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Según un estudio de la Universidad de Sevilla

Las competencias digitales mejoran la adaptación al mercado de los entrenadores

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El profesor Jerónimo García sostiene que "hace falta un cambio en la cultura empresarial". Tras ello advierte de que "si tenemos dirigentes que no creen en este cambio digital competencial en nuestros servicios deportivos, en cierto modo es comprensible, aunque no válido, que los entrenadores tampoco lo hagan".

(23-12-2020). Jerónimo García es uno de los cinco profesores del departamento de Educación Física y Deportes de la Universidad de Sevilla que ha elaborado un estudio que confirma una relación directa entre las habilidades tecnológicas y la adaptabilidad organizacional de los entrenadores personales. El docente analiza para CMDsport algunas de las líneas maestras del informe, publicado por la prestigiosa revista internacional Sustainability.

¿Qué conclusiones sacan de este estudio?

Había estudios académicos sobre otros sectores, pero no sobre este. Nuestro estudio de investigación analiza desde hace 12 años al sector y las variables más decisivas para lograr mayor fidelidad del consumidor. Empezamos una línea de investigación vinculada a la tecnología en el mundo del fitness. Los entrenadores personales con capacidades tecnológicas o competencias digitales más elevadas tienen mejores índices de rendimiento organizacional e individual, se adaptan mejor a los cambios del mercado y a las necesidades de los consumidores que los que no las tienen desarrolladas.

¿Han detectado una gran brecha tecnológica entre los entrenadores de mayor edad y los más jóvenes?

No. Lo que sí hemos identificado es que, dependiendo de tu situación geográfica, si tienes una mayor adaptabilidad a estos nuevos sistemas de gestión de los contenidos. Los entrenadores que están trabajando en ciudades grandes son profesionales que van un poco por delante de aquellos que trabajan en ciudades más pequeñas. En las ciudades grandes existe una mayor profesionalización y una mayor competencia que hace que te desarrolles más a nivel profesional. Pero incluso estando en poblaciones pequeñas, si mejoran las competencias digitales, los entrenadores serán mejores y podrán ganar más.

Las sesiones digitales son experiencias totalmente necesarias porque tienen una correlación con la fidelidad

¿En qué momento han detectado que estas habilidades tecnológicas han empezado a ser algo fundamental en la formación de los entrenadores?

La pandemia ha hecho que el sector se ponga las pilas a nivel competencial. Hace tres años que ya veníamos anticipando lo que ha ocurrido ahora. A través de una tesis doctoral, estudiamos la percepción de los consumidores de servicios deportivos virtuales. Se hizo una comparativa de clases de spinning virtuales y presenciales, y ya identificamos que las sesiones digitales son experiencias totalmente necesarias porque tienen una correlación con la fidelidad.

¿Había una falta de formación digital en el sector del fitness?

Ahora en la Universidad de Sevilla tenemos un posgrado vinculado a las tecnologías aplicadas a la gestión de marketing del deporte y ha tenido una aceptación impresionante. Y muchas universidades públicas están empezando a implementar asignaturas sobre Big Data y competencias digitales. Sabíamos que hacían falta formaciones vinculadas a competencias virtuales, pero nos dimos cuenta de que, a nivel nacional, apenas había formaciones vinculadas. El Covid-19 ha hecho que el sector se ponga a trabajar en el desarrollo de competencias, pero todavía falta concienciación de la importancia que tiene saber trabajar las tecnologías para tener un mayor desarrollo del servicio.

Hace falta un cambio en la cultura empresarial

Han hecho una muestra con 259 entrenadores personales. ¿Qué porcentaje tenía un nivel de tecnología adecuado antes de la pandemia?

Bajo mi punto de vista, era un porcentaje muy bajo. Ahora hay un mayor interés. Es cierto también que muchos entrenadores personales vienen de la licenciatura o del grado de ciencias de actividades físicas y deporte, y en estos grados no hay asignaturas específicas de desarrollo de competencias digitales. Muchos no están suficientemente concienciados de la importancia que tienen. Este cambio radical que estamos sufriendo por desgracia puede repercutir en que desarrollen más sus competencias digitales. Hace unos días escuché una frase que me impactó mucho: después de la peste negra, surgió el Renacimiento, que trajo muchas cosas preciosas a nivel mundial. Y esto puede volver a ocurrir. Este cambio que necesitábamos en el sector, sobre todo a nivel de concienciación, se está empezando a desarrollar. Hace falta un cambio en la cultura empresarial. Si tenemos dirigentes que no creen en este cambio digital competencial en nuestros servicios deportivos, entiendo que los entrenadores tampoco lo van a hacer.

¿La tecnología logrará mejorar la experiencia que ofrecen los entrenadores?

La tecnología nos está ayudando a tener otro canal de experiencia. Confluirán los servicios presenciales y los digitales, y el resultado mejorará la experiencia global del consumidor. Estas herramientas digitales nos ayudarán a ser más eficientes y a llegar a más gente.  Estamos en un momento que puede ayudar a aumentar las tasas de práctica deportiva. Todo el sector entero, y da igual si eres investigador, entrenador, director, gerente o periodista, tenemos un mismo objetivo, que es promocionar la actividad física. Y este tipo de herramientas digitales nos tienen que ayudar a aumentar la tasa de practicantes para crear una sociedad más saludable. Esto tendrá repercusiones sociales y también económicas.

Antes estábamos demasiado focalizados en las cuatro paredes

Además de los habituales de los gimnasios, ¿cree que las herramientas digitales pueden enganchar a las personas a las que le cuesta más ir a los centros deportivos?

Nuestro sector todavía tiene mucho recorrido por delante. Hay sectores con más historia que hacen una cosa muy buena: segmentar los objetivos de población. Nosotros podemos hacer esto, poco a poco, crear grupos de clientes y atender sus propias necesidades. La profesionalización del sector nos va a ayudar a cubrir distintas necesidades en función de los diferentes grupos de población. Adaptar la oferta deportiva a cada target. Antes estábamos demasiado focalizados en cuatro paredes, y este cambio radical que estamos sufriendo nos está permitiendo darnos cuenta de que realmente lo importante es la experiencia. Conseguir que haya más gente haciendo deporte significará más oportunidades de negocio y laborales para el sector.

¿El gran reto es monetizar los contenidos digitales?

El gran reto todavía es el cambio cultural dentro de las organizaciones. Es una secuencia. Primero toca cambiar el liderazgo hacia una cultura más enfocada a los recursos intangibles, entre los cuales hay la tecnología y la concienciación de promocionar el deporte más allá de las cuatro paredes. Luego, centrarse en el consumidor deportivo y potenciar la experiencia. Y finalmente, intentar monetizar, cada vez con precios más elevados, porque los contenidos cada vez serán más específicos. Todo este cambio cultural y social que estamos teniendo está repercutiendo en una mayor segmentación de clientes, y eso es positivo para el sector. Podremos ofrecer servicios más personalizados a cada demanda de cada target. Cuantas más variables introduzcamos en ese grupo de población, más afinados podremos dar ese servicio, ya sea entrenamiento virtual o de contenidos digitales.

No se trata de coger una porción de tarta y quitársela al otro, sino de aumentar el pastel

¿Los entrenadores personales pueden llegar a suponer una competencia digital para los gimnasios?

No, porque si hay más posibilidades, creamos mayor demanda. Los centros deportivos nunca deben tener como competencia a un entrenador de fuera. El objetivo del sector es promocionar la actividad física. Las administraciones deportivas no deben tener miedo o respeto a que se vayan otras personas a ofrecer propuestas virtuales. Al contrario, el cliente de los servicios deportivos es bastante infiel, va y viene a los servicios deportivos. Si uno crea más demanda, favorece que haya más para la competencia. No tenemos que verlo como un enemigo, sino al contrario. No se trata de coger una porción de tarta y quitársela al otro, sino de aumentar el pastel, lo que hará que haya más demanda de profesionales. Debemos unirnos para conseguir más gente activa y cosas mayores. Un gran error del sector es que hay grandes asociaciones y federaciones que van un poco por la guerra por su lado, y esto al final no está siendo positivo. No estamos aunando fuerzas, y esto no es bueno para el objetivo común que debe ser promocionar el deporte.


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