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ESENCI@L

La compañía prevé cerrar 2021 superando los 13 millones de euros

Salter prevé que la crisis energética china impacte en el fitness a mediados de 2022

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Salter considera que la práctica de homefitness se ha "consolidado", previendo que estas Navidades uno de los regalos estrella sean las bicicletas de ciclo indoor, como su modelo Stone PT-1590, en la imagen, su bicicleta más vendida del 2020.

(6-10-2021). Salter tira de previsión y precaución para hacer frente a las consecuencias que está llevando a la industria del fitness la crisis energética china, sumada a los desorbitados costes de transporte. La compañía prevé crecer este año un 40% respecto a 2019 y situarse en cifras ligeramente por debajo de su excepcional 2020.

Una tormenta perfecta. Así califica Marta Peydró, directora general de Salter, el escenario actual en el que el veterano fabricante de equipamiento para fitness intenta navegar y para el que ha decidido usar la previsión y la precaución como principales armas. Para Peydró, la industria en general, pero también la del fitness, se enfrenta a una situación “sin precedentes”, en la que confluyen unos costes en los portes de mercancías que se han cuadruplicado o quintuplicado desde el inicio de la pandemia, un dólar fortalecido, la situación débil en la que se encuentra el mercado tras la pandemia, y una crisis energética en China que hace que “estemos ante multitud de frentes abiertos y cambiantes a una velocidad vertiginosa como no había visto nunca antes”.

Retrasos en 2022

El constante incremento en los costes de fabricación y transporte procedente de Asia registrados durante este año ya ha tenido un primer impacto en el precio de los productos, que en el caso de Salter, admiten haber tenido que repercutir parcialmente en sus tarifas actuales, no viendo posible “planificar tarifas anuales al menos a corto plazo”, señala Peydró, quien admite que actualmente “las estamos revisando casi semanalmente”.

Sin embargo, el verdadero desafío se encuentra ahora en China, donde la escasez de energía está llevando a paros temporales e, incluso, al cierre de fábricas, ocasionando retrasos de fabricación que habría empezado a padecer Salter, como admite su directora general.

“Estamos sufriendo paros en algunas de las fábricas con las que trabajamos y la producción de la colección 2022 se está retrasando”, reconoce Peydró, quien apunta que ante este desafío “hemos optado por trabajar con mayor antelación, incluso, de la que ya nos obligó la pandemia, así como a estar muy alerta para no sufrir retrasos ni incumplir contratos”.

Peydró señala que la crisis energética china afectará, en el caso de Salter, tan solo a las colecciones para el próximo año, motivo por el que la veterana compañía ha hecho acopio de prudencia y ha agilizado la toma de decisiones para reducir el impacto que esta crisis pueda tener en la industria del fitness.

Unas consecuencias que la directora general de Salter prevé que se perciban en el mercado del fitness “a mediados” del próximo año 2022, cuando “la escasez de material haga que los plazos de entrega se dilaten más allá de los 12 meses”. Hasta entonces, al menos en lo que concierne a su compañía, “tenemos aseguradas las entregas a tiempo”.

Un 40% más que 2019

Escenario macroeconómico a parte, Salter ha cerrado los primeros 9 meses de este año de forma “favorable” y “con importes ligeramente superiores a los de 2020”. Año en el que la compañía, con sus dos empresas Comercial Salter y Salter Sport, cerró un excepcional ejercicio en el que creció un 44% hasta los 13,6 millones de euros, según consta en el registro mercantil, impulsada en parte por el auge del homefitness.

En este 2021, “la demanda de fitness doméstico se ha consolidado y, si bien ha disminuido respecto al pasado año, se mantiene por encima de 2019”, analiza Marta Peydró. La directiva también ha percibido una reactivación de la división profesional de fitness, con varios proyectos de renovación de equipamiento en centros deportivos. Así como en el sector hotelero, en el que “muchas empresas que paralizaron sus proyectos en 2020, los han retomado ahora”.

Con todo, la compañía no prevé superar los buenos datos del 2020, estimando crecer un 40% respecto a 2019, lo que le llevaría a facturar en torno a 13,2 millones de euros.

Según el Registro Mercantil, Salter cerró 2018 con una facturación conjunta de sus dos empresas (Comercial Salter y Salter Sport)  de 9,33 millones de euros, de los cuales 6,2 millones procedían de la línea profesional (Salter Sport) y el restante 3,1 del mercado homefitness (Comercial Salter).

En 2019, la facturación conjunta de la compañía obtuvo un ligero crecimiento hasta alcanzar los 9,44 millones de euros, de los cuales, la división profesional supuso 6,1 millones, mientras la división doméstica creció ligeramente hasta una facturación de 3,2 millones.

El pasado 2020, la compañía vivió un boom, con un auge del 61% en la facturación de su división profesional, hasta los 9,9 millones, y un incremento del 12,7% hasta los 3,6 millones de euros en la división doméstica, lo cual le llevó a superar en conjunto los 13,6 millones de euros.


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