(30-5-2018). La cadena de gimnasios canaria aterrizará a finales de año en Fuerteventura y planea entrar en 2019 en Tenerife, con lo que tendría presencia en gran parte del archipiélago. Una vez abierto el séptimo centro, piensa ya en su expansión fuera de Canarias.
Macrofit acelera su expansión. La cadena de gimnasios propiedad de Lude Gestiones y Servicios abrirá entre los meses de octubre y noviembre su primer gimnasio en la isla de Fuerteventura y el sexto de la cadena.
Con cuatro centros en Gran Canaria y uno en Lanzarote, el objetivo principal que persigue la compañía es convertirse en el mayor operador de centros deportivos de las Islas Canarias. Para ello, Macrofit se encuentra ya buscando locales para introducirse en la isla de Tenerife, según informa a CMDsport el administrador de la empresa, Francisco Guerra.
“Hasta 2019, queremos focalizar nuestro crecimiento en las Islas Canarias. La idea es abrir un centro en Tenerife el próximo año, que es la única zona que nos falta por entrar. Una vez consolidado el modelo, de cara a 2020 nos planteamos la expansión a la península y a otras regiones”.
1,8 millones de inversión en nuevas instalaciones
Antes de llevar a cabo estos planes de expansión, la compañía afronta las obras de construcción del que será su sexto gimnasio en Fuerteventura. La compañía invertirá 1,4 millones de euros en el acondicionamiento de este centro deportivo que se abrirá junto a la piscina municipal de Puerto Rosario, cuya gestión ha sido adjudicada a Lude.
Además del proyecto de Fuerteventura, Macrofit invertirá durante este 2018 cerca de 450.000 euros en la renovación y ampliación de tres de sus gimnasios ya operativos. En concreto, ha destinado 300.000 euros al acondicionamiento de la cubierta del centro comercial La Ballena en las Palmas de Gran Canaria, donde se ubica el gimnasio Macrofit La Ballena, para su adecuación en una zona de entrenamiento funcional outdoor y running.
Por su parte, ha invertido 100.000 euros en la ampliación en 500 m2 de la superficie del centro Macrofit Arrecife, abierto el pasado 2017, para la inclusión de una zona de entrenamiento funcional y peso libre. Mientras que en el caso del Macrofit de Castillo de Agüimes, se ha renovado la maquinaria y se ha habilitado una zona de Indoor Walking, para lo que se ha contado con un presupuesto de 50.000 euros.
10 millones de euros de facturación
Con estas obras de mejora y una clara apuesta por el segmento privado, la compañía espera repetir los buenos resultados económicos obtenidos en el pasado ejercicio 2017 en el que facturó 10 millones de euros.
Mercado copado
Sin embargo, Francisco Guerra es consciente que para seguir creciendo, la estrategia debe pasar por salir de Canarias. “El mercado canario se está saturando. Han entrado muchos operadores procedentes de la Península y concensiones administrativas de centros de grandes dimensiones, que hacen que en algunas zonas ya no quede demasiado espacio para más oferta”, comenta.
Con una cuota media de 35 euros, Macrofit se sitúa en el segmento medio, donde Francisco considera que “no existe demasiada competencia directa”, si bien admite tener que lidiar con los precios más ajustados de los gimnasios low cost y los centros deportivos públicos.
Aún así confía en el modelo desarrollado por Macrofit con una clara apuesta por la programación de actividades y un servicio “más técnico”, que considera que puede tener cabida en la Península.
Sin IVA pero con insularidad
Sobre sus competidores de este lado del charco, Francisco Guerra considera “un gran daño” el hecho de que el IVA de los gimnasios ascendiera al tipo impositivo más alto del 21%. “En nuestro caso, no tenemos IVA sino el IGIC (Impuesto General Indirecto Canario), que subió del 2% al 7%, lo cual ya fue una subida significativa pero que pudimos asumir. En cambio, lo del IVA es demasiado”, opina.
También destaca algunas de las ventajas fiscales que cuentan las empresas canarias como el RIC (Reserva para Inversores en Canarias), “que permite deducir hasta el 90% del beneficio obtenido siempre que se invierta en la propia empresa, lo cual nos ha permitido crecer casi sin pagar impuestos”.
Sin embargo, la otra cara, añade pesaroso, es la insularidad. “Los costes se triplican, los repuestos y pedidos que vienen de fuera del archipiélago sufren retrasos y además cada isla cuenta con su propia cultura y forma de hacer, lo cual dificulta los negocios”.
Lude irrumpió en el mercado en el año 2004 especializándose en la explotación de centros deportivos públicos y la prestación de servicios municipales. En el año 2013, se diversificó hacia el sector privado con la creación de la marca Macrofit, que entre sus cinco instalaciones suman 22.800 m2 de superficie que dan servicio a 8.800 usuarios. A los que se suman cerca de 20.000 usuarios de las instalaciones por concesión administrativa. En total, el grupo cuenta con una plantilla de 400 trabajadores.
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