Los gimnasios valencianos se rebelan ante el cierre de las duchas

Hoy entran en vigor las nuevas medidas aprobadas por la Generalitat Valenciana para frenar la expansión del Covid-19. A los gimnasios les afectan especialmente dos restricciones: la prohibición de las duchas y la reducción del aforo máximo, que pasa a ser del 30%. Unas medidas que no son del agrado del sector deportivo, que vuelve a sentirse perjudicado por unas normas que ponen en aún más peligro a un sector gravemente afectado por la pandemia.

El pasado lunes, el presidente de la Asociación Empresarial Valenciana de Centro Deportivos (AEVCD), Juan Carlos Gómez-Pantoja, trasladó una queja formal a la Generalitat Valenciana en contra de una prohibición, la de usar las duchas, que empezó el pasado 7 de noviembre y que el ejecutivo valenciano ha decidido alargar hasta el 15 de enero.

Aunque a partir de hoy permiten reabrir los vestuarios, el no poder usar las duchas durante más de dos meses supone un golpe muy duro para los operadores de instalaciones deportivas, que no entienden una cosa sin la otra.

MEDIDA DAÑINA Y CONTRAPRODUCENTE

“Esta medida no sólo hace mucho daño a nuestro sector, y por lo tanto a muchos empleados y muchas familias, sino que es contraproducente para la salud de las personas que deben irse en condiciones menos higiénicas a su casa o lugar de trabajo que si se pudieran duchar”, expone el empresario en la carta.

Gómez-Pantoja reconoce a CMDsport que no es muy optimista con respecto a la posibilidad que las autoridades reconsideren la prohibición de usar las duchas, una medida que califica como “un error tremendo”. “Están rompiendo la línea de higiene que tenemos en los centros deportivos. Es un despropósito que la gente tenga que irse a la calle sudada y sin ducharse en invierno”, añade. A día de hoy, aún no ha recibido ninguna respuesta.

CUATRO COMUNIDADES SIN DUCHAS 

La Comunidad Valenciana, Cataluña, País Vasco y Navarra son las únicas autonomías que mantienen prohibido el uso de las duchas en los centros deportivos. En ninguna de ellas se prevé revisar esta medida hasta dentro de varias semanas.

Gómez-Pantoja insiste en la importancia de permitir abrir aquellas duchas que sean individualizadas y sectorizadas y que tengan una correcta extracción de aire. “No te puedes duchar en un gimnasio, pero puedes estar en una terraza de un bar tomando algo con seis personas sin mascarillas”, recueda.

HABRÁ MÁS CIERRES

Según el empresario, que también es delegado de Fneid en la Comunidad Valenciana, este cierre prolongado de las duchas “añadirá inseguridad en los empresarios y romperá la temporada que llega tras las fiestas Navideñas, ya que mucha gente no se animará a venir sin poder ducharse en un período clave del año a nivel de altas. Se van a perder muchos puestos de trabajo”.

Gómez-Pantoja califica esta situación de “muy preocupante”, ya que aumentará la pérdida de socios de los clubes deportivos e incrementará el sedentarismo entre la población. El empresario pide levantar esta prohibición para mantener al 50% de los socios que aún están en sus instalaciones, y asume que al sector “le va a costar mucho salir del precipicio”.

“No sabemos cuántos centros cerrarán, pero soy consciente que algunos empresarios se van a quedar por el camino, y esto es un drama. Ya hay gimnasios pequeños y medianos que no han abierto tras la pandemia o se están esperando a ver si llega la vacuna”, reconoce el presidente de la AEVCD. Al problema de las duchas se le añadirá pronto otro de igualmente grave: el final de las prórrogas de los ERTE una vez termine este mes de diciembre.

El empresario lamenta la falta de empatía de las autoridades con un sector cuyo índice de contagios es residual. “Los gobiernos autonómicos se quejan de falta de diálogo con el gobierno central, pero a ellos les ha faltado diálogo sectorial. Y eso que hemos insistido por activa y por pasiva a hablar con ellos sobre todas las medidas. Hay mucho desconocimiento de lo que es nuestro sector”, se queja.

PACIENCIA CON LAS AYUDAS

Pese al anuncio, por parte de la Fneid, de la creación de una estrategia judicial para lograr reclamar daños y perjuicios, Gómez-Pantoja cree que las compensaciones económicas aún tardarán en llegar.

“Ahora lo más importante es estar abiertos. Luego, cuando pase la tormenta, ya habrá tiempo para hacer el análisis correspondiente. Hasta que no sepamos el daño definitivo que esto va a causar, es mejor esperar”, afirma.