La termografía infrarroja podría utilizarse en el control de accesos

La termografía infrarroja es una tecnología que suele utilizarse para prevenir lesiones pero que ofrece la posibilidad de medir la temperatura tras la apertura de instalaciones y centros deportivos.

Leonor Gallardo, Catedrática de la Universidad de Casilla La Mancha (UCLM) y CEO de la Spin Off Igoid –Sportec, explica que la termografía “es una tecnología que permite medir la temperatura superficial de diferentes cuerpos evitando el contacto directo. Es un aspecto muy importante en esta situación que nos toca vivir”.

Usos habituales

Gallardo afirma que los usos que se le da a esta tecnología son muy diversos. “Desde la propia detección de incendios por los bomberos, la construcción donde se miden las fugas de calor para la eficiencia energética o el control de mercancías en aeropuertos. En seguridad también se aplica para el control nocturno de instalaciones. En el rendimiento deportivo se emplea donde se pueden ver descompensaciones térmicas en los músculos superficiales”, añade.

De hecho, muchos clubes de alto nivel cuentan con especialistas en sus cuerpos técnicos. Las investigaciones al respecto han aumentado considerablemente encontrando nuevos ámbitos de aplicación, concreta.

Cómo podría aplicarse en los accesos a gimnasios

Pero, ¿cómo podría aplicarse en los accesos a instalaciones y centros deportivos? “Utilizando la Inteligencia Artificial”, asegura Leonor Gallardo.

“Hemos visto en diferentes medios cómo es la actividad en algunas ciudades chinas y una de las técnicas utilizadas es el control de temperatura corporal. Sería una buena opción de verificar esta variable de una manera rápida y sin exponer a riesgos a los empleados”, afirma.

Gallardo destaca que, “si tomamos la temperatura con un termómetro infrarrojo, los cuales nos estamos acostumbrando a ver, tenemos que tomar la temperatura a unos 10 centímetros de la persona. Con los riesgos que esto conlleva”.

Además, el protocolo de medición también es importante. “Si me toman la temperatura en la muñeca y he sostenido un objeto que esté por debajo de mi temperatura corporal, esta última se modifica. No podemos hacer esperar 10 minutos a una persona en una sala sin hacer nada para medirle”.

Pero “uniendo la Inteligencia Artificial con las tecnologías que tenemos, podemos realizar una fotografía con una cámara termográfica a una persona y que un sistema reconozca en el lagrimal del ojo su temperatura. Este sistema nos da cierta seguridad de que, al menos, no presenta fiebre, uno de los síntomas del Covid-19. Y, sobre todo, ni el usuario ni el trabajador habrán tenido contacto cercano y tampoco se perderá tiempo en el control de acceso”.