(7-10-2021). Los gimnasios españoles han pasado de pagar de media entre 27.000 y 166.000 euros al año por la factura energética a encontrarse pagando, con las tarifas actuales, entre 40.000 y 225.000 euros anuales. Unas subidas que el sector intenta aplacar con eficiencia y moderando el consumo, si bien, comienza a planear la idea de ‘hacer lobby’ para conseguir mejores condiciones comerciales.
La constante subida del precio de la luz y del gas, con los que se marcan récords históricos día sí y día también, está afectando a los operadores de gimnasios y centros deportivos, para los que su factura energética se habría incrementado de media en las últimas semanas en más de un 40%.
Así lo calcula el Grupo Remica, compañía especializada en eficiencia energética y con experiencia dentro del segmento del fitness, que considera que una instalación deportiva pequeña o mediana sin piscina realiza, de media, un consumo energético de 120.000 kw/h al año, mientras que en grandes instalaciones con piscina climatizada el consumo medio ascendería hasta los 800.000 kw/h al año.
¿Cómo se traduce este consumo en la factura energética? De acuerdo a los cálculos de Remica, en los gimnasios de tamaño pequeño y medio, antes del cambio tarifario, la factura energética podía tener un coste medio de 27.000 euros al año. Mientras que actualmente, estos clubes fitness habrían pasado a estar pagando 40.000 euros al año solo en consumo energético. Se trata de un incremento del 48% en unos costes fijos aún sin fecha de estabilización.
En el caso de los centros deportivos de grandes dimensiones y con piscinas climatizadas, el gasto en energía se situaba de media en 166.000 euros al año, si bien actualmente se encontraría cerca de los 225.000 euros al año. Un incremento que supone una subida del 40% en la partida anual dedicada a consumo energético.
Fondos europeos, una oportunidad
El director de Operaciones de grandes clientes en Grupo Remica, Manuel Castro, considera que contar o no con piscina climatizada supone una importante diferencia a la hora de analizar los consumos energéticos de los centros deportivos, si bien, el nivel de eficiencia de las instalaciones puede hacer que un determinado club, aún con piscina, consuma menos que un gimnasio sin y con una pobre eficiencia energética.
En este sentido, considera muy relevante en el periodo actual de inflación que sufre tanto la luz como el gas, apostar por sistemas y metodologías de eficiencia energética. Y dentro de ellos, ve como “una oportunidad”, las subvenciones englobadas dentro de los Fondos Europeos en materia energética que apunta que “pueden ser de gran ayuda para reducir el coste energético en el fitness”.
Medidas para rebajar el consumo y la factura
Entretanto no se plantean las ayudas, algunos actos diarios que considera de utilidad para contener el impacto de las subidas de la luz y el gas son:
- Evitar picos de consumo: Conseguir una mejor gestión tarifaria en el centro que permita repartir el consumo de forma lineal y evitar los picos, que “son lo que encarece la factura”.
- Bajar el término de la potencia: Si se consigue un consumo más lineal, es posible rebajar la factura a través de contratar menos potencia.
- Mejorar tarifas: Las antiguas tarifas en 3.0A, utilizadas en su mayoría en el fitness, pasaron con la reforma de junio a llamarse 3.0TD, incluyendo seis periodos de potencias por horas y temporadas que hace que, con una correcta gestión de lo que permite el BOE para adaptarse a esa nueva tarifa, se puedan conseguir “interesantes ahorros que antes no se contemplaban”.
- Gestión de la factura: Se trata de una medida encarada a reducir la factura y no el consumo energético. Se trata de buscar alternativas con distintas comercializadoras energéticas, no quedándose con la habitual por fidelidad o costumbre, puesto que el escenario actual está propiciando guerras de precios entre las comercializadoras que pueden dar resultados a interesantes ofertas y propuestas de contratos.
Frente común
Asimismo, existe otra opción con la que Manuel Castro considera que sería posible reducir el coste energético en el sector del fitness, y sería a través de la creación de una central de compras que tenga volumen y fuerza para presionar a las distintas comercializadoras. De hecho, se trata de una posibilidad que ya estaría barajando la patronal Fneid y que contaría con varios de sus miembros convencidos para llevar adelante el proyecto, según informan varias fuentes.
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