Nautilus cierra un 2018 “decepcionante” con una caída en las ventas del 2,3%

Nautilus obtuvo durante el pasado 2018 unas ventas netas por valor de 396,8 millones de dólares (349,14 millones de euros), lo que supone un retroceso del 2,3% en comparación con el ejercicio anterior. Por su parte, el beneficio neto alcanzó los 14,6 millones de dólares (12,85 millones de euros), un 46% menos que en 2017.

La compañía ha atribuido gran parte de esta caída al retroceso de sus ventas por canales directos, las cuales disminuyeron un 15,7% hasta los 184,9 millones de dólares (162,69 millones de euros). Por el contrario, las ventas en el segmento minorista alcanzaron los 208,1 millones de dólares (183,11 millones de euros), un 13,2% más que en 2017.

Bruce M. Cazenave, director ejecutivo de la compañía, ha valorado que “si bien hubo algunos focos de crecimiento y mejoras en las ganancias, los resultados generales han sido claramente inferiores a nuestras expectativas”. A lo que añade que “los decepcionantes resultados de nuestro segmento de venta directa -principal fuente de ingresos de la compañía-, han sido compensados con creces por el fuerte crecimiento del sector minorista, principalmente debido a que las ventas de nuestra renovada línea Max Trainer, lanzada en noviembre, fueron más lentas de lo esperado”.

Precisamente, la nueva línea Max Trainer incorpora una plataforma de entrenamiento personalizado y digital Max IntelligenceTM, que Cavenaze opina que aún es poco conocida por el público. “El consumidor presenta aún una baja comprensión de la capacidad digital adicional que incorpora Max Trainer pero, dado que los comentarios de los compradores son muy positivos en general, seguimos creyendo que esta plataforma y la personalización única de la experiencia de acondicionamiento físico que ofrece no se parecen en nada al mercado actual y resonarán en una amplia base de consumidores a medida que crezca el conocimiento sobre ella”.

De cara a este 2019, la compañía confía en retomar la senda del crecimiento a partir de la implementación de una serie de iniciativas encaminadas a fortalecer el negocio. Tales como “una reducción de la fuerza laboral, amplios controles de contención de costos e iniciativas de ingeniería de valor, así como un enfoque adicional a la simplificación para mejorar la eficiencia del proceso y cambiar la escala de nuestras operaciones para que sean más rentables, mientras impulsamos el crecimiento de nuestra base de ventas directas”.