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Facturará este 2020 un 50% menos que en 2019

SmartFit resiste el impacto de la pandemia gracias a sus alquileres asequibles

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La única inauguración de SmartFit durante este 2020 se produjo en Barcelona en un establecimiento que anteriormente había pertenecido a Orange Blue.

(21-12-2020). La política de inversiones prudentes que SmartFit lleva marcada en su ADN desde su fundación, en 2009, está ayudando a la cadena de gimnasios a resistir el duro impacto que está teniendo la pandemia. La enseña facturará este año un 50% menos que el año pasado a causa de los efectos de la pandemia del Covid-19.

SmartFit empezó este 2020 inaugurando el noveno centro de su red, un gimnasio en el Arc del Triomf que suponía su entrada en Barcelona y el refuerzo de la presencia de la cadena en Cataluña, donde ya tenía otros tres clubes desde abril del año anterior (2019).

La enseña mantiene activos esos nueve centros porque la pandemia ha congelado su hoja de ruta inicial que preveía crecer en unos cuatro centros distribuidos entre las tres comunidades autónomas donde tienen presencia: Cataluña (hoy cuatro instalaciones) Madrid (tres) y Andalucía (dos).

DÉCIMO GIMNASIO EN 2021

El décimo centro, si la pandemia lo permite, lo abrirán durante el primer trimestre del próximo 2021 en una ubicación que aún no quieren revelar. “No tenemos ninguna prisa para expandirnos. Si podemos, lo haremos, pero si no es así, no pasa nada”, reconoce el fundador y CEO de SmartFit, Ignacio Usera. El directivo , no obstante, reconoce que siguen estudiando operaciones para crecer.

El freno de su expansión no supone un gran problema para SmartFit, cadena que no cuenta con ningún fondo de inversión detrás, lo que les lleva a tener que medir muy bien cada inversión que realizan. “Tenemos una estructura muy comedida, y sólo nos hemos metido en proyectos donde nos hemos sentido muy cómodos con el alquiler”, añade Usera.

El directivo destaca que esta política, de buscar locales con costes de arrendamiento asequibles, les está ayudando a superar mejor estos meses. “Es algo que siempre hemos tenido en cuenta y que ahora nos está salvando. A otros les está penalizando tener mucha estructura y unos costes muy elevados. No es un éxito de hoy, sino del pasado, y se está viendo reflejado ahora”, comenta.

PÉRDIDA DEL 30% DE LOS SOCIOS

A principios de año, en SmartFit tenían unos 21.000 socios entre sus nueve centros. Debido al Covid-19, la cadena ha sufrido entre un 30% y un 32% de bajas, lo que suponen algo más de unos 6.000 socios menos.

SmartFit registró un primer trimestre “de récord”. “Menos mal que hemos caído desde arriba”, reconoce Usera. La enseña trabaja ahora para recuperar el 100% de los socios que tenían a través de la recuperación de su confianza y de la digitalización.

EN MADRID, DE MENOS A MÁS

La cadena low cost ha notado una evolución muy distinta en sus centros en función de la comunidad autónoma en la que estaban ubicados. Cuando finalizó el confinamiento estricto, en mayo, sus nueve instalaciones partieron desde un punto de inicio similar, con una pérdida media del 25% de sus abonados.

Desde entonces, sin embargo, cada territorio siguió comportamientos muy distintos. “Mientras que Cataluña y Andalucía se fueron recuperando poco a poco, Madrid fue empeorando durante el verano porque los medios destrozaron su imagen. En Cataluña, la recuperación se vio frenada con el cierre de julio, que afectó a uno de los cuatro centros. En los otros tres logramos recuperar entre un 98% y un 99% de los socios que teníamos antes de la pandemia”, relata Usera.

ESCENARIO HETEROGÉNEO

La situación dio un vuelco tras el verano. “A partir de octubre, Madrid funcionó mejor que las otras dos comunidades. Empezó a recuperarse, mientras que en Cataluña tuvimos que volver a empezar tras un nuevo cierre de los cuatro locales. En Andalucía, la limitación horaria hasta las seis de la tarde, nos afectó menos de lo que esperábamos, pero nos tocó”, añade.

Menos dramática, reconoce, es la restricción del 30% del aforo que sufren en Cataluña, ya que sus instalaciones tienen el espacio suficiente para no limitarles sus servicios. “Más problema puede haber en los meses de más asistencia como en enero”, anticipa el directivo.

Usera asume que el próximo mes de enero tendrán que seguir conviviendo con restricciones, y prevé una campaña de inicio de año “floja”, similar a la que vivieron en septiembre. “Mantendremos a los usuarios más fieles, pero los más dubitativos tienen la excusa perfecta para no volver al gimnasio hasta que no esté todo tranquilo. Es un fracaso para el sector que haya tanta gente que rote tanto”, concluye Usera.

Tras facturar el pasado 2019 un total de 4,8 millones de euros, lo que les supuso un incremento del 37% en relación a la cifra girada el año anterior, para este 2020, las previsiones de facturación se sitúan en torno a un descenso del 50% en relación a la facturación del pasado 2019.


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