el sector del fitness recibe más público y, consecuentemente, más ingresos.
BAJAS POR TEMA ECONÓMICO
“El 50% de las bajas que hemos sufrido es por miedo a contagios, pero el 50% restante es por el factor económico. Hay una crisis económica importante que se está notando. Al tener turismo cero, mucha gente que tiene que vivir de ahorros prescinde de los gimnasios”, reconoce el máximo responsable de Megasport, Salvador Miro.
Su gimnasio reabrió las puertas el pasado 1 de julio, tras dos años y dos meses de reformas, con unos 3.000 abonados. La campaña de septiembre les permitió crecer, aunque a un ritmo más lento de lo esperado, ya que según reconocen desde el centro sufrieron “más bajas de lo habitual coincidiendo con la segunda ola del Covid-19”.
A día de hoy Megasport Centre cuenta con 3.700 abonados, una cifra que esperan que en enero se acerque o incluso supere los 4.000, que es el punto marcado para tener estabilidad financiera.
El empresario, sin embargo, prevé que las noticias aún preocupantes de la pandemia les impedirán crecer hasta “febrero o marzo, cuando, si todo va bien ya, habrá un cierto nivel de vacunación y no se producirán tantos contagios ni muertos”.
MALLORCA, EN EL NIVEL 3
Aunque no se hayan visto afectados por ningún cierre, los gimnasios baleares tuvieron que asumir el pasado 27 de noviembre un plan de restricciones denominado ‘semáforo Covid’, que se irá flexibilizando según la pandemia lo permita.
Se trata de un sistema basado en niveles que van del 0 al 4, en función de la gravedad de la situación epidemiológica, y que incluye restricciones que afectan a distintos sectores económicos.
En el caso del deporte, la diferencia entre niveles es muy significativa. El nivel más restrictivo, el 4, sólo permite operar con un 30% de aforo en todos los espacios (vestuarios incluidos) y un máximo de 6 personas en actividades dirigidas o al aire libre.
El nivel más permisivo, el 0, habilita a los gimnasios trabajar con un 75% de aforo en espacios de riesgo medio (salas con ventilación y otras instalaciones); con un máximo de 30 personas en actividades dirigidas y actividades al aire libre; con un aforo del 50% en espacios de riesgo alto (vestuarios y salas sin ventilación) y un máximo de 15 personas en actividades dirigidas en espacios sin ventilación.
Mallorca e Ibiza tendrán que operar con el nivel 3 hasta el 15 de diciembre, cuando se revisará el semáforo Covid. Por su parte, Menorca puede actuar con el 2 y Formentera, con el 1.
CLASES COLECTIVAS
Eso significa que Megasport y el resto de gimnasios de Mallorca tendrán que restringir el aforo de las salas con ventilación al 50%, con un máximo de 15 personas en actividades dirigidas con ventilación y de 6 en las que se organicen en espacios sin ventilación. Los vestuarios tendrán un aforo máximo del 30%, mientras que se permite un máximo de 15 personas en actividades al aire libre
Según el responsable de Megasport, la medida que más les perjudica es la de la limitación de las clases colectivas. “Tenemos una sala con 100 bicicletas y sólo podemos meter a 15 personas. Eso supone que muchos socios se queden sin su clase”, lamenta Miró. Eso ha provocado que los usuarios de las clases colectivas sean uno de los colectivos que más bajas ha protagonizado, seguido eso sí de los usuarios mayores de 50 años.
MAYOR AFLUENCIA DE JÓVENES
El disponer de un gimnasio tan grande, sin embargo, les ha permitido no tener que modificar demasiado sus actividades. Según Miró, la limitación de aforo no es un obstáculo. “Nuestro aforo completo es de unas 2.200 personas, y casi nunca hay más de 800 en el mismo momento. El aforo no nos compromete tanto como puede hacerlo con un gimnasio más pequeño”, explica.
En esta instalación han visto aumentado el porcentaje de afluencia de los socios, principalmente jóvenes, que ha pasado del 35%-40% al 60% actual.
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