(11-12-2017). La empresa sevillana Sato Sport hace balance de lo que ha supuesto en este 2017 cesar las dos concesiones administrativas que gestionaba para centrarse en su dos centros propios, con la esperanza de recuperar la senda del crecimiento el próximo año.
“2017 ha sido un año muy complicado”. Así inicia la compañía sevillana su explicación de lo que ha supuesto este año que estamos a punto de culminar para Sato Sport. Un año en el que la gestora ha cerrado y traspasado dos centros deportivos en régimen de concesión administrativa en Sevilla con pocos meses de diferencia, reduciendo exactamente a la mitad sus efectivos.
Concretamente, en primer lugar, Sato Sport tomó la decisión de traspasar la gestión del centro deportivo Santa Justa de Sevilla, que pasó a manos de Go Fit, a inicios de este 2017. Una operación en que la compañía sevillana considera clave que “hubo un acuerdo total con el ayuntamiento”. Un consistorio que “tuvo visión de negocio y entendió nuestra situación, dando como resultado una decisión que ha sido un enorme éxito para la ciudad”, valoran desde Sato Sport.
Hace escasamente un mes, la compañía volvía a ser noticia esta vez por el cese de la gestión del único centro en régimen concesional que aún operaba, situado en Alcalá de Guadaira. La inviabilidad económica del proyecto había llevado a Sato Sport a presentar “varias propuestas” al ayuntamiento de esta localidad sevillana con el objetivo de mantener el gimnasio en funcionamiento, que no habían conseguido consenso, dando como resultado el abandono de la instalación. En este caso, a diferencia de Santa Justa, desde Sato Sport consideran que “el caos administrativo, las disputas políticas y la falta de sensibilidad con los empresarios que invierten en el municipio, han generado que tengamos que dejar la gestión de este centro y plantear la controversia en los tribunales”, lamentan.
Modelo “no agotado”
Tras estas dos experiencias, Sato Sport deja “por el momento” aparcada la vía de negocio concesional, asegurando que en ningún caso piensan que el modelo de gestión administrativa “esté agotado”. Pero sí que creen que para su viabilidad, los ayuntamientos tienen mucho que decir. “Si los ayuntamientos están capacitados para atender las necesidades de las concesiones y no se dedican a hacerse competencia a sí mismos, como ha ocurrido en Alcalá de Guadaira, no tiene porqué ser una mala opción”, afirman.
Pero lo cierto es que la experiencia vivida en Alcalá de Guadaira “nos ha enseñado a sobrellevar una situación muy límite”, en la que Sato Sport no quiere volver a encontrarse. Motivo por el que la compañía va a centrarse en la gestión de sus dos centros propios de Bormujos y Mairena de Aljarafe, sin previsiones de incrementar de nuevo el número de efectivos, al menos a corto plazo.
Volver a generar beneficios
En 2018, Sato Sport “comienza un nuevo horizonte, con muy buenas expectativas”, afirma la empresa que explica que va centrar todas sus fuerzas en sus dos centros propios, “mejorando las instalaciones y ofreciendo a nuestros clientes un servicio de calidad”. Lo que, sumado a “un gran equipo de profesionales que nos ha ayudado a seguir adelante”, esperan que “se traduzca en beneficios para la empresa”.
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