(11-4-2022). La aprobación del V Convenio Colectivo de las instalaciones deportivas dependería de alcanzar un acuerdo sobre las tablas salariales que satisfaga a todas las partes. Sin embargo, las posturas por el momento estarían “lejos del consenso”.
Patronales y sindicatos protagonizaron el pasado jueves un nuevo encuentro para discutir el contenido que debe albergar el V Convenio Colectivo Estatal de Instalaciones Deportivas y Gimnasios.
Se trata de la segunda reunión que se celebra en lo que llevamos de 2022, después de que ambas partes acordaran desencallar las negociaciones el pasado noviembre. Un acercamiento de posturas que, sin embargo, y a juzgar por las valoraciones de las partes implicadas, no estaría siendo aún suficiente para alcanzar un acuerdo.
Una cuestión de salarios
Tras haber limado algunas asperezas, el principal motivo de desacuerdo actualmente se encontraría en la aprobación de las tablas salariales de cara al próximo año. Para este 2022, con la subida del SMI repercutida, las partes implicadas consideran que “es posible llegar a consenso”.
Sin embargo, el problema vendría para las tablas salariales de 2023 y años siguientes. Aspecto sobre el que, desde la patronal Fneid, su gerente Alberto García comenta que “ambas partes consideramos inasumibles las propuestas realizadas por el otro”.
Desde la parte sindical, la propuesta sería volver a aplicar la subida prevista del SMI, que colocaría el salario mínimo interprofesional sobre los 1.050 euros al mes en 14 pagas. Por su parte, desde Fneid se apoyarían en el “esfuerzo realizado” en este 2022, después de que el SMI subiera este año un 3,6%, proponiendo subir “un poco más”, como “gesto” ante los sindicatos.
Propuesta que no estaría contentando a la parte sindical que, según apunta Alberto García, “no consideran suficiente el esfuerzo planteado, al parecer sin tener en cuenta que el sector del fitness está protagonizando una recuperación más lenta de lo esperado y la situación invita a ser cauto y a no hacer esfuerzos desmesurados este año”.
Propuestas conciliadoras
Las negociaciones por el nuevo convenio se encuentran así encalladas en un punto en el que “las pretensiones de todas las partes negociantes no coinciden”, afirma García.
Con todo, la voluntad es de conseguir consenso y es por ello que desde la patronal de los gimnasios se trabaja en propuestas “imaginativas y originales” que puedan encauzar el acuerdo.
Una de estas propuestas sería realizar “diferenciaciones leves” en los tres últimos tramos salariales, es decir, 4.1, 4.2 y 5, que, en opinión de la segunda patronal implicada en las negociaciones del convenio, Aeesdap (Asociación Española de Empresarios de Servicios Deportivos a las Administraciones Públicas), “no supone un fuerte incremento, pero sí que marcaría un punto de inicio para futuras negociaciones de los próximos convenios”, señala su portavoz José María Aguilar-Amat.
Asimismo, apunta Aguilar-Amat, “se estarían valorando otras fórmulas que impliquen incrementar las diferencias entre tramos o aplicar pluses adicionales”.
Uno de estos pluses en negociación es el de transporte que desde los sindicatos se demanda que sea de 2,63 euros por día y trabajador. Concepto que no convence a Aesdaap, considerando que “muchos trabajadores del sector trabajan dos o tres horas al día, siendo más lógico alinear el plus de trabajo a la jornada laboral diaria y no a las 24 horas”.
Implicaciones en los concursos públicos
Para Aesdaap, la consecución de un nuevo convenio este año permitiría aportar estabilidad a las relaciones de los operadores de servicios deportivos con las administraciones públicas, especialmente en lo que se refiere a los futuros concursos. “Nos convendría firmar un convenio con vigencia para los próximos tres años, lo cual permitiría a los técnicos que redactan los estudios de viabilidad contar con unas bases estables sobre las que calcular los precios. Si no, lo que nos encontramos es que se aprueban estudios de viabilidad con los precios del año actual, pero con las demoras, a efectos prácticos el contrato no se hace efectivo hasta unos años después, encontrándose el operador con una realidad de costes laborales distinta”, expresa Aguilar-Amat.
Otro aspecto que preocuparía a Aesdaap es la Ley de Desindexación, con la posible implicación de que se aplique en el convenio la subida del IPC. Un incremento que, augura Aguilar-Amat, “puede hacer destrozos en las previsiones de más de una empresa del sector”.
Reanudar negociaciones tras Semana Santa
Con estos flecos por discutir, las partes negociantes se han emplazado a volver a reunirse pasado Semana Santa, momento en el que se presentarían nuevas propuestas con el objetivo de “acercar posturas” y dar un paso firme adelante en la consecución del V Convenio Colectivo del sector.
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